#38: Increíble

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Estaba sorprendida al principio estaba un poco asustada por todo el misterio y si le añadíamos que no sé veía más nada que palmas y algunos árboles. Pero en cuanto llegamos al centro del terreno quede enamorada y Stephan lo había decorado tan bien. Él estaba siendo totalmente atento y me gustaba.

Me mando a ponerme cómodo en lo que el buscaba la comida así que caminé hasta la sábana que estaba en el suelo y me senté. Stephan salió como con un tipo de bandeja que tenían los platos con sus cubiertos y las bebidas. Me entrego un plato con pasta y una botella de jugo de manzana. Esto demostraba que mientras yo le hablaba el me prestaba atención porque ya yo le había contado que el embarazo me estaba haciendo querer comer mucha pasta y beber jugo de manzana cuando generalmente prefería el jugo de frutas.

Escogí Suicide Squad porque la había visto en el cine y me había encantado. Comentábamos de la misma mientras vaciábamos cada uno su plato. Después de comer Stephan recogió los platos y los coloco devuelta en la bandeja, pero dejándome con mi jugo por mi pedido. Sacó una manta de atrás de nosotros que no había visto al llegar y nos cubrió para que el frío no nos molestara. Después de Suicide Squad puso dos más hasta que poco a poco mis párpados se fueron cerrando.

A lo lejos escuchaba las ramas moviéndose por el viento. Sentí como me cubrían con una sábana y me acurruqué en la misma buscando más calor. A pesar de saber que estaba en el suelo no estaba incómoda. Me moví un poco buscando más comodidad para seguir durmiendo.

Minutos o horas después quien sabe abrí mis párpados y volviéndolos a cerrar más rápido aún por los rayos del sol que me estaban dando. Como sé que en algún momento tengo que levantarme poco a poco entrecierro mis párpados y me voy sentando lo más rápido que me lo permite la barriga. Miro alrededor y me encuentro sola, SOLA. ¿Dónde está Stephan? ¿Se fue? No lo puedo creer no se escucha nada además de los pájaros y el viento. No conozco nada, no sé dónde estoy y no me acuerdo como llegue hasta aquí.

-Ok Soraya, tranquilízate y piensa. -me digo a mi misma mientras tomó profundas respiraciones.

-La cabaña. -grito mientras me levanto.

Empiezo a caminar sin saber muy bien a donde voy, pero veo en el suelo unas piedras simulando un camino así que lo sigo. Me siento como en el Mago de Oz lo único que no tengo zapatos altos color rojos y el camino no es oro; pero bueno. Ya estoy por volver y darme por vencida cuando veo la cabaña. Acelero el paso y giro el plomo de la puerta cuando me encuentro frente a esta. La puerta cedió y entre.

En alguna parte de la cabaña se escuchaba ruido. Decidí no avisar mi llegada y seguí el ruido. Mientras más me acercaba podía escuchar voces y a alguien cocinando o lavando platos. Llegue hasta la cocina haciendo que las personas presentes se callarán al notar mi presencia. Recostado de una pared se encontraba un hombre y cocinando estaba Stephan. El hombre era alto pero un poco más bajo que Stephan, de piel morena, pelo marrón y ojos verdes. Estaba vestido con una camisa roja de botones con las magas arremangadas, un Mahón negro y unos zapatos negros.

-Hola. -susurre.

-Hola, ¿estás bien? Estas un poco pálida. -dijo Stephan preocupado.

-Si es sólo que no te vi y pensé que me habías dejado. Entonces no sabía dónde estaba no nada y../. -me interrumpió.

-Hey no quiero que vuelvas a pensar eso ¿ok? -pidió.

Todo Pasa Por Algo (AV #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora