Mientras Soraya jugaba con Estrella, Lissandra me estaba insistiendo en que la invitara el sábado. Ella no entendía que no la quería incomodar, nos estábamos empezando a llevar bien no quería dañarlo.
-No, Lissandra por favor. -suplique por última vez.Lissandra no me hizo caso; le pregunto. Después nos quería obligar a comer con ella, pero por lo menos nos pudimos librar de eso. Después Soraya menciono que quería reunirse con sus amigas y Lissandra volvió a insistir. La iba a llevar y Lissandra se iba a ir sola con Estrella a comer si quería. Lleve a Soraya a Orange Leaf, la cafetería donde se iban a reunir me baje a esperar con ella.
En cuanto las amigas de Soraya llegaron, las saludé y me fui. Aún tenía tiempo de llegar a mi oficina, comer algo y me sobraba tiempo hasta que llegara el paciente. Al llegar salude a Liz y entre a mi oficina con el almuerzo en la mano que había comprado antes de llegar. Almorzar mientras veía unos documentos. Tener mi propia clínica me gustaba, pero a la vez era agotador. No trabajaba sólo por las tardes venía una doctor y asistente para atender.
Al principio era sólo yo, pero mientras pasaba el tiempo eran más pacientes y menos tiempo libre, me estaba agobiando. Así qué tome la decisión de contratar a alguien, era mejor podía faltar cuando quisiera. Siempre y cuando le informará y así ella venía. Éramos amigo nos habíamos conocido desde la universidad así que teníamos confianza.
Cuando ella quería faltar me decía y viceversa. Éramos flexibles los dos, pero conocíamos los límites era mejor no abusar para que no haya malos entendidos. Estaba pensando contratar a otro doctor. Pero esa decisión había que pensarla mucho no quería contratar a alguien y después al tiempo despedirla, llevaba meses analizándolo. Además, que había pedido la opinión de Jules, los dos estábamos de acuerdo.
Cuando llego el primer paciente ya había terminado de comer hace varios minutos. Era un hombre que sentía un dolor que no era normal en la espalda. Lo atendí y di medicamentos. Así estuve hasta las tres de la tarde que era cuando llegaba Jules.
-Buenas tardes, ¿vamos? -le pregunte.
-Jules llamo viene un poco más tarde. -dijo como si eso contestara mi pregunta.
-Ok, pero y ¿Fernando? -volví a preguntar.
- ¿No sabes? -cuestiono.
-No, ¿qué paso? -pregunte. Estaba perdido.
-Oh, nada malo es sólo que me tocan vacaciones en una semana y voy a trabajar un poco más por el dinero. -explico.
-Pero no te esfuerces demasiado. -pedí
-Si, lose. Buenas tardes. -se despidió.
-Nos vemos. -me despedí igual.
Cuando terminé de hablar con Liz me fui. Iba a ir a mi casa un rato, pero por la noche tenía que ir a comprarle el regalo de cumpleaños a Estrella. Podía ir ahora, pero prefería descansar y después ir.
En cuanto llegué a mi casa me fui a bañar. Rápidamente que entré al baño me quité la ropa y entré a la ducha. Cuando salí sólo me puse unos bóxers azules y me fui a la cama. Busque mi celular y lo apague. Sólo deje encendido el de la clínica. Mi familia sabía que por la tarde era mejor si no me llamaban, si no contestaba está durmiendo. Se tuvieron que acostumbrar al principio se preocupaban, pero ya no.
Me encontraba en el centro comercial buscando que comprarle a Estrella. En un momento como este me arrepentía de comprarle cosas sin razón alguna. No sabía que podía comprarle. ¿Ropa? No mi hermana no se cansaba de comprarle. ¿Zapatos? Lo mismo que con la ropa. ¿Juguetes? Juguetes.
No estaba de acuerdo con que los niños de hoy en día jugarán sólo con electrónicos. Si pueden jugar, pero no tan excesivo como son. Desde qué pensé en querer tener una familia eso fue lo primero que analicé.
Entré a la primera tienda de juguetes que vi. Tome un carrito de la fila de ellos que había al lado de la entrada. Esta tienda era enorme. Camine por los pasillos buscando las cosas para niñas. Me llamo la atención una cocina en miniatura, era algo súper tierno. Además, Lissandra siempre la cargaba mientras cocinaba y a ella al parecer le gustaba. Tomé la caja y la puse en el carrito. Seguí mirando.
Al final salí con algunas muñecas, peluches y la cocina. Salí del centro comercial y busqué mi auto en el estacionamiento. Cuando lo encontré, le quité la alarma y abrí la cajuela del auto para guardar las bolsas. Aún me faltaba comprar papel de regalo para envolver las cajas.
Me subí al auto y fui a una tienda de cumpleaños que había visto antes de llegar, en cuando llegue me baje y después de ponerle la alarma entré a la tienda. La campanita que se encontraba encima de la puerta sonó anunciando mi llegada. Una mujer de alrededor de treinta años me dio la bienvenida y me ofreció su ayuda. Compre el papel y algunos lazos.
Llegue a mi casa y baje todo para prepararlo desde ya. Después que envolví todas las cajas las guarde por si acaso. Me encamine hasta la cocina para preparar algo de comer. Abrí el refrigerador para ver que había. Al final me decidí por arroz chino con un poco de costillas deshuesadas. Saqué todos los ingredientes y me dispuse hacerlo.
Cuando terminé de comer y lavar todo lo que había ensuciado, pensé en llame a Soraya ya que ella no me había llamado a mí y ya era de noche. Busque mi celular y marque su número. Sonó y sonó, pero no lo contesto. Estaba pensando si volver a llamar o no. Antes de que pudiera tan siquiera decidir me estaba devolviendo la llamada.
-Hola, no te pude conteste porque se me cayó el celular. -dijo rápido que acepte la llamada.
-Hola, no importa. -dije.
- ¿Para qué me llamaste? -pregunto.
-No me llamaste. -respondí.
-Oh, cierto me lo hablas ordenado. -dijo sarcástica.
- ¿Ordenado? -pregunte. Haciéndome el desentendido.
-En la cafetería. Lo hiciste no te hagas. -dijo.
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Todo Pasa Por Algo (AV #1)
Roman d'amour-Soraya, si vuelves a llegar tarde te despido.-dijo mi jefe con voz autoritaria -¿Qué? ¿Porqué? -esto no me podía estar pasando. -¿Porqué? De verdad lo preguntas porque llevas viniendo tarde todo el mes y mira que permití mucho pero ya no más.-cont...