#53: Upss

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    De nuevo me encontraba en casa de Stephan me iba a volver a quedar, lo cual me tenía un poco nerviosa.  Ya habíamos dormido en la misma cama, pero la mayoría de las veces había sido n mi apartamento por lo que me encontraba cómoda con todo lo que me rodeaba.  Aquí no sabía si podía ir y tomar lo que quisiera cuando quisiera.  Lo bueno era que como Estrella se quedaba mucho aquí cuando era bebé Stephan aún tenía su cuna por lo que Wyatt dormiría ahí. No me tendría que preocupar por donde iba a dormir o cómo y todo eso, aunque probablemente si ese fuese el caso no me estuviera quedando aquí, sólo por no tener que dejarlo con nadie.

-Ya. -dijo Stephan entrando a la sala.

    Se había ido arriba a acomodar el cuarto de Estrella y yo me había quedado aquí en la sala todo este rato con un Wyatt dormido en brazos.  Me gustaba como estaba vestido hoy Stephan lucía un t-shirt color blanco, una chaqueta de cuero, un mahón y unos zapatos de vestir color negro. Lucía elegante, pero a la vez más juvenil, habíamos ido a desayunar esa mañana después habíamos ido a algunos lugares turísticos que no había visto.  Cuando terminamos regresamos a mi apartamento y después de algunas horas Stephan me había propuesto quedarme aquí y pues había aceptado como ya era obvio.

- ¿Porque sigues aquí? -interrogó.

-Estoy bien aquí. -dije.

-Cuando te propuse estar quedarte aquí me refería a que podías hacer todo lo que hacías en tu casa normalmente.  Puedes hacer lo que quieras y cuando quieras. -dijo.

    Me gustaba como Stephan parecía poder leer mi mente.  La mayoría del tiempo sabía lo que quería o pensaba con sólo mirarme.  Se que debo ser más comunicativa, pero a pesar de que ya lo quería tenía miedo de enamorarme y que no hubiera vuelta atrás.  No quería quedarme con un corazón roto, sin trabajo, familia y con un hijo.  

    Stephan me había sugerido que llamara a mis padres, aunque sea para decirles que estaba bien y que tenían un nieto.  No sabía que hacer una gran parte de mi quería decirles, pero otra parte no quería por miedo a cómo podían reacciona y que podían exigir.  Porque algo que tenía bien claro es que no iba a volver, no después de tantos años.  La única forma que volvería sería para visitar a mis padres por un tiempo, pero al final terminaría volviendo, este lugar ya lo consideraba mi hogar.  A pesar de que tenía mi familia allá.

-Ok. -acepte.

-Bueno. -murmuro.

-Voy a subir para acostarlo en la cuna. -dije y me levanté del sofá.

    Baje y me senté con Stephan en la sala que estaba viendo un programa de medicina, eso sí era que te gustara tu trabajo.  Me rodeo con su brazo los hombros por lo que puse mi cabeza en su pecho formando así un abrazo y utilizándolo a él como almohada humana.  Rato después cuando empezaron a salir los créditos conocidos al final de programa me gire a mirarlo porque sabía que me estaba mirando.

-Hey. -murmuré.

- ¿Tienes hambre o sed? -pregunto.

-No, estoy bien. -respondí.

-Ok. -susurro y se acercó a besarme.

    Sus labios junto a los míos encajaban de la manera perfecta.  Me encantaba que me besara lentamente, pero a la vez me gustaba subir un poco el ritmo, que fue lo que hice. Mordí un poco su labio inferior logrando que soltara un gruñido. Separo mis labios e introdujo su lengua haciendo que bailará junto a la mía.  Mis brazos pasaron de estar en su cintura a subir a su cuello y los suyos pasaron de la cara a mi cadera. Podría sentir la presión que estaba haciendo con sus manos en mí.

    Poco a poco nos fuimos moviendo hasta que de una manera que desconocía termine en su regazo.  Lo único que eso consiguió fue que el beso subiera más y ahora sus manos acariciaban mi espalda por encima de la camisa.

- ¿Qué fue eso? -pregunte separándome un poco.

-Nada. -dijo con la voz ronca por el momento y volvió a besarme.

    Seguimos y seguía escuchando ruidos, pero cada vez que me intentaba separar Stephan me pegaba más a su cuerpo impidiéndomelo. Sabía que no era que Wyatt se había levantado porque tenía el monitor aquí en la sala encendido y no se escuchaba nada, el ruido de donde sea que viniera no era de ahí.  Por lo que decidí ignorarlo si Stephan no se alteró posiblemente sabía de donde provenía.

- ¡Oh por Dios! -grito una voz femenina.

    Nos separamos lo más rápido posible y el movimiento fue con tanta fuerza que termine en el suelo. Stephan se acercó hacia mi preocupado.

- ¿Estas bien? -pregunto.

-Si. -susurre sentándome.

-Upss. -dijo una vocecita.

    Ambos nos miramos con los ojos como platos para después mirar a la entrada de la sala.  En esta se encontraba de pie Lissandra riendo con una Estrella de igual manera. Pude sentir como mi rostro iba tomando el color rojo por la vergüenza.  No podía ser que la primera vez que nos besábamos con tanta pasión pasara algo así.  No me atrevía mirar tan siquiera a Stephan. Había sido mi culpa por llevarlo a otro nivel, aunque no sepa como llegue a su regazo, pero yo había cambiado el ritmo del beso.

-Vamos a estar afuera en el patio, salen cuando lo encuentren prudente. -dijo y salieron.

    Espere a que salieran totalmente de la casa después de escuchar la puerta del patio ser cerrada para entonces voltearme y mirar a Stephan.  Su rostro estaba neutro, no demostraba no una pista de vergüenza o de arrepentimiento.  Increíble, pero eso no quitaba que había sido mi culpa.

-Lo siento por besarte más.../. -

-Oh no, jamás te disculpes besarme así.  Nunca más, yo soy el que me debo de disculpar por no quitarle las llaves de la casa a Lisa. -dijo agarrado mis mejillas.

- ¿De verdad? -dude.

-Claro, me gusta cómo me besas.  Me gustas que tu cambies el ritmo así cuando quieres. -dijo.

-Bueno, tu no besas tan mal. -dije sonriéndole.

- ¿Tan mal? -cuestiono.

-Aja.  Eso fue lo que dije-repliqué.

-Tal vez no te bese bien. -dijo para esta vez recostarse encima de mi aguantando su peso con sus brazos por encima de cabeza.  Uno a cada lado de esta.

    Se separó después de dejarme sin aliento.  Al ver mi rostro soltó una carcajada.

- ¿Mejor? -pregunto.

-Mucho mejor. -susurre.

-Ahora vamos con Lisa antes que vuelva a entrar. -dijo y extendió su mano para ayudarme.

    Caminamos hasta el patio y ellas se encontraban sentadas alrededor de la piscina con sus pies dentro de la misma.  Nos acercamos y yo de igual modo los hundí mientras Stephan se quedaba de pie.

-Hermanito no sabías que fueras así eh. -dijo Lissandra mojándolo con el agua de la piscina y riendo.

    Algo me decía que Lissandra nunca iba a dejar el tema por lo que hoy me sonrojaría mucho.  Sólo espero que de hoy no pase.

Todo Pasa Por Algo (AV #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora