#31: Nervios

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Mi día en el trabajo no había sido fácil.  Desde qué hable con mis padres tengo los pensamientos todos contradictorios.  Porque vamos quería ir y decirle, pero a la vez pienso que es muy pronto.  No es por mi yo estoy dispuesto a cuidar al bebé y todo, no estoy exigiendo que ella me ame y ya. Sólo pido una oportunidad para ver cómo nos va siendo una familia entre los tres, jamás y nunca le voy a poder que escoja ni nada por el estilo.  Es sólo que entiendo que no debe ser fácil que su novio y padre de su hijo muriera. 

Pero a la vez no quería seguir esperando.  La vida era corta, no quería arrepentirme después de algo que pude haber evitado en su momento.  Todo eso estaba en mi mente y más.  Porque vamos si quería una relación sería tenía que pensar en el futuro ¿y si no era un buen padre? ¿Si ella no quería nada? ¿Si los lastimaba? ¿Si les fallaba? y la más que me mataba ¿sería suficiente bueno para ellos?  Tenía que tomar una decisión hoy.  Hablar o callar, no podía atrasarlo porque la incertidumbre me iba a matar.

Habíamos hablado un poco por teléfono unas horas atrás, después de mi insistencia ella me había llamado. Pensé que si hablaba con ella mi mente de aclararía, pero eso no sucedió. Ya estaba con el último paciente, le estaba dando una lista de medicamentos para así terminar la consulta y él se pudiera retirar, por mi lado yo salir del trabajo y seguir pensando.

-Gracias doctor. -dijo el hombre levantándose.

-De nada para eso estamos, que se mejoré. -dije mientras caminábamos hacia la puerta y la abría.

Cuando cerré la puerta de la oficina después que el saliera.  Me quite la bata blanca y ordene todos los papeles en el escritorio, algunos los guardaba en su cartapacio otros en una de las gavetas.  Después de dejar todo recogido salí y cerré con llave.  Camine hasta el escritorio de Liz.

- ¿Nos vamos? -cuestione.

-Déjeme apagar. -indico mientras lo hacía.

Espere a que recogiera todas sus cosas y juntos salimos.  Liz en invito a comer, pero me negué, ya había tomado mi decisión.  Le explique más o menos que tenía que hacer eso y que lo atrasáramos para otro día y acepto.  Nos despedimos y cada uno siguió su camino.  Me encamine a la floristería de la última vez.  Hice lo mismo que mi anterior visita, salí y subí al auto tras encenderlo emprendí mi camino.

Cuando llegue a mi destino me baje después de estacionar el auto y apagarlo. Saludé al Sr. Lin y subí hasta su apartamento sosteniendo en mis manos el ramo de flores. Me encontraba nervioso sentía mis manos mojadas por el sudor que esta situación estaba provocando. Si esto no salía bien y iba a pasar lo que tanto temí, perder su amistad.

Toque para que me abriera la puerta.  Puse todo de mi parte para que cuando abriera la no se preocupara de inmediato, así que sonreí.  Al verla tan linda y confundida lo único que pude hacer fue extenderle el ramo con mi mano derecha.

-Oh wow, gracias.  Pasa. -dijo

Mientras tomaba de mi mano el ramo haciendo que nuestros dedos rozarán y sintiera esa corriente ya conocida en mi cada vez que teníamos algún tipo de contacto.  Para luego hacerse a un lado para que entrara.

- ¿Te gustaron? -pregunte tratando de hacer conversación y no ir tan directo.

Todo Pasa Por Algo (AV #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora