Todo Pasa Por Algo (AV #1)

#20: ¿Ir o no ir?

Después que colgara con Stephan me fui a dormir.  Mañana trabajaba temprano.  Camine hasta mi cuarto, me acosté en la cama y programé la alarma para que me levantara mañana.  A la mañana siguiente después de haber apagado la alarma.  Me levanté luego de un poco de guerra conmigo mismo y caminé hasta el baño para bañarme.  En cuanto entre me fui quitando la ropa hasta encontrarme desnuda y me adentré a la ducha.  Abrí el grifo y el agua fría golpeo mi cara haciendo despertar totalmente.  Me bañaba siempre con agua fría, me gustaba, me refrescaba.  Me enjabone el cuerpo y deje que el agua se llevará la espuma. Tome el pote de shampoo, me eche un poco en la mano y me lave la cabeza. Hice el mismo procedimiento con el acondicionador.

Cuando termine salí y envolví mi cuerpo con una toalla y otra más pequeña para el cabello.  Me acerque hasta el armario mientras tarareaba la nueva canción de Panic! at the Disco "Don't Threaten Me With A Good Time", la había escuchado en la radio y desde ese día la tenía en mi mente; era pegajosa.

Saqué una camisa de botones color verde con las mangas hasta los codos, un Mahón azul oscuro y unas botas gris bajas y con un poco de taco. Me vestí, fui hasta el baño para secarme mi melena negra y me lo dejé al natural; rizo.  Me puse un poco de perfume con olor a frutas tropicales y de maquillaje sólo me puse labial con brillo, busqué mi cartera de lado color gris.  Camine hasta la cocina cuando ya tenía todo listo para desayunar.

Después de desayunar, me fui del apartamento luego de asegurarme de haber cerrado la puerta con llave.  Baje, salude al Sr. Lin y empecé a caminar hasta la cafetería.  El día no estaba ni muy frío, ni muy caluroso; estaba perfecto.  Miraba a mi alrededor mientras llegaba hasta el trabajo. Rápidamente que llegue salude a Aless, fui hasta el casillero para guardar mi cartera y me puse el delantal.  Hoy había un chico también trabajando a simplemente aparentaba tener unos dieciséis años más o menos.

-Hola. -saludo.

-Hola, soy Soraya, la nueva. -dije.

-León, era el nuevo. -se presentó mientras me sonreía.

-Mucho gusto. -sonreí.

- ¿Soraya puedes atender en la caja?  -pregunto Aless.

-Claro. -dije y caminé hasta la caja.

En ese momento no había nadie a quién atender así que limpie un poco el área, para hacer tiempo.  Atendí a algunas personas, pero eran mínimas, León me dijo que habían días así con poca clientela y había otras que no podían ni respirar.  Era cómo cualquier negocio tiene días buenos y días malos.

La cafetería estuvo así todas las horas que me tocaron trabajar.  Me quité el delantal y fui hasta el casillero para buscar mi cartera.  Después que la tenía y deje todo en orden, me despedí de Aless y León; me fui.  Hice el mismo recorrido de la mañana de algunos minutos hasta el apartamento.

Llegue, salude y subí.  Estaba un poco enojada porque me dolían los pies.    Los tenía un poco hinchados, sé que era parte del embarazo, pero como quiera incomodaba.  Me cambie la ropa y reemplace las botas por medias. Fui hasta la cocina y abrí el refrigerador para sacar algunas frutas. Las corte y coloque en un plato, tome un tenedor.  Me senté en el sofá, prendí el televisor y busque en la lista hasta que vi que estaba la película Monster-in-Law, la de Jennifer López; me encantaba.

Cuando se acabó la película ya no me quedaba nada en el plato así que me levanté y lo puse en la cocina, más tarde lo lavaría.  Antes de que pudiera sentarme mi celular sonó así que tuve que caminar hasta mi cuarto para buscarlo.  Al tomarlo vi que me estaba llamando West.

-Hola. -conteste.

-Hola, ¿estás en tu casa? -pregunto.

-Si, ¿por qué? -dude.

-Voy para allá. -menciono.

-Ok, nos vemos. -acepte.

Colgué y me senté en el sofá.  No iba a poner otra película como tenía planeado porque sé que no me va a dejar verla.  Así qué me puse a esperar a que llegara.  Mientras jugaba un jueguito que tenía en el celular.

-Llegue. -dijo West mientras entraba acompañado. ¿Espera que?

West estaba acompañado de una chica.  A simple vista se veía que era menor que nosotros.  Era rubia y tenía ojos marrones.  Era linda.

-Titch Soraya, Soraya Titch. -dijo mientras nos presentaba.

-Hola, mucho gusto.  West me ha hablado de ti. -dije y ella se sonrojó.

-Hola, y West de ti. -dijo nerviosa.

-Pero vengan siéntense.  Titch, ¿quieres algo de beber o comer? -pregunte mientras me sentaba en el sofá individual.

-Agua estaría bien. -dijo sentándose.

-Ok, West tráenos agua. -mande.

-Pero…-lo interrumpo.

-Pero nada, ve. -exijo.

-Voy. -dijo enojado.

-Ahora, cuéntame ¿fue romántico? -pedí.

-Si, bastante. -respondió sonrojada.

- ¿Cuantos años tienes? Y perdona que pregunte es que te ves menor que West. - explique después de mi atrevimiento.

West tiene veintitrés años y yo tengo veintidós.

-No importa, tengo veinte. -contesto despreocupada, parecía más menor.

-No la interrogues. -dijo mientras nos daba un vaso con agua.

-Gracias. -dijimos las dos a la vez.

West se sentó al lado de Titch en el otro sofá mientras entrelazaba sus manos.  Tierno.

- ¿Estas emocionada? -pregunto.

- ¿Por? -interrogue perdida.

-El embarazo. -aclaro.

-Oh si, como no tienes idea. -respondí tocando mi vientre.

-Yo pude apreciar a mi mamá cuando estaba embarazada de mi hermana y fue algo alucinante. -contó.

-Si, es algo súper lindo. -dije.

-Soraya, ¿qué vas a ser el fin de semana? -pregunto West.

-Bueno pues no sé, la hermana de Stephan, Lissandra me invito para que el sábado vaya a su casa. -dije.

- ¿Vas a ir? -pregunto mientras arqueaba una ceja.

-Eso es lo que estoy pensando si ir o no.-confesé.

-Ah bueno.  El próximo vamos a salir tu y yo a comprarle cosas a mi sobrino. -dijo.

-O sobrina. -aclare.

-Me entendiste. -replico.

-Si, Titch si quieres puedes venir. -la invite.

-Me gustaría, gracias. -dijo sonriendo.

-Háblenme de ustedes. -pedí.

West y Titch estuvieron aquí alrededor de dos horas.  Él había hecho lo que le pedí que la trajera.  Hablamos mucho, ella es una chica especial.  Me gusta para West.  Pedimos pizza, a mi petición.  Ella estaba un poco tímida al principio, pero poco a poco se fue soltando hasta que hablaba más relajada.  Le contamos como West y yo nos conocimos.

Rápidamente en cuanto se fueron fui a la cocina para lavar lo que habíamos ensuciado.  Cuando terminé me fui a bañar y me puse un pijama para acostarme a dormir.  Pero en la mente todavía tenía la pregunta de ¿ir o no ir?