#58: La verdad

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    Habían pasado dos semanas desde la reunión que habíamos tenido con la "hermana" de Soraya y una desde que habíamos hecho todo lo necesario para poder hacer la prueba de ADN. Ahora mismo tenía en mis manos el sobré donde estaba lo que iba a cambiar la vida para bien o para mal de Soraya.  Estaba en mi hora de almuerzo así que decidí salir y llevárselo a Soraya, no la quería hacer esperar.  Todo este tiempo de espera para ella había sido un poco difícil, pero tenía en mis manos lo que podía quitarle esa incertidumbre.

    Le avisé a Liz y salí de la clínica. Conduje hasta su apartamento y cuando llegue baje del auto después de apagarlo.  Saludé a Lin y subí las escaleras casi corriendo.  Toqué la puerta y espere a que Soraya me abriera, tenía una llave, pero prefiero que ella sea la que me abra.  

-Hey, ¿Qué haces aquí? -dijo sonriendo.

-Hola, quería verte. -dije y la saludé con un beso.

-Entra. -dijo y se hizo a un lado.

    Pase y camine hasta la sala y me senté en uno de los sofás.  Sentí como la carta en mi bolsillo se doblaba. Soraya se sentó a mi lado, le pregunte por Wyatt y como la mayoría del tiempo estaba durmiendo.  No sabía se decirle ahora o esperar un poco para decirle.  

- ¿Estás bien?  Te noto un poco inquieto. -dudo.

-Si. -conteste.

-Seguro. -dijo y puso su mano en mi rodilla la cual estaba moviendo de abajo hacia arriba y no me había dado cuenta.

-Ya me dieron los resultados. -solté.

    Se que debí esperar en vez de decirle así pero ya me había notado diferente y podía pensar cualquier cosa.  Como es la mente de Soraya hasta podía pensar que la iba a dejar o algo así.  Vi como su rostro perdió color al procesar las palabras.  

-Oh, ¿Qué dicen? -cuestiono

-No sé, no lo eh abierto.  Creo que lo debes abrir tu cuando quieras. -explique.

- ¿Por eso viniste? ¿A traerlo? -dudo.

-Si, no quería que te enojarás por tenerlo además habías estado ansiosa estos últimos días.  Quiero que tengas el sobré y lo abras cuando quieras. -comente.

-Gracias. -dijo.

    Me levanté para sacarlo de mi bolsillo y no seguir doblando el documento más.  Se lo entregué y besé su frente para después ponerme recto.

-Gracias. -murmuro.

Miro el sobré y en menos de un minuto lo volteo, empezó a rascarlo desde arriba.  Sacó el papel y me miro.

- ¿Quieres que me quede? -pregunte.

-Si. -susurro.

    Me senté a su lado y rodeé sus hombros con mi brazo, como apoyo.  Me sonrió un poco, tenía los ojos aguados.  Desdobló el papel y lo empezó a leer, yo también lo estaba leyendo.

    Oh mierda.  Había buscado las palabras claves en cambio Soraya estaba leyendo desde el inicio.  Ya sabía la respuesta, la verdad.

-Oh. -murmuro y empezó a derramar lágrimas.  

    La levanté y senté en mi regazo mientras la abrazaba.  Enterró su cara en mi cuello y se derrumbó.  Podía sentir como se sacudía por el llanto y como mi camisa se estaba humedeciendo por sus lágrimas.  No sabía que haré sólo podía susurrarle palabras para reconfortarla.  

-Todo va a estar bien. - susurre repetidas veces mientras besaba su cabeza.

-E.… es mi hermana. -dijo.

-Lo sé. -susurre.

-Tengo una hermana. -repitió.

- ¿Qué piensas sobre eso? -cuestione.

    No sabía que pensaba sobre esto.  Se que estaba llorando, pero cualquiera lloraría al enterarse que tiene una hermana, ya te gusté la idea o sea lo contrario.  Porque este llorando no significa nada.  Si quisiera tener contacto o no con Xeline sería su decisión, lo cual la respetaría y apoyaría.  Sólo la quiero ver feliz.

-No me desagrada, pero tan poco estoy que quiero brincar ¿entiendes? -explico mientras se separaba un poco.

    Limpie el resto de las lágrimas que tenía en el rostro.  Pasé mis manos por su cabello y jugué con las puntas rizas del mismo.

-Entiendo. -confirme.

-No sé qué hacer. -comento.

-No tienes que decidir ahora mismo obviamente esta situación no es fácil para ti que pensaste que no tenías hermanos y que no hablas con tus padres.  Sólo quiero que lo pienses. -dije.

-Gracias por quedarte. -dijo.

-Lo que quieras. -dije.

- ¿Lo que quiera? -dudo con una sonrisa que jamás había visto en ella; sexy.

    La sonrisa que estaba ahora mismo en los labios de Soraya era como si me estuviera sugiriendo algo.  En los meses que llevábamos de relación nunca la había visto.  Me gustaba, oh demonios claro que me gustaba.  Se veía sexy y digamos que en la posición que nos encontrábamos con ella en mi regazo no ayudaba.  Tome su cintura para sacarla, pero puso sus manos en mis hombros y sonrió.

- ¿Qué pasa? -pregunto.

    Lo estaba haciendo a propósito.

-Sabes, siéntate en el sofá. -dije.

- ¿Porqué? -pregunto mordiendo su labio inferior.

-Vamos. -pedí.

    Pensé que me iba a decir algo, pero en vez de eso se acercó y me beso. Obviamente no era inmune a sus labios así que la bese con la misma pasión en la que lo estaba haciendo ella.  Sentí como sonrió en medio del beso y mordió mi labio inferior, halándolo.

    Lo soltó y me siguió besando.  Esta vez estábamos pecho con pecho y yo era el que controlaba el beso.  Mis manos estaban en su cintura y las suyas pasaban de mi cuello a mi pelo. Esto era igual de lejos como habíamos llegado en mi casa, aunque fuera difícil estaba bien con ello.

    Empecé a besar su cuello mientras tocaba su espalda.  Tenía la cabeza de una manera que tenía todo el acceso. Sabía que tenía que parar, pero era tan difícil, pero tenía que.  Así que eso fue lo que hice.  

    Ambos estábamos respirando con dificultad, tratando de regular la respiración.  Su rostro estaba de un tono rojo y sus labios estaba rojos e hinchados.  No quiero imaginar cómo me debo de ver yo.  Sus ojos estaban un poco dilatados.  Hizo el gesto de volver a besarme y supe en ese momento que tenía que detenerlo.

-Debemos parar. -dije y esas palabras creo que fueron las más difícil que eh dicho hasta ahora en nuestra relación.

-¿Porqué? -interrogó.

    Mierda, quería llegar más lejos.

Todo Pasa Por Algo (AV #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora