Estaba en casa de mis padres, cenando. Era algo rutinario, una vez a la semana venía o ellos iban a mi casa para comer. Hacíamos todo lo posible para mantenernos en contacto y presente en la vida de cada uno. En el transcurso de esta había recibido varias llamadas insistentes de un número que no tenía grabado, lo cual era raro. Normalmente nadie me llama si no es familia o amistades. Este era mi número personal, el del trabajo era otro. Para evitar esto mismo.-Hijo, ¿quién te llama tanto? -pregunto mamá.
-No lo sé. -conteste sincero.
-Contesta. -sugirió.
-No, cuando terminemos. -dije.
-Seguro y ¿si es una emergencia? -dudo.
-Este no es el del trabajo. -aclare.
-Ah bueno, como tú quieras. -dijo.
Seguimos comiendo y hablando de cosas triviales. Tan pronto se acabó lo cena, me fui. Tenía que levantarme temprano porque tenía muchos pacientes. Me encantaba mi trabajo. Lo único que me dolía era ver a alguien morir y tener que dar la noticia a su familia. Ver esa reacción no era fácil. Me recuerdo que la primera vez que pase por ambas, al instante quería renunciar. Salí del trabajo decidido para no volver jamás. Pero después pensé la gran posibilidad que tenía para salvar a los demás. Si algunos iban a morir, pero tenía la esperanza que fueran más los que sobrevivieran. Me quedé y al tiempo comprobé que eran más los que vivían.
La pasión por esto siempre estuvo. Desde qué mi mamá me contaba lo poco que había aprendido y porque lo había escogido. Al principio diría yo como la mayoría de los niños quería ser policía para pelear con los ladrones, hasta que empecé a crecer.
Me despedí de mis padres y me fui para mi casa. En cuánto apago el auto mi celular suena. Es el mismo número que había estado llamando. Me decido conteste para terminar con esto de una vez.-Sí buenas ¿con quién hablo? -pregunte después de saludar.
-Buenas, ¿hablo con Stephan? soy Lin. -aclaro.
-Oh Señor Lin, ¿dígame todo bien? -estuve esperando esta llamada.
-Sí y/. -lo interrumpí, estaba ansioso.
- ¿Le gusto? ¿Qué dijo? -pregunte.
-Le encanto, nunca la había visto tan emocionada. Pero...-se calló de momento.
- ¿Pero? ¿Como qué, pero? -que estaba mal.
-Piensa que fue el señor West, no usted. -medio aclaro.
- ¿West? ¿Quién es? - ¿de quién me estaba hablando? ¿se supone que sepa quien es?
-El hombre que siempre la acompaña. -dijo.
- ¿Es su pareja? ¿Familia? -pregunte.
-Lo siento señor no puedo decir nada más. -se disculpó.
-Oh vamos Lin. -pedí. Rogué.
-No conozco sus intenciones. -explico.
-Créame que son buenas, muy buenas. -dije seguro de mí mismo.
-Voy a confiar en usted, no son familia. -confeso.
-Oh. -susurre.
-Pero eso es lo que puedo ver. Quién sabe. -dijo.
-Gracias. Lin, ¿me puedes ayudar en otra cosa? -rogaba que dijera que si.
-Depende. -dijo inseguro.
Tan pronto dijo esas palabras le explíqueme mi plan. Porque esto no se podía quedar así. Como voy a dejar que piense que West se lo regalo y no yo. Quien sabe si se tomó todo el crédito, si fuese ese el caso lo iba a matar. Un hombre que hace eso no es un hombre. Yo jamás tomaría crédito por algo que no hice. Además de mentir y engañar, era caer bajo. Porque sí otro hombre le hizo un regalo y eso emociono a tu chica sólo tienes que ajustarte los pantalones y hacerlo mejor. Aceptar que has perdido es de hombres.
Después de hablar con Lin me prepare para dormir, mañana me esperaba un día interesante. Me levanté la mañana siguiente por el sonido de la alarma. Mi mañana iba a ser normal, rutina. Me arreglé y salí directo para la clínica. En cuánto llegue le pedí a Liz un café y que me avisara de los pendientes para el día de hoy.-Toma. -me entrego el café con unos papeles donde decía mis citas del día.
-Gracias, ¿sólo estas? -agradecí u pregunté después de ver que eran tan pocas.
-Si. -dijo.
-Perfecto. -comente.
- ¿Necesitas algo más? -pregunto.
-No, estoy bien, gracias. -dije.
En cuanto se fue me dispuse a hacer mi trabajo. A la tarde después de atender a todos los pacientes. Apagué todo y salí, no era muy temprano ni muy tarde; era perfecto. Me despedí de Liz y llamé a Lin.
- ¿Todo listo? -pregunte.
-Si, señor. -respondió.
-Ok, pues voy para allá. -avise.
Me subí al auto y lo encendí. Cuando llegue llame para cerciorarme que todo estuviera listo. Todo listo. Recogí lo que sería mi pase para subir hasta el apartamento de Soraya. Me encontraba aquí para aclararle que el del regalo fui yo y no ese tal West. Sinceramente no se cómo pudo pensar que el de lo regalo porque la nota estaba firmada por "S" y pues el nombre de West está más que claro que empieza con W.
Le agradecí a Lin por su gran ayuda. Sin el no hubiera podido lograr nada de esto, aunque aún no lograba nada. Como quiera debía agradecer. Subí hasta su apartamento. Sinceramente di muchas vueltas en el pasillo pensando que decir. Había planeado todo menos que le iba a decir en cuanto abriera la puerta. Pensé y pensé, pero nada. No me podía ir ahora después que llegue hasta aquí. Inhala y exhala. Toque.-Voy. -grito esa voz desde adentro. Su voz.
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Todo Pasa Por Algo (AV #1)
Romance-Soraya, si vuelves a llegar tarde te despido.-dijo mi jefe con voz autoritaria -¿Qué? ¿Porqué? -esto no me podía estar pasando. -¿Porqué? De verdad lo preguntas porque llevas viniendo tarde todo el mes y mira que permití mucho pero ya no más.-cont...