Capítulo 25

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No podía creerlo, tres días y ya había otro idiota más y además tomaría la mitad de sus clases, bueno no bajaría su suelo y la clase que le interesaba aún estaba bajo su tutela. Por qué no lo negaría estaba molesta con ese hombre que no había echo nada, pero vamos que a ella le encantaba molestarse con las personas tal vez una actitud algo aniñada de su parte a pesar de ser mujer hecha y derecha.

Muchas veces lo había escuchado, muchos la criticaban por esa forma tan molesta de ser, pero a ella que le importaba la opinión de los otros, solo una bola de inútiles sin su carácter y su belleza que aún ni siquiera menguaba.

Exacto porque Rinji Kyoshi seguía siendo una belleza ante sus ojos, su cabello castaño las ropas que tan bien se le marcaban a su figura y las gafas solo destacaban aquella belleza innata con la que había nacido. Esa era su arma secreta, con ella conseguía todo lo que quería desde joven, a cuanto hombre deseara solo debía de mostrar esa faceta tan delicada y dulce que atraía a todos y lo tendría en la palma de su mano.

Aunque algunas veces esos encantos no servían de mucho, algunos hombres parecían no tomarle atención a su hechizo y la ignoraban, otros ni si quiera les interesaba tenerla al lado, por dios ¡Ella era una obra de arte andante! ¡¡Deberían de estar agradecidos de poder respirar su mismo aire!! Pero como toda mujer digna solo lo paso por alto y los dejo de lado, ese fue el caso de algunos colegas que simplemente la ignoraron.

Bueno, no se daría rollos al fin y al cabo podría tener a más de algún estudiante babeando por pasar una noche con ella, oh claro pero tenía a la enfermera como una competencia, esa actitud tan jodidamente pura eh inocente era mil veces más llamativa que su sensual cuerpo, pero ahora ella fue despedida así que tenía que retomar cancha en esos momentos.

-Bien, un cambio para este magnífico día vendría de maravilla –Dijo en su departamento frente a su armario, ese día tenía planeado acostarse con uno de sus alumnos, para su suerte era uno de los cursos que tomaba –Bien, mi dulce estudiante, creo que serás consentido por tu hermosa y carismática maestra –Murmuro al aire.

Una falda de tubo corta apegada a su pie color verde oscuro, una blusa con dos de los primeros botones abiertos de color crema y una chaqueta del mismo tono que la falda, a diferencia de unos parches y pequeños detalles en cuero color beige. Cabe destacar que llevaba unas pantis de color piel unos tonos más oscuros además de unos tacones del mismo color que el conjunto.

Con una sonrisa triunfal arreglo su cabello, coloco su maquillaje y por ultimo las gafas para luego salir a la calle con dirección al instituto llamando la atención de los hombres que andaban por la ciudad, podía sentir como su ego crecía a cada par de ojos que volteaban a verla.

-"Bien Yamada Taro, espero que hayas echo tu tarea porque te tendré muy ocupado"

.:OoO:.

-Bueno, ese es el plan –dijo con simpleza la peli morado cepillando su cabello, tras ella su hermana parecía estar aterrada ¿eso tenía que ser una broma?

-Dios, Sakyu ¡¿no crees que es mucho?! Santo cielos, es una maestra!! ¡Tú maestra! –Dijo la muchacha aun sin peinarse ni ponerse la capa de maquillaje que normalmente solía colocarse encima.

-Con más razón, sería una mini venganza por el último examen –Dijo con un tono burlón en su voz mientras pintaba sus labios.

-Esto es joda ¿verdad? –la chica estaba asustada ¿de dónde había salido esa Sakyu? ¡Esa chica frente al espejo no era su hermana!

-Oh, Inkyu –La mayor se levantó calmada acercándose a su hermana pasando los dedos por el suelto cabello de esta, acercando su rostro al de la joven –Soy yo, no puedes ver –Beso suavemente los labios de la chica dejando un rastro de maquillaje rojo –Eso no lo cambiara, estoy devolviendo mis favores además, esa mujer es una molestia y lo sabes, no pasara nada tu solo confía –Murmuro mientras un ligero destello rojizo salía de los lentes de contacto para luego volver a la normalidad –En fin, te dejo el baño a ti hermanita no tardes tanto –Salió dejando a la peli rosa viendo un punto a la nada para luego volver en sí y apresurarse en arreglarse.

Just Love Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora