Capítulo 35

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-¡Aishi-Kun!¡Qué bien que volviste! –Dijo animada Inkyu abrazando al pequeño azabache, siendo seguida por Hayato quien estaba igual de feliz que la peli rosa.

-S-Si, podrían soltarme –Dijo el oji negro siendo apretujado por ambos chicos.

-¡¿Qué?!¡Claro que no! –Dijo Hayato apegándose más al cuerpo del menor.

-Van a terminar asfixiándolo –Dijo Sakyu viendo como su hermana y amigo apretujaban el cuerpo del adolecente.

-Fueron dos días sin Aishi-Kun –reclamo Inkyu inflando las mejillas.

-Es aburrido no tener a Aishi-Kun con nosotros –Se quejó Hayato mientras cómo podía enredaba sus brazos en el torso más delgado.

El timbre resonó por la escuela dando aviso al inicio de clases, a regañadientes le oji cian y el oji verde se separaron de Ayano, iban entrando al instituto pero el menor se disculpó con los tres ya que tenía "asuntos" que atender. Tanto Inkyu como Hayato no le dieron importancia al asunto, pero la oji amarillo sabia a que se refería, asintió desganado subiendo hasta su salón junto al peli verde.

Pronto los pasillos del instituto se vaciaron y de forma rápida el menor salió del instituto caminando hasta la parte trasera del gimnasio donde algunos arbustos y árboles decoraban el paraje, se acercó a las sombras que proporcionaba el follaje de las hojas que caían con la llegada del otoño encontrando en posición fetal a su marioneta, con un uniforme limpio y arreglado sin rastros de sangre, con el cabello limpio y el rostro inexpresivo, la mirada purpura no reflejaba vida, solo un vacío que sentía el joven ocultista.

-Bien~ Higaku veo que te sienta bien tomar algo de aire ¿Verdad? –Pregunto el menor llevando sus manos hasta su bolsillo, el otro no respondió –Bueno, es algo temprano y la gente ya entro a clases, espero que eso no te moleste ¿verdad? –nada nuevamente, la sonrisa de satisfacción en el rostro del menor era gigantesca, estaba orgulloso de haberlo logrado –Bueno, en ese caso tendrás que esperar hasta la hora de receso, que mal~ bueno te dejo este regalito –Comento mientras de su maleta retiraba un objeto envuelto en un viejo trapo, trapo que pertenecía a la antigua y desecha camisa de Shin, dejo caer el objeto envuelto que salió de la blanca tela mostrando el peligroso brillo metálico de este –Dale un buen uso Higaku~ -Comento antes de marcharse dejando al peli oscuro viendo el objeto corta punzante.

-Buen...uso... -murmuro mientras extendía su mano tomando el mango del cuchillo viendo de cerca el filo que reflejaba su mirada perdida –Buen...uso... -Estuvo un buen rato observando el objeto centrado en este.

Mientras tanto, Ayano suspirando cansado se aventuraba a entrar a aquella oficina con desgano, no quería verle pero para entrar a su salón sin que le hagan preguntas de más necesitaba hablar con ese hombre, tomo una bocanada de aire mientras tocaba la puerta escuchando la afirmación para ingresar a la oficina, abrió la puerta viendo como el de gafas había levantado la vista para verle, con claridad noto la sonrisa ladina que asomo por los labios del consejero.

-Oh~ vaya Aishi-Kun pero que sorpresa verte en mi oficina~ -Dijo mientras dejaba de lado la laptop centrándose en el azabache menor.

-Si...supongo –Dijo mordaz el menor entrando colocándose frente al escritorio.

-¿sigues molesto por la suspensión? –pregunto el de gafas divertido.

-...No realmente, me fue de utilidad en realidad –Comento con el rostro indiferente.

-Ya veo, aun así ¿Qué haces aquí Aishi-Kun~? Necesitas algo de mi ¿Verdad? –El menor asintió –pues dime ¿Qué es? –cuestión apoyándose en su mano derecha.

Just Love Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora