Capítulo 30

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Esa era una maravillosa oportunidad, Ayano estaba ahí de pie, en la puerta de la azotea viendo con claridad como su amado se encontraba sentado en una de las bancas cabizbajo, completamente solo, era la oportunidad más que perfecta para aparecer "repentinamente" y consolarlo de manera dulce.

-Esto...Yamada –llamo el menor acercándose al más grande tomando asiento junto a este –¿Te encuentras bien? –pregunto mientras acariciaba con cuidado el brazo del otro.

-E-Eh, a si...supongo –Dijo con la voz baja.

-Si te sientes mal puedes desahogarte conmigo –Ayano sonrió abrazando al mayor –Yo estoy aquí, para escucharte –Dijo con la voz tranquila.

-es solo que... -Taro poso su mano en las del menor que sujetaban su cintura apretándolas –Eran... amigos míos, ellos –El mayor mordió su labio inferior sintiendo las ganas de llorar –Y lo peor es que no hay nada en los noticieros ni en los periódicos...

-Ya veo –Ayano sonrió para sus adentros mientras acercaba su rostro al del otro besando suavemente la mejilla del mayor quien vio de reojo al más joven que sonreía para su persona.

-Hum, e-esto Aishi ¿puedo? –pregunto dudativo girando su rostro al del más joven.

-¿Qué cosas? –cuestiono tomando un poco de distancia para ver al otro.

-Esto –Dijo para tomar en un suave y casto beso los labios del otro, quien sorprendido acepto gustoso aquel contacto suave.

Las manos del mayor apresaron las más jóvenes entre las suyas entrelazando los dedos, Ayano sentía su corazón acelerarse y su respiración volverse irregular, el beso entre ambos se volvió demandante siendo Ayano quien pidió permiso para explorar la boca del otro lamiendo el labio inferior a lo cual Taro acepto sin problemas. Sus lenguas se entrelazaban entre ellas y las manos de ambos paseaban por el torso del otro, las manos del menor presionaron la nuca del otro evitando que este se separara.

-Ejem, disculpen mi interrupción –Se escuchó la voz de un extra rompiendo la atmosfera que habían formado entre ambos, de mala gana el menor se separó de su amado volteando a ver viendo frente suyo al consejero con los brazos cruzados y lo que se notaba como una sonrisa forzada –Pero creo saber que esa clase de actos no se hacen en una escuela...

-Bueno...esto...nosotros no... -Taro no sabía que responder realmente se había dejado llevar, mientras que Ayano solo veía molesto al de gafas.

-¿Qué necesita? –pregunto Ayano sin separarse del otro.

-Oh, bueno necesito que a la tarde pase a mi oficina joven Aishi, tengo temas de qué hablar con usted –Dijo cambiando la expresión forzada por una relajada –Lo espero a las cuatro en mi oficina –Dijo marchándose justo en el momento en el que timbre sonó.

-...Tks –El menor se levantó disgustado junto al otro quien en cambio veía preocupado al más bajo.

-¿tienes algún problema? –pregunto sin siquiera molestarse en soltar las manos del otro.

-N-No realmente –el menor se sonrojo disfrutando de aquel tacto.

-En ese caso, nos vemos aunque puedes confiar en mi por cualquier cosa –Dijo dándole un suave beso en la frente despidiéndose del menor.

Ayano se quedó un momento más de pie sin moverse, sentía las mejillas arder al saber que significaba un beso en la frente, era algo tan tierno que su amado le haya dado un beso en la frente, se sentía desfallecer por la emoción que sentía.

Aun embobado fue rumbo a su salón pero al llegar al tercer piso recibió un mensaje que curioso abrió, al notar que trataba de su "informante" se adentró a uno de los baños abriendo el mensaje leyendo el contenido.

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