Capítulo 3

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Era un nuevo día en Buraza Town y Ayano despertaba a las seis cuarenta y cinco completamente pegajoso sintiendo su cuerpo aun perezoso, su mano derecha se sentía pegajosa cada vez que movía sus dedos, tenía la camisa del pijama abierta dejando todo su pecho al descubierto junto a sus blanquecinas piernas y ahora dormido miembro, rio por lo bajo mientras volvía a echarse en las sabanas recordando todas aquellas imágenes que pasaron por su mente la noche de ayer, aquella sensación de ser amado por su Senpai, de mala gana se levantó de la cama sacándose la única prenda que lo cubría entrando al baño, dejando que el agua cayera por sus hombros refrescándolo, aun sentía calor por su cuerpo al solo recordar aquellas sensaciones que tanto amaba. Estaba decidido, no importaba que debiera hacer para tener a su amado senpai en sus brazos. Salió de su casa aun con tiempo, caminando por las calles admirando como el sol salía entre las colinas, llego como siempre a las siete en punto, tenía una hora antes de clases, tranquilamente se fue a sentar cerca de los cerezos esperándolo, lo vio llegar, nuevamente sin la molesta peli naranja, se levantó tratando de armarse de valor, camino hacia él pero solo consiguió ponerse nervioso y retroceder, salió corriendo hasta la parte trasera de la escuela encontrando el muro de arbustos echo por el club de Jardinería, cruzo el arco echo de hojas entrando al recinto, camino por entre los arbustos que decoraban el camino que rodeaba los huertos del club, se detuvo en uno de los banquillos e madera tomando asiento, estaba realmente agotado, quería hablarle, quería que su amado Senpai se fijara en él, pero no sabía cómo, su corazón se aceleraba cada vez que se acercaba a él y la palabras no salían de su boca, se levantó con intenciones de irse pero la puerta de madera se abrió dejando entrar al su amor platónico, rápidamente se escondió tras el cobertizo de madera viendo como su amado azabache entraba sanando algunas regaderas.

-mañana tendrá que encargarse Osana, miren que dejarme todo el trabajo a mí solo hoy- se quejó el azabache mayor mientras se encargaba de regar el huerto y las flores del club- creo que con eso será, por lo menos hasta mañana- dijo mientras dejaba la regadera en el cobertizo y se iba a clases, Ayano se dejó caer al césped aun sintiendo el rostro caliente, habían estado los dos solos, sin nadie a su alrededor, las posibilidades eran infinitas pero no fue capaz de encararlo, suspiro resignado levantándose del suelo.

-será mejor que me vaya a clases- dijo resignado después de esperar a que su senpai se hubiera ido- pero antes- susurro entrando al cobertizo viendo con la mirada aquella regadera que había utilizado su amado acariciando el mango metálico sintiéndolo a un cálido- cuanto deseo poder acariciar tus manos y sentir este calor- murmuro mientras una sonrisa se formaba en sus labios- así que...Osana-chan estará aquí sola- susurro viendo de reojo aquella herramienta eléctrica que resplandecía con malicia, la sonrisa que antes había sido de enamorado se deformo a una sonrisa macabra, podía sentir las ganas de estallar de risa al solo pensar en lo fácil que iba ser deshacerse de ella. Salió del club de jardinería corriendo a su salón, que para su suerte no había llegado tarde tomo asiento en la última fila esperando a que el maestro llegara, tocaba la clase de deportes, la clase se dirigió a los camerinos a un costado de la escuela, Ayano se cambió rápidamente llegando al gimnasio con su clase, todos tomaron asiento en el suelo de madera mientras el maestro explicaba la actividad.

-y bien la primera clase será en pareja, escojan a un compañero- hablo el maestro apuntando con la lapicera, en ese momento Ayano no sabía con quién aliarse, no era alguien sociable, en realidad poco y nada le importaba el tener amistades, pero para estos momentos un conocido sería útil.

-Hey!- le hablo un chico de cabellera verde con el flequillo tomado y ojos del mismo tono- seamos compañeros!-dijo entusiasta.

-Hum...bue...- pero no puedo continuar cuando fueron interrumpidos por un chico de gafas rojas.

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