Just Love Me.

Capítulo 36

.://Octava semana//:.

-¡Hijo!¡Hijo ya han pasado tres días!¡Tienes que ir a la escuela, salir, comer por lo menos –Decía la mujer desesperada golpeando la puerta.

-No tengo ganas –contesto la voz deprimente al otro lado.

-¡Budo!¡Soy tu madre! –Grito harta -¡Ábreme la puerta! Hijo...por favor, no me hagas esto –dijo cambiando el tono molesto por uno lastimero.

-...bien... -dijo con la voz y apenas audible, con cansancio se levantó arrastrándolos pies quitando el seguro, al momento de abrir la puerta su madre se adentró a su cuarto abrazándole.

-Mi bebé ¿Qué ocurre? –dijo apretujando el cuerpo de su único hijo, el mayor tuvo que bajar la cabeza para ver a la mujer al ser una cabeza más baja que él.

-Nada...

-no me digas "nada" se que te ocurre algo –La señora guio a su hijo sentándolo en la desecha cama –Bien ¿Qué tienes? –dijo cruzándose de brazos.

-...nada...

-Budo, no por nada dejas de comer y salir tres días ¿fue por el incidente del día viernes?

-No...bueno sí...pero no exactamente por el motivo que crees –Dijo con un nudo en la garganta.

-¿entonces? –dijo pasando sus dedos por el cabello de su hijo.

-... -tomo aire antes siquiera hablar, en su mano sujetaba la gargantilla de Shin con fuerza –¿recuerdas a Shin? –murmuro bajo.

-¿Shin?¿El chico que traías a casa?¿Tu amigo? –Dijo viendo a su hijo quien asintió –¿es por qué era tu amigo?

-no era mi amigo –dijo seco mordiendo su labio.

-¿eh? Pero siempre les vi juntos ¿Por qué dices eso?

-Mamá...Shin no era mi amigo –tomo una gran bocanada de aire armándose de valor –Shin era mi novio...

-¿n-novio? –Pregunto sorprendida –¿n-no me digas que eres...?

-No exactamente

-¿entonces? –no pillaba por donde iba su hijo.

-S-Solo me gustaba él –Para su desgracia soltó un lastimero sollozo al no poder soportar el nudo –P-Pero...¡No tiene sentido!¡¿Por qué?! –llevo sus manos a su cabeza apretando el cabello desesperado.

-Budo... -su madre rodeo el tembloroso cuerpo de su hijo acunándolo entre ellos y apretujándolo contra su pecho. Masuta se aferró a su madre tratando de soportar las lágrimas que traicioneras escapaban de vez en cuando.

-no sé qué hacer ¡maldición!¡no pude hacer nada! –Decía frustrado apretando su agarre –jure proteger a otros –comenzó a murmurar –Lo jure en el momento en que él no volvió –su padre se mordió el labio solida ante aquello –Procure cuidar a los más débiles como él...pero...pero como se supone que lo haga...ni siquiera pude cuidar a mi pareja...

-No fue tu culpa ¿Cómo podrías saberlo? –consolaba soportando las lágrimas que querían escaparse.

-¡no importaba! Saberlo o no ¡Debí haber estado con él!¡Debí protegerlo, Detenerlo! Pero...de nada sirvió...ya...ya no importa...ya no importa nada, no lo tengo conmigo ¿Qué hare ahora?

.:OoO:.

-Así que...el club de ocultismo cerro –Dijo sentado al lado del menor quien internamente festejaba de tenerle tan cerca.