Capítulo 1

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Estaba tomando un poco de café, era mi combustible para empezar todas las mañanas, ya estaba en el campus de la universidad, era el primer día de clases, el último año de mi carrera. Estaba entusiasmado.

-¡Dijiste que estarías aquí, idiota! -escuche decir, no era para nada extraño escuchar a William hablar así.

William un chico de piel blanca, con unos ojos azules, que por supuesto no presumía para nada, sonrisa contagiosa y muchos tatuajes, ese es William Baldwin, uno de mis mejores amigos.

-¡Estoy aquí! -dijo James en tono obvio.

James Cameron, un chico de tez morena muy clara, siempre vestido con sus botas color mostaza y su característica barba, era el aplicado, un cerebrito podía decirse aunque no se vestía como uno, también mi mejor amigo.

-¡Desde hace cinco minutos! -se alteró William.

-¿Cómo es que desde el primer día ya estas fastidiando? -dijo James frunciendo el ceño.

-¡Es un arte! -comenzó a reír William.

-Hola chicos -llegue a saludarlos.

-¡Al fin llegas! Nos tienes esperando media vida -dijo James.

-Lo sé, no son nada sin mí -bromee.

-¡Por favor yo soy muy famoso en la universidad! -dijo William, estallamos en carcajadas.

La universidad era muy grande, cada facultad con su edificio, a pesar de ser mejores amigos no compartíamos una sola clase juntos, ya que William estudiaba arquitectura, James informática y yo psicología, lo sé muy opuestos; amaba mi carrera y cada una de las partes de la misma, me parecía fascinante el cerebro humano, la psicología es el estudio literal del alma/la actividad mental porque dentro de ellos se encuentra la percepción, la atención, la motivación, la emoción, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia, el pensamiento, la personalidad, las relaciones personales, la conciencia y la inconsciencia, todo eso me encantaba.

Llegue al aula #230, psicología social, cuando estaba en la entrada tropecé con una compañera.

-Lo siento -me dijo.

-No, no es nada...-le sonreí.

Ella de inmediato se ruborizo y paso a mi lado sin decir nada más.

Debo admitir que no deje de mirarla durante toda la clase, ni si quiera recuerdo que hablaba la señora Watson, solo podía verla a ella, era muy linda, su cabello era castaño muy largo, su piel un poco bronceada y sus labios parecían muy suaves, simplemente me capturo.

-Por favor necesito que anoten lo que está en la pizarra -habló la señora Watson.

Tomé mi libreta y comencé a escribir, me detuve cuando sentí una mirada sobre mí, era ella, cuando nuestras miradas se encontraron sonrió con sus mejillas de un carmín muy suave. Cuando termino la clase no pude evitar acercarme a ella.

-Nos vemos -me acerque peligrosamente y muy lentamente me aleje.

Llegó el almuerzo y nos reunimos con los chicos de nuevo.

-¿Vas a comerte eso? –William intentaba robarle la comida a Ally como siempre.

-Podemos comer la mitad... –empezó ella.

-¡Deja comer a Ally! -dijo James defendiendo a su novia.

Ally y James eran pareja aproximadamente hace cuatro años y medio, Ally Johnson fue lo mejor que pudo pasarle a James, ella era de piel morena como él con su cabello rizado y sus labios muy gruesos, dulce, comprensiva y muy atenta.

-Tranquilo amor, puedo darle un poco -tomo su cubierto y cortó la dona.

-Hola Ally -besé su mejilla.

-Qué bueno verte Patrick -dijo ella.
-¿Cómo fue el primer día?

-Tengo mucho que contarles y necesito tu ayuda Ally, hoy conocí a una chica... -y justo cuando comenzaba a describir a la chica se escuchó un fuerte golpe por toda la cafetería.

-¡Creí que había dejado las cosas claras! -todos seguimos aquella voz
-¡¿No fue así?¡ -era Avan

Le estaba gritando a la chica de mi clase. A penas pude ver su rostro cuando él la llevo fuera de la cafetería.

-Hay cosas que nunca cambian -dije refiriéndome a su carácter.

-Hay cosas que no puedes cambiar -dijo William.
-Cambiando de tema ¿cómo está tu mamá, Patrick?

-Aún está un poco mal

-¿Volvió a decaer? -preguntó James.

-Así es....

Mamá tenía leucemia, estaba en etapa tres. Un día, hace 5 años, despertó con una mancha púrpura en la espalda, todos quedamos en shock cuando dijeron que era cáncer, a la fecha aún es impactante.

-¿Cómo te sientes? -llegue a casa, mamá estaba en la cocina.

-Bien -bese su frente.

Mamá estaba preparando la cena, su cabeza estaba cubierta por un gorro de lana y en su mano un pequeño tuvo plástico que le proporcionaba suero, siempre estaba su lado colgando de una especie de perchero del hospital.

-No necesitas cocinar, yo puedo hacerlo -le dije.

-Cariño déjame hacerlo, habrá un momento en que ya no podré

-Mamá podrías dejar de hablar sobre tu muerte -me molestó mucho.
-¡No morirás!

-Amor mírame
-Esto no es vida

-Pero mejorarás

-No lo creo Patrick

-¡Mamá estoy harto! -las lágrimas corría por mis mejillas.
-Tus palabras nos lastiman a todos, ¡nadie quiere que mueras!

-Patrick...

-¡No! -solloce.
-¡Quieres abandonarme!

-No digas eso -acuno mi rostro en sus manos.
-Lo siento, jamás volveré a decirlo

La historia que nunca contéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora