Capítulo 39

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Ella estaba frente a su casillero cuando me acerqué.

-Belleza -la abrace por su cintura.

-Flaco... -me dijo sonriendo- Ya casi estoy lista

Estaba limpiando por lo que parecía aquel lugar, ya que al lado estaba el cesto de basura repleto de crayones, borradores, bocetos y tubos de pintura inservibles.

-Wow, la vida de un artista -dije riendo.

-Lo sé, lo sé
-Mi casillero esta exactamente igual a mi vida, hecho un desastre

-No es para tanto, nunca has visto la habitación de James -le dije.

-Por favor, James es la persona más organizada que conozco -tomo un par de pinceles y los arrojo al cesto.

-Claro, dile eso a la ropa sucia, restos de pizza del mes pasado, y proyectos en su habitación -le dije.

Ella negó con su cabeza riendo. De pronto tomo un cuadernillo con la cubierta un poco dañada, lo observo unos segundos y arrojo al basurero. Yo lo tomé.

-¿Es tuyo?

-Si... -dijo sin mirar aquel objeto- Ya no lo necesito, comprare uno nuevo

Llámame loco, pero había algo en aquel libro de cubierta desgastada y color opaco. Así que cuando ella estaba distraída lo guarde en mi bolso.

Después de aquel gran accidente ella había terminado con Avan. Debo admitir que al principio no estaba muy seguro, hasta que llegue a casa ese mismo día por la tarde.

-¡Vaya si es el héroe en persona! -era Avan en mi pórtico notablemente ebrio.

-¿Qué rayos haces aquí?

-No me digas que no te has enterado... -bebió un poco de la botella en su mano- Me boto, me mando al carajo

-Sí, ya lo ha dicho -le dije.

-¿Puedes creerlo? -me preguntó- Termino conmigo así como si nada, tan fácil me olvido

Sus ojos estaban demasiado rojos debido alcohol y su cuerpo se tambaleaba de un lado a otro.

-Es una perra sabes -me miró- Tres años de mi vida, tres años de lecciones, errores y buenos momentos... Y termina conmigo por el primer idiota que le promete la luna

-Lárgate Avan, vete a otra parte -camine a su lado alejándome.

-¡Joder idiota, no lo entiendes! -tomo mi camisa en sus manos- ¡Jamás lo has hecho!

Me miro muy molesto, sus puños se aferraban a mi camisa, tirando de ella en su dirección.

-No conoces la verdad, cuando la escuches... -me dijo- No podrás con ella

-Suéltame imbécil -le dije, intentando zafarme de su agarre.

-Yo era igual que tú Patrick -di media vuelta y camine hacia la puerta- Tan estúpido que creí que mi amor podría borrar todo aquel gran pasado...

Ignore sus palabras y entre a casa, pero me detuve al escuchar su voz una vez más.

-Pero no podrás, porque cuando ellos salen... no hay lugar donde puedas ocultarte

Aquella fue la primera vez que sentí miedo sobre el pasado de Cassie.

La historia que nunca contéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora