La historia que nunca conté

Capítulo 36

No pude terminar el trabajo esa noche, estaba muy cansado, porque eran las 5 am cuando decidí por fin irme a dormir. Además al día siguiente tenia clases muy temprano.

De nuevo por la tarde lo retome.

-Gracias por recibirme -dije cuando ella abrió la puerta.

-No es nada -me sonrió- Pasa

-Quisiera terminarlo en casa pero Theo está un poco sensible, así que está llorando constantemente y no puedo concentrarme...

-Lo entiendo, no te preocupes -me dijo- Toma el tiempo que necesites

Coloque todas mis cosas sobre la mesa y comencé de nuevo.

Tome la carta #5

"Querido amigo:
Es muy difícil perder a la persona que más amas en todo el mundo. Entiendo totalmente por el dolor que estaba pasando, no puedo ni imaginar todo lo que sentía él en ese momento. No tenía palabras para ayudarlo a sentirse mejor. No tenía nada que decir, porque no importaba que dijera el continuaba llorando como el niño que una vez fue.

Me partía el corazón ver sus lágrimas correr por sus mejillas mientras intentaba ser fuerte por su madre. Lo extraña. Lo extraña tanto como el sol en un día soleado. Lo daría todo por estar juntos, todo."

Imagine que se refería a su novio. Al parecer él estaba pasando un periodo oscuro en su vida, periodo que a ella le dolía profundamente porque aunque no lo creas, con tan solo leer la carta podía sentir la tristeza con la que ella lo escribió. Era alguien muy importante.

Carta #6

"Querido amigo:
Ahora él lo sabe. Primera mentira✔"

Carta #7

"Me enamore.
No hay vuelta atrás, desde el momento en que bailamos esa canción, me di cuenta que no podía escapar, él puede usar cadenas, puede arrojar la llave, no importa, no me iré."

Anotaba todos los aspecto de su comportamiento, incluso intente buscar en mis trabajos anteriores algo sobre estar en una relación enfermiza, porque la relación con su novio era algo que desequilibraba su vida, él tenía mucho poder sobre ella. Yo quería saber cómo lo hacía.

***

-Patrick... -me susurro- Patrick, despierta

-No, tengo que terminar mi proyecto -dije aun dormido.

-Ya lo has terminado -rio ella.

Ella acarició mi cabello suavemente, no quería despertar, quería dormir un poco más. Al final me rendí y abrí mis ojos.

-Creo que debes descansar un poco -me dijo sonriendo.

Me puse de pie, ella me llevo a su habitación. Tome asiento sobre la cama y ella se ocupó de quitar mis zapatos.

-Belleza...

-Dime

La tome por su cintura acercándola a mí. Bese sus labios, una y otra vez, ella se colocó sobre mis piernas, los movimientos eran lentos, como si quisiéramos recordarlo para siempre. Sus manos viajaron hasta mi cabello desordenándolo a su antojo, de un movimiento rápido yo estaba sobre ella presionando su cuerpo contra el colchón.

Ella enredo sus piernas alrededor de mi cintura intentando estar lo más cerca posible, nuestros latidos comenzaban a acelerarse. Abrió un poco su boca para profundizar el beso, el sabor de su boca era excitante, nuestras respiraciones estaban agitadas, pero no quería hacerlo a menos que ella lo pidiera.

De pronto mi camisa estaba en el suelo al igual que la suya.

-Dime que esto es real -me dijo con sus ojos cristalizados.

-Es lo más real que he sentido en mi vida... -le sonreí.

Ella correspondió besando mis labios de nuevo. Había imaginado cientos de veces cuando lo haríamos, no te mentiré, pero esta vez era verdad. Ahí estábamos los dos, cubiertos por una sabana muy ligera con nuestros cuerpos desnudos, enlazados de la manera más sucia, cruda y hermosa posible.

Cuando desperté al día siguiente ella aún estaba dormida, sé que sonara lo más cliché del mundo, pero la observe mientras dormía. Sus labios entreabiertos con un leve zumbido al respirar, su rostro sin gestos, sus pies descubiertos; en sus uñas habían rastros de mi piel, y en mi piel había sudor del compartido.
Su cabello derramado sobre el colchón, sus pliegues en perfecto claroscuro.

-Eres toda mi vida -le susurre.