La historia que nunca conté

Capítulo 9

-Entonces si este objeto está aquí, ¡sin moverse!

Necesita que esa información se pegará a mi mente, en verdad, ya estaba cerca el examen.

-¡Patrick! -llegó Paola corriendo- Están peleando

-¿Quién?

-James, él empezó todo -salimos corriendo del lugar.

Cuando llegamos James estaba sobre Dan golpeándolo tan fuerte que estaba sangrando, Dan rápidamente giro y cambio de lugar, él lo golpeaba ahora.

-¡Dilo otra vez! -le gritó James.

-¡Eres un idiota alcohólico! -James se abalanzó sobre él, haciendo que cayera sobre su espalda.

-¡Imbécil! -otros amigos de Dan taclearon a James y lo sostuvieron de los brazos.

-Ya veo porque Danielle te abandono -dijo Dan riendo mientras limpiaba la sangre.

Así fue como comenzó la pelea, minutos después llegó William a separarnos.

-Son unos imbéciles, ¿No puedes pelear como hombre? -le dijo a Dan.

Con quien no debías meterte a pelear era William, durante toda su infancia practicó boxeo, así que un golpe era una segura ida al hospital.

-¿Vienes a defender a tu novio marica? -dijo Dan.

El puño de William estrelló con la nariz de Dan, después de eso la nariz de Dan jamás volvió a ser la misma.

Las peleas con Dan y James siempre fueron constantes, por cualquier comentario, a veces incluso con una simple mirada, o un simple rumor iniciaba todo y en otras ocasiones si era algo grave. No te contaré porque Dan y James se odian, porque es una historia muy larga y por una pequeña pelea, no lo contaré, esperare un tiempo.

Esa tarde no podría ver a Cassie, quería ver a mamá en el hospital entonces debíamos dejarlo para otro día.

-¿Cómo estás? -le pregunté sentándome a su lado.

-Estoy bien -mamá cada vez estaba más débil, siempre trato de ser fuerte.

-Que bien mamá, vine a leerte -saque el libro de mi mochila.

Desde hacía varias semanas mamá me dijo que se sentía muy deprimida, entonces ya que no había mejor inyección contra la realidad que la fantasía tome un libro y comencé a leérselo para hacerla sentir mejor, muchas veces ella se quedó dormida y en otras era yo, pero fue algo que nos unió más.