Capítulo 26

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Estaba en la cafetería esperando mi almuerzo, el que se supone Paola compraría por mí para quedarse con el postre. Mientras esperaba William llego a la mesa.

-¿Podrías cambiar esa cara? -le dije.

-¡No se me da la gana! -me dijo molesto

-Siempre tienes que hacer un drama de todo esto...
-Solo es tu hermano

-Claro como no te fastidia a ti -estrujo la botella de refresco con sus manos.

-Solo es una visita, no es el fin del mundo

-Tu no lo conoces lo suficiente -me miro- Además, no estoy de humor para soportar sus estúpidas bromas

-Solo es una semana... ¿Qué podría pasar?

-7 días, es como un siglo con mi querido hermano -suspiro cansado.

-Al menos no se acerca al campus -le dije riendo.

Resulta que el hermano de William estaría de visita toda una semana, una desgracia para él, ya que su hermano, cinco años mayor, gustaba de hacerle bromas, aunque lo que cualquiera miraría normal para William era una tortura.

-Espera que ya está llamando -dijo tomando su teléfono- ¿Te arrepentiste de la visita?

Coloco el teléfono sobre la mesa y el altavoz activado.

-Nunca, no me perdería el verte sufrir -dijo riendo.

-Hola Alan -le dije.

Alan era bastante parecido a William, ambos tenían un cuerpo muy bien trabajado gracias al deporte que practicaban. Alan practicaba béisbol, aunque la diferencia más notable era que él era rubio y William castaño. El también presumía sus ojos celestes y su gran trasero.

-Hola Patrick, que gusto escucharte, ¿quieres ir por unos tragos al rato?

-¡No, no quiere! Vete a joder a otro lado Alan, ya tenemos planes -dijo molesto William.

-Por favor hermanito, un par de tequilas no le hacen daño a nadie

-Tiene razón... -dije.

-¡De qué lado estas! -dijo William.

-No hay lados -lo mire obvio.

-Los veo por la tarde -dijo Alan terminando la llamada

Las clases terminaron un par de periodos después, al llegar al estacionamiento me encontré con Lexi, aunque nunca la mencione antes es más que una amiga, hace un par de años fuimos pareja, éramos demasiado jóvenes para comprender realmente lo que estábamos prometiendo. Con el paso de los años nos dimos cuenta que a pesar de todo el dolor que causo nuestra separación aún se conservaba intacta aquella primera amistad, así que sí, ella era muy especial para mí.

-Vamos por un frozen de mango -dijo sonriendo.

Skyler era muy linda, sus ojos eran tan celestes como el cielo lo era en verano, su cabello era una mezcla de rubio con castaño, y su piel blanca ligeramente bronceada.

-Claro -le dije- Tienes mucho que contarme

Parecía que no había pasado el tiempo, ella era la misma, aun con su sonrisa amplia y el brillo en sus ojos. Aun provocaba en mí el mismo efecto, aunque claro las mariposas en el estómago ya no existían.

-Vamos admítelo, eras un rompe corazones en aquellos años -dijo riendo.

-Era solo una apariencia -dije sonriendo.

-Quisiera escuchar sobre tu nueva conquista -dijo- Paola me dio un breve resumen

Suspire profundamente, intentaba ordenar mis ideas y explicarlo de la manera más normal posible.

-Se llama Cassie, no se realmente lo que me pasa con ella -dije.

-¿Es una ilusión lo que sientes? -preguntó.

-Te juro que no, puede atarme con cadenas, puede arrojar la llave -reí- No iré a ninguna parte

-¿Entonces qué esperas? -me miró- ¡Hazlo!

La historia que nunca contéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora