La historia que nunca conté

Capítulo 28

Estaba sentado solo en la cafetería, resulta que ninguno de mis amigos me apoyaba, todos creyeron que mi reacción fue exagerada. Imagínate tuve que escuchar un sermón por parte de Jessica y uno por parte de James, casi moría de aburrimiento.

-¿Puedo sentarme? -llego Avan- Oh es cierto, no hay nadie

-Lárgate Avan, no estoy de humor

El soltó una carcajada con mucho ánimo, creo que nunca lo había escuchado reír.

-Se perfectamente por lo que estás pasando -tomó asiento y coloco su bandeja en la mesa-¿Quieres?

Me ofreció un pudin.

-Vamos, tú sabes que lo necesitas...

Lo tome por dos razones: 1. El pudin era de chocolate y 2. Él tenía razón.

-¿Cómo te sientes? -me dijo- No es que me importe

-Como si estuviera tres metros bajo tierra -dije intentando abrir el pequeño bote.

-Solo tira de esto -señalo la pestaña- La primera vez es una mierda, te das cuenta que te ha visto la cara de imbécil todo este tiempo

No tenía ánimos de preguntar cómo es que sabía tanto al respecto, porque quizás no quería escuchar la respuesta.

-Te sientes jodidamente traicionado -comió un poco.

-Jamás lo imagine, no de ella -le dije.

-¿No? Es obvio que no escuchas lo que dice en los pasillos -me miró- ¿Nunca entraste al sitio?

-¿Qué sitio?

-Olvídalo -me dijo- Pero te diré algo Patrick... esto me ha pasado más veces de las que podría contar

-¿Y es verdad? –pregunté.

-No lo sé -elevo sus hombros restándole importancia- Pero los rumores están y ya sabemos cómo puede eso terminar con la reputación de alguien

Se refería al suicidio que te comente.

-Pero algo es verdad... -rio- Esto es solo el principio

Aunque no lo creas hablar con Avan me calmo un poco, al menos tenía a alguien que comprendía como me sentía, aunque ese alguien disfrutara a cierto nivel mi situación.

Pasaban los días y con ellos me daba cuenta que estaba equivocado. Quizás no era yo quien debía disculparse, quizás había una razón detrás de todo eso, pero siendo honesto no soportaba estar así.

-No sé qué decir... -le dije.

-No tienes que decir nada -miro su taza de té- Es lo que es

-Quisiera escuchar la historia...

Ella suspiro, y se quedó en silencio por unos largos minutos, aparto su cabello del frente y me miro.

-Paso hace muchos años, la verdad no tiene caso hablar sobre eso -dijo- Pero si quieres saber, yo era solo una niña, no sabía nada acerca de nada, y la pasaba muy mal...fue entonces cuando conocí a Alan

-Él era muy amable conmigo, era mucho mayor que yo, así que aunque sabía que estaba fuera de mi alcance... -negó con su cabeza- Mis esperanzas volaron muy pronto

-¿Y qué paso? ¿Por qué todo termino?

-A decir verdad fue muy obvio desde el principio, él estaba en el equipo de béisbol, era popular y muy guapo, sería solo cuestión de tiempo
-Y es que él tenía razón, lo dijo muchas veces, pero lo que sentíamos no era real, ni siquiera era mutuo

-¿Por qué lo dices?

-Él no estaba enamorado de mi... -dijo- Y el "amor" que yo sentía por él no era más que una ilusión, me gustaba escuchar que alguien me quería

De pronto sus ojos se llenaron de lágrimas pero estas jamás salieron de sus ojos.

-Es suficiente...-acaricie su mano- Se todo lo que necesito saber