Capítulo 35

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-¿Sabéis qué es lo que tenéis que hacer? -dijo finalmente _____, girándose hacia las tres mujeres. Éstas asintieron.

-Sí -respondió una de ellas- Los príncipes estarán en todo momento en la zona alta del salón. Cuando Monkey D. Luffy entre en el salón de coronación, tendremos que llevarlos hasta uno de los túneles del oeste, concretamente al que da al bosque.

-Eso es. Allí deberían estar Franky y Robin. Ellos se encargarán de protegerles- tras una pausa, _____ se frotó las manos- Bien, creo que ya es hora de ir hacia el salón. Habrá ya gente esperando.

La chica salió la primera de la habitación y emprendió su camino hacia el salón de la coronación, seguida muy de cerca por las tres mujeres. No había estado ni una sola vez en aquel lugar, ya que estaba justamente en el lado opuesto de aquella enorme fortaleza, pero prácticamente podía escuchar las voces que provenían de allí, así como la música que intentaba amenizar la espera de los allí presentes.

_____ cruzó el enorme portón de madera blanca, siendo pronto iluminada por las dos enormes lámparas de araña que colgaban del techo. Su boca se abrió ligeramente ante la majestuosidad del salón, cuya decoración barroca y quizás algo excesiva, le resultaba hermosa. Los pequeños detalles de realces en color dorado que decoraban el techo y las esquinas de las paredes blancas, adornadas con bonitas pinturas en tonos azulados, no hacían más que resaltar la majestuosidad de aquella construcción.

Pero su atención pronto pasó a los invitados. El salón estaba lo suficientemente concurrido como para que Zoro, a pesar de su pelo verde, pasara desapercibido. Le buscó entre la multitud mientras distintas personas, que no conocía y que ni siquiera le interesaban, se acercaban para saludarle y presentarse, mientras que ella debía devolverles el saludo educadamente. Suponía que todo aquel interés que esas personas tenían en ella se debía a ese trato que Izaro le propuso y al que ella finalmente no había respondido, pero quizá en eso residía el problema. Debía haber dicho no, no haber guardado silencio.

...

Zoro se metió las manos en los bolsillos de su pantalón de vestir y suspiró. Sus ojos se deslizaron hacia la parte superior del salón de coronación, donde unas escaleras de mármol llevaban hasta una habitación en la que estaban los príncipes. Zoro chasqueó la lengua, impaciente, preocupado por el estado de sus katanas, ya que había sido el propio Sion el que las había llevado consigo y el que las estaba guardando en aquel lugar.

Pronto se percató de que el salón había comenzado a llenarse. ¿Dónde se habrá metido?, se preguntó mientras intentaba vislumbrar a través de la multitud la cabellera de _____. No obstante, no fue precisamente eso lo que encontró. A lo lejos podía a verla, a _____. La caída de aquel vestido, su pelo recogido en un moño, sus mejillas sonrosadas, la hacían parecer frágil y etérea. Zoro se quedó inmóvil, incapaz de acercarse a ella. Ni siquiera cuando sus ojos se clavaron sobre él pudo reaccionar. Solo pudo verla moverse hacia él, con aquella gracia que le caracterizaba al caminar, mostrándole una tímida sonrisa.

-Estás preciosa- dijo de manera atropellada una vez ella se puso a su altura. Zoro sintió cómo sus mejillas se encendían tras lo que acababa de decir y se maldijo mentalmente, pero, no podía evitarlo, _____ lucía diferente y, aún así, tremendamente hermosa. La chica agachó avergonzada la cabeza, no escapando para Zoro que su rostro había adquirido un tono rojizo por las palabras que él le acababa de dedicar.

¿Qué puedo responder?, se preguntó _____. Aunque él no se hubiera dado cuenta, Zoro estaba verdaderamente atractivo con el traje que llevaba puesto.

-Es raro verte así- articuló finalmente _____.

Zoro chasqueó la lengua, pues, en el fondo, esperaba haber escuchado otras palabras salir de su boca. No obstante, aquello le parecía normal, ya que ella solo le había visto con sus camisetas, sus pantalones, sus botas y su haramaki.

Acero y sal [One Piece. ZoroxReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora