¡Seremos madres solteras!

3.8K 244 21
                                    

|Capítulo 23|

Entre mis teorías está es la que menos quiero aceptar – mis sospechas siempre fueron ciertas y lo sabía desde el inicio – no puede ser ella no puede ser. ¿En serio? Sí, en serio. Es que esto es más que obvio, yo misma lo sé es solo que no quiero aceptarlo porque es mi mayor temor, pero ya tengo que resignarme a esto, después de todo no tendría porqué "morirme" porque Fiorella me confirme lo que prácticamente ya sé. ¿Acaso es posible? ¿Luck va a ser padre? Y si así fuese, pues de alguna manera solo tengo que alejarme, a mí me gusta – más allá de una amistad – y creo que será lo mejor para mí.

Esta caminata hacia el banco del pequeño patio de la escuela, se me está haciendo muy larga – y el sol infernal que ha salido hace que cada vez transpire más – el sudor atacando mi cuerpo y mis manos que se ponen resbalosas a causa de ello. Miro hacia el cielo y los rayos de sol caen sobre mis ojos y como actitud de reflejo pongo mis manos sobre mi frente logrando que los tapen de aquellos que fastidian mi vista. En un santiamén logro sentir que mis piernas se flaquean – ¿Qué mierda está pasando? – y dan señales de que no resistirán por más tiempo mi peso, de inmediato bajo la mirada y veo nubloso – mientras intento mantener el equilibrio para evitar la caída a causa de mi debilidad – me detengo un momento e intento calmarme, respiro profundo e intento sostenerme, doy unos pasos más para encontrar un lugar donde apoyarme, a la vez que intento pronunciar algún tipo de palabra, pero se me es inútil. ¿No es posible que todo el mundo este girando a mi alrededor cierto? – mis esfuerzos por mantenerme de pie finalmente son en vano. En unos segundos ya no siento mis piernas y caigo al suelo con total debilidad, mientras todo gira a mi alrededor y no logro diferenciar lo que hay a mi alrededor.

*****

Negro es lo último que recuerdo, que todo estaba negro y solo oía voces a mi alrededor, de la nada me desconecte visualmente del mundo real, pero terriblemente mal. ¿cómo es posible qué algo así me pase? Si me encuentro perfectamente bien de salud, ni yo misma logro entender lo que está sucediéndome, precisamente cuando iba a enterarme de algo importante mi cuerpo me traiciona. Abro mis ojos y miro a mi alrededor. ¿Cómo es que llegue a casa? ¿Dónde está Fiorella? ¿Quién me trajo? ¿Qué mierda pasó? No recuerdo mucho desde que me caí.

Oigo dos topes en la puerta y se me hacen conocidas, claro lo sé todos los topes en la puerta son iguales, pero este no, este es especial porque siempre lo hace así.

- Pasa – respondo al llamado de la puerta, en apenas un susurro, aun me siento un poco débil.

- Me alegra que ya hayas despertado – entra sonriente, hace algunos días que no la veo – ¡Estúpida me asustaste demasiado! – claro entra con un tono gentil y luego agresiva, sonrío instintivamente ante su actitud, es tan ella. Y claro, quien más podría preocuparse tanto por mí que hasta incluso me trajo a casa.

- ¡Payton! – estiro mis brazos para que me abrace – ¡Te extrañe tonta! – se acerca a mi sonriente y me abraza – ¿Qué paso? – luego de separarse de nuestro corto abrazo la miro confusa preguntándole de pronto – ¿Por qué? ¿Cómo así? ¿Qué...? – alargo mis preguntas y esta vez es ella la que me mira confundida – Pero... – me pregunto confusa a mí misma, supongo que ella fue quien me trajo, pero por si las dudas mejor le pregunto – ¿Cómo es que llegue a casa? – me sobo los ojos, algo me fastidia, mientras Payton intenta explicare lo que paso.

- Pues no sé muy bien – sonríe de lado – pero cuando llegue al colegio vi a un grupo rodeándote – pausa y empieza a caminar sobre su propio sitio – aunque yo no sabía que eras tú – se encoge de hombros – me acerque porque tenía curiosidad de que estaba pasando, además nadie hacía nada, solo estaban rodeándote como giles – menciona un poco molesta – y al acercarme te vi en el piso – se queda quieta finalmente – y me asuste, te veías muy mal – su rostro ya muestra un gesto de preocupación al solo recordar el momento – y lo primero que se me ocurrió fue llamar a Luck – se encoge de hombros buscándome con la mirada, aunque no sabe precisamente todo lo que está pasando, intenta saber si fue la mejor decisión que tomo – mientras Fiorella, al menos ella, trataba de ver que te estaba pasando, hasta que algunos minutos después de la llamada que le hice a Luck, el apareció, y pues te trajo a casa y yo obviamente los acompañe – la miro confusa aun esperando saber más detalles de lo ocurrido – te habías desmayado y eso era más que obvio – me mira directo a los ojos – o al menos eso pensamos, luego despertaste pero luego volviste a cerrar los ojos, parecías estar muy débil y pues simplemente te dormiste – paró un rato y me mira profundamente, su rostro algo preocupado, parece que estuviera procesando todo lo que ella misma ha mencionado – espera... – empieza a dar vueltas por mi habitación – ¿No? No es posible ¿no? – no entiendo en absoluto ninguna de sus preguntas, o creo que se las está haciendo a ella misma.

- ¿Qué? – la miro rara, intento que sea más clara con lo que dice – ¿Qué anda pensando tu cabecita loca? – le pregunto al verla craneando tanto.

- ¡¿Con quién fue?! – responde con una pregunta de inmediato, a lo que me asusto por el ímpetu de sus palabras – ¡¿Quién es?! – sigue con sus preguntas – ¡Prometo ayudarte! – empiezo a reír, no sé con exactitud por donde va, pero me causa risa la manera en la que lo dice – ¡Y prometo apoyarte así tu madre te dé la espalda! – se acerca a mí para tomar mis manos – ¡Seremos madres solteras! ¡Lo cuidaré te lo prometo! – grita totalmente emocionada y empiezo a retorcerme de la risa en mi cama.

- ¡Estás realmente loca! – digo atontada y entre risas, mientras ella me mira confundida – en primer lugar – tranquilizo mi risa – ¡Soy más virgen que el aceite de oliva extra virgen! ¡Y lo sabes muy bien! – le respondo de manera obvia y negando con la cabeza – Así que no habría manera de que este embarazada – ruedo los ojos y ella hace como si nada de lo que ha dicho es gracioso e intenta ponerse seria – ¡Estás realmente rayada! – termino por decir.

- Si – arrastra su afirmación - pero nadie sabe – se encoge de hombros sonriendo de manera picara – últimamente paras solo con Luck y me dejabas y pues... - rodé los ojos – además te quedabas con el churro de tu niñero y quien sabe yo no sé, ¡Pero te apoyo amix! – ya quemo – así no me cuentes pues no importa boba – me sonríe para sentirme respaldada, tan linda ella.

- ¡Que no es mi niñero! – respondo simulando molestia - ¡Ya te dije! – hago puchero.

- De todas maneras – se ríe – eso me puede hacer pensar muchas cosas – sigue mirándome de manera picara a lo que yo la miro con cara de "¿Es en serio?" Ni cerca estuve, rio para mis adentros.

- Parece que no fueras mi amiga – la miro – sabes que no soy así – digo aparentando fastidio. Y a la vez intento contener mi risa.

- Pero frente a chicos así ¿Quién no? – no aguanto la risa y finalmente libero mis carcajadas. Ella agarra la almohada y me la tira en la cara – ¡Sabes como soy tonta!

Finalmente,no sabía porque me había desmayado, pero bueno, en fin, Payton quiso llamar aun doctor por precaución, pero preferí que no, solo es un desmayo no creo quepase a mayores. Ahora mi preocupación es otra, y es la más importante – mispadres – se supone que ya hace una semana deberían estar aquí, no me respondenlos mensajes, ni las llamadas, ninguno de los dos y eso me asusta y frustra. Lepregunto a Elena si sabe algo de ellos, pero tampoco me da respuestas concretaso a veces evade mis preguntas. ¡Pero es increíble! ¡¿Qué les pasa porque no secomunican conmigo!?

El Hijo de mi NiñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora