NEGRO

1.1K 57 14
                                    


Capítulo 40

15/08

El clima es terrible, la neblina y la poca lluvia que no se acostumbra en Lima justamente hoy se hace presente – aunque últimamente este clima insiste en ser constante pero definitivamente hace que toda la vibra en esta habitación sea aun peor. Puedo ver a todos a mi alrededor, sin una expresión exacta, aun no somos conscientes o no asimilamos lo que está a punto de pasar, es algo que apenas podemos y queremos aceptar.

Apenas logro dar pasos, como si mi propio cuerpo me pesase toneladas, simplemente estoy desganada y es de comprender. Aún recuerdo el momento en el que tomé su mano y sentí su piel tercia – simplemente ese gesto fue eterno y esa sensación quedará grabado en mi corazón más que en mi mente – definitivamente fue el peor momento que pude haber tenido a mi corta edad, el sentimiento es indescriptible, ¿Cómo decir en palabras lo mucho que te dolió su partida?

En el transcurso de mi corta caminata, a penas lograda, siento que caigo en la nada, mientras divago en recuerdos sin fin. Tengo la sensación de que me ahogo, irónicamente teniendo tanto oxígeno, que es lo que empieza a causar que los latidos de mi corazón vayan tan rápido y este empiece a comprimirse causando dolor, como si cada vez que se achicase empezará a sentir pequeñas punzadas cada vez más fuerte. Miro a mi alrededor y empiezo con el vértigo, empiezo a confundirme – la presión se me está bajando – pero al parecer Matías se percata de esto y me sostiene para no caer. Retomo mi compostura y respiro mientras el sonido de la desconexión está retumbando en el cuarto del hospital, mis inevitables lágrimas caen silenciosamente. No pude ni alzar la mirada para ver al resto, mi mirada esta fija en las manos de mi madre y las mías no quiero soltarlas y a pesar de todo lo que paso, la perdono, solo quiero que este a mi lado un tiempo más pero lamentablemente ya es muy tarde. De alguna manera, sea como sea que hayan podido pasar las cosas, de todas maneras, todas las opciones desencadenarían en este preciso momento lamentable y es que a veces cuando uno está destinado a algo por más que intente en cambiar los caminos para evitar llegar a eso, aun así, el destino esta predispuesto y la vida sabe porque lo hace. Pero es inevitable decir que no duele porque sería una falacia completa.

Ya a puertas de llegar al lugar en el que será el nicho de mi madre, miro a mi alrededor y todo es negro. Elena está con un vestido que le va hasta debajo de las rodillas muy percatado y unas gafas negras con André en sus brazos. También está presente Luck y su tía, quien estuvo acompañando a mi madre durante todo este tiempo, junto a ellos mi padre que desde aquel día de la desconexión estuvimos muy distantes y a penas nos dirigimos la palabra. Algunas amistades de mis padres también están presentes, y a mi lado estaba Payton la única en la que puedo refugiarme sinceramente en esos precisos momentos – porque siento que nadie más a mi alrededor podría confiarle mis profundos sentimientos en estos momentos. Y se preguntaran dónde está Matías, pues simplemente hasta ahora no da ninguna señal de que aparecerá y no es que lo espere porque por fin logro comprender todo, de aquella tía de la que tanto hablaba y odiaba era mi madre...

Por alguna razón puedo entender porque no se presenta, si tan solo estar aquel día en el hospital para él fue insoportable poder ver a su madre llorar a ríos por una tía que nunca lo quiso y siempre los desprecio. La verdad es que ahora no quisiera entrar en detalles sobre aquello, porque en teoría diría que me bese y sentí cosas por el hijo de mi niñera, que es mi primo...

-Sacudo mi cabeza y quito aquellos pensamientos, no es el momento-

Luck se acerca a Payton y a mí, ni tan solo pensarlo, en un segundo ya está entrelazando sus brazos con los míos, me abraza tan fuerte que me debilito más aun emocionalmente. Es que saben el gran impacto que hace un abrazo tan sincero en estos momentos, es precisamente todo lo que quieres, pero a la vez no porque definitivamente te hace caer en un llanto interminable.

- Hazlo, tranquila no está mal. Lo necesitas – susurra Luck en mi oído.

No puedo evitarlo y caigo en completo llanto, Luck me abraza y acaricia la espalda para que me sienta bien. Miro a Payton y ella llora junto a mí, sé que tampoco soporta el dolor que estoy pasando – logro tomar su brazo y lo junto conmigo – los tres estamos en un fuerte abrazo de consuelo absoluto.

Elena a lo lejos nos mira, supongo que aún no tiene la suficiente fuerza para acercarse a mí pero su rostro contenido lo dice todo mientras el pequeño André esta desorientado entre tanta gente solloza – tan solo es un niño, como me gustaría serlo.

Después de separarme un poco de ellos el padre hizo señas para que todos nos acercáramos un poco más, la ceremonia de Cristiana Sepultura va a comenzar. Puedo visualizar a Elena mirando alrededor cada corto tiempo y es obvio que quiere que el este a su lado. Mientras el padre comienza con la ceremonia para que finalmente bajaran el cajón y lo enterrasen, veo como mi padre explota en llanto, pero sin mirarme, su mirada era únicamente al cajón donde está mi madre y los sollozos fueron interminables. Es un sentimiento inexplicable realmente es más doloroso que todos los golpes que te puedas imaginar, la rosa que lleva en mano era su favorita. Mi padre ha puesto un ramo completo mientras que yo tres porque era su número favorito, me acerque al cajón con apenas poca visualización porque mis ojos están empañados en lágrimas. Es mi último adiós a la mujer que me dio la vida y por quien juro que seré mejor cada día.

Elena también se acercó, dejo en el cajón una muñeca muy antigua, pero al parecer muy significativa para las dos. Entre los sollozos fuertes de mi padre, Elena y los míos André rompió en llanto también, aunque no está precisamente seguro de porque lo hace. De pronto su llanto ceso, subo la mirada y definitivamente es el. Mis ojos empañados están completamente seguros de su presencia y el alivio que causa en mí. Finalmente, el cajón descendió y con ello una gran parte de mi alma y corazón.

El Hijo de mi NiñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora