PADRE

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|Capítulo 37|

Papá ya no es el mismo, no deja de llorar cada noche – Por eso mi tía se queda con nosotros – cada vez que quiero acercarme a darle un abrazo me aleja. Me cierra la puerta de su habitación y no puedo evitar estallar en llanto, no es justo que me trate así, solo quiero un abrazo y decirle lo mucho que lo quiero, que también extraño a mami... pero él no quiere verme, va días haciéndome lo mismo. No sale ni a comer, para solo y encerrado en su habitación.

Yo solo me cubro con mi manta favorita, mientras mi tía me abraza en el sillón, no dejo de dejar caer mis lágrimas por mis mejillas. Mami ya no está, mami se ha ido. Mi pequeño corazón trata de ser fuerte, pero solo quiero de sus brazos y de sus besos. Quiero que al dormir me acueste y ver a mi padre junto a nosotros como antes.

Él ya no me quiere, cada vez que me acerco me grita diciendo: "Te pareces mucho a ella, largo de mi habitación" Mi tía trata de callarlo y solo me dice que esta triste y por eso es que no sabe lo que dice. Pero yo siento que ya no me quiere. Vamos ya semanas así, lloro cada noche y me siento tan solo mami, ¿Cómo hago? Solo quiero verte y abrazarte.

Mami, a mi tía y a mí ya nos empieza a preocupar papá. No sale de su habitación prácticamente para nada, tía intenta acercarse a él porque cada vez que lo hago yo me aparta. Pero ni a ella la deja entrar, grita diciendo que está bien, pero los tres sabemos que no es así. Ya no aguanto, necesito de mi padre y del héroe que siempre consideré que tenía a mi lado para apoyarme. Yo sé que el sufre mami, pero yo también lo hago... más aún con sus rechazos.

Y cuando pensamos que el ya no saldría de su habitación, en uno de esos días salió. Justo el clima estaba nublado, al parecer iba a llover. Estaba parado en la puerta de su habitación con una maleta, no entendía... ¿acaso se iba a ir? Quizá ya había recuperado las ganas de trabajar. Pero él nunca viajaba mami.

No pude evitar correr a sus brazos, lo extrañé todo este tiempo y mucho. Cuando estaba a punto de lanzarme sobre el para atraparlo en un abrazo muy cariñoso, me detuvo y me alejó como si fuera cualquier cosa. En esos precisos momentos mi corazón se iba destrozando más, cada pedacito terminaba de partirse con ese simple acto. Mi tía lo miró furiosa y mientras empezaba a discutir con él yo lloraba.

Mi padre ignoraba muchas de las cosas que le decía mi tía, por lo que hizo como acto seguido fue tomar su maleta y dirigirse hacia la puerta principal del departamento.

¿Qué está haciendo mami?

Mi tía le gritaba un montón de cosas muy feas, yo solo los miraba desentendido y sin saber con exactitud qué hacer. Papá ya se estaba yendo y no se despedía...

¡Papá! – gritaba – ¡Papaaaaaa! ¡Regresa! – lloraba – te prometo que ya no te molestaré,que te dejaré tranquilo en tu habitación – me iba hacia la puerta, pero mi tíame agarro, intentaba sacudirme de su agarre. Solo quería alcanzarlo, pero nopodía... ella me lo impedía - papá... – sollozaba – ¡regresaaa! Papá,¡regresaaa! No te vayas papá - mi pecho estaba más que agitado por mirespiración, mi corazón al borde de un colapso, mis lágrimas que mojaban todomi rostro. Él se había marchado pero no como mamá, porque el sí escogióabandonarme.

El Hijo de mi NiñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora