Solo es el inicio.

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Capítulo 43

- ¡Mati, no me dejes! – grito para que logre oírme – Espera – menciono un poco agotada – ¡No vale correr tan rápido! – grité corriendo tras de él – no es justo – hago berrinche – eso es trampa – el apenas y logra prestarme atención, para no aumentar mi pequeño berrinche.

- ¡Claro que no es trampa! – responde enfadado y con todas las ganas de ganar esta mini discusión.

- Ya no te quiero – respondo de inmediato – ya no eres mi primo – le dije enfadada.

- Despierto -

Un día más, un bendito día más. Las horas, los días, los meses, este año pasa como una coreografía de vals, como en aquellas películas antiguas, las que últimamente no dejo de ver. En medio de una agonía que parece no terminar – me pongo a reflexionar – la vida es tan compleja la mires por donde la mires, cada quien vive un propio laberinto, propio de cada quien qué es lo que le pueda atormentar, mientras te golpea, viéndote así hasta la mierda aun así no es capaz de parar. Se supone que son enseñanzas que de alguna manera te hará ser la persona que serás o estas siendo, pero no comprendo del todo o quizá no quiera hacerlo, estoy cansada, creo que he llegado a ese punto en el que solo vivo porque respiro, sin cuestionar nada a mi alrededor porque quizá eso es lo mejor para mi salud mental. La completa agonía de vivir sin estarlo haciendo, quizá lo que necesito es un cambio radical algo que le dé un nuevo sentido a este nuevo comienzo. Fuera de aquí, fuera de aquí al fin. Todos están creciendo, absolutamente todos, cuando pasas a esta etapa de tu vida en la que ya solo depende de ti el resto que viene de ella – es compleja, malditamente compleja – por fin caigo en cuenta de que estoy sola, ya no hay mamá ni mucho menos papá como cuando era una pequeña niña que solo quería a sus padres, cuando se caía o lloraba, solo son etapas de la vida que al fin y al cabo sé que pasaría a esta y aunque quede un poco de remordimiento por lo rápido que paso absolutamente todo no hay más de que quejarse. Solo seguir... Aunque me asusta, si lo acepto, ya no hay nadie, soy solo yo desarrollándome en la vida y lo que pasé en el pasado no se comparará quizá a lo que pasaré, pero de eso se trata.

Mientras las personas a mi alrededor crecen instintivamente, y mi temor por la vida real, más allá de un amorío no adecuado, también lo hace, presenciarlo hace que piense mucho. Luck tuvo que crecer tan rápido, madurar de una manera eficaz porque él ahora no solo se ocupa de su bienestar sino de una vida más a la cual ama. Sin temor a lo que diga el resto solo no quiso repetir una vez más la misma historia, no quiso dejar una mala huella en la vida de un ser creciente que tarde o temprano crecería con rencillas como él lo hizo, como yo lo estoy haciendo y como cualquier pequeño niño afectado por las circunstancias de la vida lo está haciendo – no fue su decisión es más que evidente, pero algunos dicen que es lo que le tocó vivir a cada quien, algo un poco injusto pero mientras puedas hacer algo para que cambie lo sucedido sería la mejor jugada que se pueda hacer.

La luz de aquel poste alumbra una pequeña parte de la autopista, el Taxi que pedí hace menos de cinco minutos ya debe estar por llegar. Payton me está llenando la bandeja de muchos mensajes, diciendo que también está en camino y que no la abandone – a lo que rio rápidamente – me siento en aquel banco mientras pasan varios autos. No avise a nadie, más que a mi mejor amiga, en realidad me voy con ella así que técnicamente no avise a nadie más, quizá debí mencionarle a Luck pero será mejor por la mañana. A lo lejos logro ver a Payton corriendo como loca hacia mí, lleva unos jeans azules, una casaca muy abrigadora y una pequeña maleta en mano – justo a tiempo, el auto que se detiene en frente de nosotras, me acerco y llama por mi nombre – sostengo la manija para ingresar al vehículo mientras el conductor baja para ayudarme con mi maleta y la de Payton, con las que procede a guardar en el maletero.

Al llegar al aeropuerto e ingresar a la sala de embarque – tomo aire profundo – miro hacia atrás, sé que literalmente solo hay mucha gente extraña en aquel espacio, pero de alguna manera quiero mirar todo con detenimiento – vuelvo a respirar profundo – un toque de melancolía empieza a invadirme y hacerme sentir extraña. Es curioso que siempre dicen que no hay que mirar hacia atrás cuando estas intentando avanzar, lo cierto para mi es que, si no veo el pasado ¿Cómo evito cometer los mismos errores? Los que pretendo dejar al avanzar, obviamente no quiero estancarme en el pasado, pero tampoco me olvidaré de él, encontrar el perfecto equilibrio de no cometer aquello que te hizo mal y usarlo como aprendizaje para un futuro, siento que es algo que me funcionará. En el transcurso de todo este tiempo he sido muy consciente de lo que ha pasado a mi alrededor y es curioso, apenas tengo dieciocho años cumplidos, mi vida hasta ahora ha sido un poco ajetreada pero considero que como mi historia hay muchas – algunas lastimosamente en peor circunstancia – la idea es que, supe salir – bueno, sí, estuve mucho tiempo en una profunda depresión y completa confusión pero finalmente salí – en este preciso instante en el que me encuentro logro ver todo lo que pasó y lo fuerte que fui y aun soy. Es difícil pasar por muchas situaciones, amorosas, familiares, con amistades o con cualquier otra cosa, lo importante y lo que siempre va a prevalecer, es que por más que las cosas se tornen muy difíciles para ti y te cueste mucho atravesar todo lo que vas pasando, es la valentía que manejas para ser tan fuerte ante diversas situaciones que te da la vida. Si te pones a pensar, todo aquello sale de ti, la voluntad es propia para que la situación mejore y salgas, respires y vueles. Esa libertad de sentirte bien, sin ningún peso con el que cargar, solo la consciencia de lo que está por venir será mejor, porque lo construirás de tal manera que te sentirás a gusto. Dar pasos nuevos, porque la vida no se acaba, solo es el inicio.

En este momento, miro mi maleta, llevo muy poco en ella aun sabiendo que ya no regresaré. Quizá a Payton le agrade el lugar, pero si no desea quedarse lo comprenderé, hizo tanto por mí – aun lo hace – estoy tan agradecida por tener una persona como ella en mi vida. Otro punto que también quiero reconocer es que a pesar de todo lo sucedido, entre tanta gente que me lastimo, también encontré personas que me valoran y me aprecian mucho. Están dispuestas a salir adelante conmigo y definitivamente son un gran soporte.

Lo indispensable a partir de hoy, será el quererme y seguir adelante. A partir de hoy sabré como lidiar con lo que la vida me pondrá en el camino.

El Hijo de mi NiñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora