Capítulo 5

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Harry

Era preciosa de eso no había duda, durmió la mayor parte del viaje y el no paraba de admirarla. Le atraía eso no era ninguna sorpresa. Lo sorpréndete era lo protector que se había vuelto en esas horas de viaje. Quería saber que le ocurría, tal vez fuera una simple fobia, pero el sabia que había algo más.
— Señor ya vamos a aterrizar— le informo la azafata. El asintió, no pensaba despertarla hasta que supiera que estaban en tierra a salvo.
Le acaricio el cabello
— _____— le susurro en el oído, ella abrió los ojos pudo ver su temor al darse cuenta que estaba en un avión—tranquila ya estamos a salvo en tierra— ella asintió. Se alejó de su regazo y confusamente él tuvo una sensación de pérdida.
— Gracias Harry, yo siento todo esto— se disculpó mientras miraba alrededor ya no había nadie. Él se levantó, se colocó el maletín en un hombro y se acercó a ella.
— Vámonos— la tomo de la mano y la insto a salir de ahí.
Cuando subieron al auto ella no parecía más tranquila. Solo confundida. Lo miraba, miraba sus manos unidas y no decía nada.
Esas horas en el avión le ayudaron a darse cuenta que la quería para él. Y no iba a parar hasta tenerla.
_____
Estaba confundida Harry no le soltaba la mano, ni siquiera cuando le llamaron por teléfono la soltó, aunque aún más extraño es que ella no quería que la soltara.
—_____ han llamado del hotel han tenido un inconveniente y no podremos hospedarnos ahí— le informo, tenía una media sonrisa dibujada en la cara.
— Y que haremos?— pregunto
—Nos quedaremos en mi departamento— y deposito un beso en su mano.
Harry
Todo se le estaba brindando en bandeja de plata, porque razones no lo sabía, habían llamado del hotel justo cuando estaba pensando en una excusa para dormir en el mismo cuarto que ella. La miro ella estaba mirándolo fijamente.
—Y dónde dormiré?— le pregunto, sus ojos miel brillaban. Quería besarla!.
— Pues ya nos acomodaremos, mi departamento solo tiene una habitación— él sonrió, se moría por decirle que compartirían cama, pero sabía que solo serviría para que ella entrara en pánico. Empezaba a conocerla.
Ya en el departamento espero a que el personal del edificio dejara sus maletas. Aun la tenía cogida de la mano.
Le entrego la propina al muchacho y espero a que retirara.
— Te gusta?— ella miraba todo con detenimiento.
—Si no está mal— respondió ella con indiferencia ¿no está mal? pero si era un departamento de lujo.
— No te gusta— concluyo, su mirada era clara, no le gustaba para nada.
— No es eso, solo no es mi estilo, pero eso no importa no?— ella intento soltarse de su mano pero él no se lo permitió.
— Estas mejor?— le pregunto, ella sonrió.
— Si! no me desmayare lo prometo! ahora podrías soltarme?— él sonrió y la soltó—bien el sofá parece cómodo, dormiré aquí— dijo ella, adelantándose a sus intenciones y así la sonrisa del desapareció.
—No!— se negaba a permitir que se alejara de él.
—No qué?— replico confundida.
—Dormirás en la habitación _____— le informo, no tenía ninguna intención de dejarla dormir en el sofá.
—Si yo duermo en tu habitación, tú donde dormirás?— ella lo miro confundida
—En la habitación— ella lo miro —_____ la cama es amplia, podemos compartirla— ella frunció el ceño, una muestra de lo poco que le agradaba la idea— a menos que tengas miedo?— la reto, ella sonrió.

La Amante Secreta |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora