Capítulo 32

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Harry

Decidimos desayunar en un café lejano, cualquier cosa que me alejara del puto infierno en que se convirtió mi apartamento ayudaría, Debbie estaba extrañamente callada a mi lado en el taxi, la mire, estaba pensativa, como en otro mundo, aprovechando su distracción decidí llamar a Adam.

-Dime- contesto frio mi hermano, mire de nuevo a Debbie.

-Adam, necesito un favor- al escuchar el nombre, mi amiga se retorció incomoda junto a mí, enarque una ceja.

-Qué ocurre?- me pregunto Adam atrayendo mi atención.

-Necesito que me ayudes a conseguir un departamento para Keyla, paga los 3 primeros meses de renta, y por favor encárgate de que se lleven sus cosas de mi departamento hoy- le pidió, su hermano rio al otro lado del teléfono.

-Al fin te libraras de esa víbora, felicitaciones hermano!-dijo alegre- me encargare de ella inmediatamente, ahora tengo que dejarte- se escucharon ruidos al otro lado del auricular, una risa femenina- no te preocupes, te ayudare- le aseguro antes de colgar, el frunció el ceño mirando el teléfono, <<que mierda pasaba!>>, Debbie la supuesta novia de su hermano estaba a su lado, pero él estaba con otra, lo mataría, <<que demonios le ocurría?>>, en ese momento el taxi paro frente al restaurant. Decidió al final Debbie le contaría que demonios ocurría entre ella y su hermano.

Entraron, el restaurant  de dos pisos estaba lleno de clientes, ejecutivos, parejas, miro alrededor no habían mesas vacías, no le parecía el mejor lugar para conversar, a él le iban más los lugares íntimos, sin tanta gente, pero a  Debbie le encantaba ese lugar, ella se acercó a uno de los muchachos, después de las palabras que le dirigió al muchacho, este muy sonriente les pidió que lo siguieran, camino tras su amiga hasta que el camarero los acomodo, en una mesa en el segundo piso junto a la ventana con vista hacia un pequeño patio, donde para variar habían mesas.

-Hay demasiada gente- señalo expresando su malestar, su amiga le sonrió.

-Lo sé, pero me gusta la comida que venden aquí, además el café es delicioso, si no, no estuviera tan lleno no crees?- le miro sonriendo, él le sonrió de regreso- ahora a lo que venimos quiero que me cuentes lo que sucede con _____?- le pregunto mirándolo fijamente.

Se removió inquieto en su asiento, antes de empezar a contarle todo, como _____ había llegado a su vida contratada como su asistente, lo que sintió la primera vez que la vio, la relación que tuvieron, lo estúpido que fue para echarlo a perder, le conto sobre Keyla, todo, contárselo era tranquilizante como si liberara un poco el peso de sus culpas, y la atención que Debbie le ponía sin desechar nada de lo que decía, era gratificante, ella era la única que parecía creer que él realmente estaba enamorado de _____. Al fin alguien le creía.

-Déjame decirte que lo echaste a perder, _____ no es capaz de perdonar la traición con facilidad, y seguramente cree que te reconciliaste con la garrapata cuando aun estabas con ella- le dijo su amiga, el asintió, era lo mismo que él creía – además que demonios te ocurre, te has vuelto loco, porque la atacaste!, sé que estabas ebrio, pero..- el la interrumpió.

-Lo se Deb no sabes cómo me arrepiento de mi comportamiento, sé que hice mal, la asuste y la aleje más de mí!- dijo frustrado se pasó las manos por el cabello, todo era demasiado complicado, cometió demasiados errores, no sabía si algún día ella podría perdonarlo, si algún día la recuperaría.- estoy intentando poner mi vida en orden, necesito intentar recuperarla, pero cada vez que pienso en todo lo que le he hecho me doy cuenta de que no merezco su perdón- dijo acongojado, se apoyó en la mesa con la cabeza baja, su amiga agarro su mano y la apretó, la miro, ella le sonrió dulcemente.

La Amante Secreta |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora