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_____ miro su reloj, Joseph estaba a punto de llegar, aunque ella insistió en recogerlo en el aeropuerto. Él se negó.
La convenció, diciendo que no era necesario debido a que se había comprado un auto y la concesionaria se lo entregaría personalmente en el aeropuerto. No le sorprendía Joseph siempre era organizado.
Reviso una última vez la habitación donde se quedaría Joe, todo estaba en orden. Camino de regreso a la sala, ese departamento había sido una gran inversión, con dos pisos, tres dormitorios, era perfecto para recibir visitas.
Su mirada vago por la sala, y se quedó paralizada viendo el calendario, muy pronto sería la reunión anual del directorio en Lima Enterprise. "Debería asistir? "Se preguntó, aunque quisiera no serviría de nada, ella no tendría ni voz ni voto en esa junta. No! definitivamente no asistiría!
Aunque cualquier oferta de abandonar la ciudad le resultaba tentadora en esos momentos.
Como lo suponía Harry se había recuperado fácil del término de su relación, aunque lo correcto sería decir que no le había afectado en lo más mínimo. Volvió a sentir la ira, que sintió en aquel momento. Al siguiente día del término el infeliz empezó a salir con la rubia del restaurante, recordó.
Aquel día llego un poco tarde al trabajo, de hecho no quería asistir, pero debía!, no podía comportarse como una cobarde. Se había maquillado lo suficiente para esconder las pruebas de la mala noche que pasó, se preguntaba como haría para fingir que no había pasado nada. Ya lo averiguaría...
Cuando llegó a su oficina Harry aún no había llegado, tal vez ninguno de los dos había pasado una buena noche, tal vez el la echo de menos en su cama también?. Se retó mentalmente, debía ser realista, si el la hubiese echado de menos, la habría llamado!, lo conocía, cuando él quería algo luchaba para conseguirlo, le entraron ganas de ponerse a llorar, pero se contuvo, ya había llorado lo suficiente la noche anterior, para distraerse se dedicó a repasar las citas del día.
Estaba terminando de imprimir unos documentos, cuando escucho ruidos en la oficina de alado, era casi mediodía, decidió llevarle el contrato que recién imprimió para que lo firmará. La mañana completa, el departamento de contabilidad, la estuvo llamando por esos papeles, los necesitaban firmados urgentemente. Y aunque no tenía ganas de verlo, debía hacerlo!, era su trabajo.
Respiro profundamente frente a la puerta que unía ambas oficinas, sentía opresión en el pecho, como si tuviera un mal presentimiento. Se negó a ponerse nerviosa, toco la puerta, pero nadie respondía al llamado, a pesar de que se escuchaba bulla al otro lado. Lo volvió a intentar pero obtuvo el mismo resultado, así que entro.
Se quedó literalmente paralizada frente a la imagen que estaba frente a ella. Harry estaba sentado en el sofá tenía en su regazo a una rubia, que ella reconocía como la del restaurant. Se estaban besando, él tenía una mano en el muslo de ella y la otra en su trasero. Ni siquiera se daban cuenta de su presencia, empezó a retroceder para marcharse de allí! los ojos se le estaban llenando de lágrimas. Ya estaba casi fuera de la oficina cuando tropezó con algo y sus tacos hicieron el ruido suficiente para llamar la atención de los dos amantes del sofá. La rubia tenía los labios hinchados y la mirada de Harry era indescifrable.
—Disculpen, yo no sabía que el Sr. Styles tuviera visita— fue lo único que dijo antes de salir de allí. Desde ese horrible día ya había pasado un mes, la relación entre ellos era sombría, ella respondía con monosílabos a cada pregunta de él, y él le restregaba sus conquistas en la cara. Qué necesidad tenía de llevarlas a la oficina?... Suficiente tenía con verlo en todas las revistas del corazón con una rubia distinta todas las semanas.
Lo único positivo era que Adam regreso y ella había sido nombrada como asistente del presidente y vicepresidente de Styles Industries. Ya no estaban solos en esa planta de la empresa, debido a que Adam tenía la otra oficina junto a la suya. Pero eso no quitaba la tortura de tener que verlo todos los días y fingir que nada había sucedido entre ellos. Conclusión su trabajo era horrible.
El sonido de la cocina llamó su atención, la lasaña de bienvenida de Joe estaba lista. Sonrió, por lo menos ahora ya no estaría sola, tendría un amigo en la ciudad. Saco la lasaña del horno. Y sirvió la comida en una íntima cena para dos.
El timbre sonó. Sonrió. Al fin había llegado!
Corrió hacia la puerta emocionada. Pero su emoción desapareció para dar paso a la confusión.
—Harry?— dijo confundida.
Se acercó a ella tambaleante. Estaba borracho. Apenas lo tuvo a unos centímetros pudo oler su aliento a alcohol. La mirada de él se paseó por el cuerpo de ella. Lo empujo y camino alejándose de él.
—Que haces aquí? — le pregunto, el empezó a él reír como loco, sin razón alguna. Pero que esperaba estaba borracho! El dejo de reír después de un momento para intentar acercarse a ella nuevamente. —Deberías marcharte! te llamare un taxi— le informo mientras sacaba su celular que lo tenía guardado en uno de los bolsillos de sus vaqueros.
Antes de que ella pudiera marcar un solo número, él se lo quito de la mano y lo tiro al piso.
—Que quieres?— le pregunto el molesto arrinconándola contra la pared. Ella no entendía nada! qué diablos le pasaba?
— Que te pasa??? de que hablas?— le grito intentando apartarlo.
— _____ no te hagas la estúpida!— le dijo rodeando su cabeza con ambas manos, obligándola a mirarlo— Cuanto quieres ah?— de que demonios estaba hablando? ella intento apartarlo pero no podía, su agarre la empezaba a lastimar.
—No sé de qué... hablas— lo empujo— suéltame!— se quejó pero él no se movió ni un centímetro. La empezaba a asustar.
— _____ ya basta de tonterías... te daré lo que quieras... dime..— la sacudió— dime cual es el precio que debo pagar para que regreses a mi cama?— el la miro furioso. Ella estaba estupefacta, hasta que la furia empezó a fluir.
— Maldito bastardo!!— lo empujo más fuerte esta vez haciéndolo tambalearse— crees que me puedes comprar como a una de tus putas rubias!! ahh???— lo golpeo donde pudo, pero el daño no era mucho ya que el la tenía acorralada. Sus movimientos eran limitados. — Maldito suéltame! !!— grito.
El la miro furioso.
— Me perteneces entendiste!!— le dijo con ira, antes de besarla, era un beso rudo, ella intentaba quitárselo de encima. —entendiste? — le repitió, cuando al fin la dejo respirar, ella negó con la cabeza —di que eres mía _____ dilo! — le exigió, ella negó de nuevo, estaba enojada y confundida.
—Suéltame— le ordeno. El la volvió a besar.