Harry
—Que haces aquí?— le preguntó cuándo logro apartarla de el, aún estaba molesto con ella, que demonios!, se largaba y ahora quería regresar así como si nada. Que creía que era el su juguete? Ya había jugado a esto un par de veces, no pensaba volver a hacerlo.
—He venido por ti, porque te echaba de menos— le dijo acariciándole el cuello, el la miro de pies a cabeza, seguía siendo tan bella como siempre, de echo estaba aun más bella debía admitirlo, el color castaño de su cabello le quedaba fabuloso, destacaba sus facciones y su sonrisa. El se había enamorado de esa sonrisa.
—Qué pasa? No te alegras de verme?— pregunto ella, con un pequeño puchero en sus labios.
—No pensé que regresarías— dijo, alejándose de ella y caminando a la cocina. Ella corriendo tras él lo abrazo por la cintura.
—Ya te dije que te extrañaba— repitió, frotándose contra el, sin vergüenza alguna.
—Quieres soltarme, necesito beber agua— refunfuño el. Aunque antes le encantaba su tacto ahora se sentía incómodo.
—Está bien—lo soltó— he colocado mis cosas en nuestro cuarto.— Harry se detuvo frente a la refrigeradora, no lo podía creer, ella actuaba como si nada, como si nunca se hubiera marchado, solo le faltaba pegar saltitos de emoción!, la miro con el ceño fruncido— por cierto cariño, he tirado las porquerías que dejo tu ultima amante, porque supongo que ya se largó no? Bueno si no es así, ya puedes dejarla. He vuelto!— dijo sonriente, Harry apretó la botella que tenía en la mano, y el agua empezó a saltar por todos lados.
—Que has hecho que?— gruño. No podía creerlo. Que se creía esta mujer!!! La dueña de su vida?
—Que? Guardar mis cosas en tu armario?— respondió ella, sin entender porque la miraba como si la quisiera matar— tranquilo cariño, ya sé que no te gusta que desordenen el armario, lo he dejado ordenadísimo.— sonrió ella. El se llevó las manos al cabello y tiro de el.
—Donde has puesto sus cosas?— mascullo hoscamente.
—En la basura! Ya te lo he dicho!— respondió— acaso no querías que la tirara? Le he preguntado al portero y me ha dicho que no vive ninguna mujer contigo, es que acaso me mintió?— chillo. Harry la miro, seguía siendo la misma, Keyla la que nunca se preocupaba por nada, ni por nadie, más que por ella misma, la misma a la que le gustaba que todos hagan su voluntad, la misma por la que el hubiera bajado el cielo en otro tiempo. No ahora ya no!
—No! No te mintió— replico con furia Harry, ella lo miraba fijamente.
—Entonces? Es que acaso esa mujer era más que una amante?— inquirió ella. Harry se quedó congelado mirándola un buen rato. "_____ era más que una amante" pensó. Respiro profundo y las palabras que salieron de su boca fueron muy distintas a las que él tenía en mente.
—No, no era más que una del montón, y mi aventura con ella se ha acabado— respondió fríamente— pero eso no quiere decir que tú puedas venir he instalarte en mi departamento como si nada hubiera sucedido— riño. Ella sonrió.
—Me alegro, ahora que he regresado las cosas cambiaran— dijo lanzándose a sus brazos, y Harry lo supo, ella iba a comportarse como si nada hubiera pasado, como siempre lo hacía.
De repente el teléfono comenzó a sonar. Keyla se soltó de sus brazos, para correr a contestar. Harry se sentó en el piso, tirando de sus cabellos, se iba a volver loco si no se deshacía de esa mujer ya!.. La escucho correr hacia él, con el sonido de sus tacos, estresándolo más si era posible.
—Es tu mama— dijo entregándole el teléfono. No! Lo que le faltaba. Respiro profundo, antes de llevarse el teléfono al oído.—Madre— dijo simplemente.
—Hijo! Estoy tan feliz! Keyla regreso!— chillo su madre, al otro lado del teléfono, Harry puso los ojos en blanco.
—Si regreso— respondió secamente, sin importarle que Keyla lo estuviera mirando.
— Debes estar muy contento, ella me ha dicho que esta vez no se marchara nunca más, estoy muy contenta por ti!— su madre estaba tan emocionada, y el tan amargado— además me ha contado que ya están viviendo juntos, me alegro tanto, no me gustaría que ella fuera a casa de su madre con su padrastro... hay! ya sabes que no hacía más que maltratarlas a ella y a su madre, no quisiera...
—Si mama, lo sé..— la interrumpió— es importante, hablamos luego estoy cansado— dijo simplemente y colgó. Estaba en problemas no podía deshacerse de ella.
—Estas bien?— le pregunto Keyla, viéndolo tirado en el piso, algo sofocado.
—Necesito ducharme— se levantó— estoy cansado— dijo apartándola para dirigirse a su cuarto. Pero ella no le permitió alejarse mucho, lo empujo contra el mesón, acorralándolo.
—No tan rápido cariño, te he traído un regalo, que seguro querrás abrir— dijo sonriente, abriéndose la chaqueta larga que envolvía su cuerpo, dejando ver su lencería roja, ella se acercó más a el al tiempo que dejaba caer la chaqueta al piso— te gusta lo que ves?—le pregunto.
Él estaba de piedra, era una belleza sin duda, con esa lencería tan pequeña que cubría solo los lugares correctos y los ligueros. Por Dios! En otro tiempo él hubiera saltado sobre ella inmediatamente, pero lo menos que se le antojaba en ese momento era un polvo. La aparto lentamente.
—Te he dicho que estoy cansado— le replico molesto— te puedes quedar en el cuarto de visitas, mientras encuentras un departamento— ella se quedó de piedra ante sus palabras y él se marchó a su habitación.
Keyla
La había dejado hay parada, no lo podía creer, sus amigas le contaron que lo habían visto con una mujer muy acaramelado, en un restaurant, que la miraba con adoración, pero ella no lo había creído, conocía a Harry mejor que nadie, sabía que el solamente la amaba a ella. Que cuando ella se marchaba él se buscaba polvos? Tampoco era una novedad, ese era su modus operandi cuando ella no estaba a su alrededor. Que había cambiado? Porque la había rechazado!. Usar otra habitación? No!.
Harry
Se estaba lavando el cabello, cuando sintió unas manos envolver su cintura, "_____" pensó, las manos subieron por su pecho y bajaron hacia sus muslos, el se estremeció de repente un cuerpo pequeño se apretó contra el, "si" pensó, mientras las manos apresaban su intimidad, moviéndose rítmicamente. Pego su frente contra la ducha de la pared mientras las manos trabajaban en él.
Lo obligaron a darse la vuelta y asaltaron su boca en un beso apasionado, pero él no reconoció los labios, abrió los ojos, y su cuerpo se tensó.—No!— dijo apartándola— te he dicho que estoy cansado— la empujo para salir de la ducha.
— Pues tu amigo no parece opinar lo mismo— replico Keyla, mirándolo descaradamente, su cuerpo se estremeció, necesitaba una buena paja.
—Vete a tu dormitorio mañana hare que cambien tus cosas— ella negó con la cabeza, mordiéndose el labio, el miro fijamente el gesto, recordaba perfectamente como trabajaban esos labios sobre el.
—Quieres mi boca sobre ti ?— le dijo ella provocándolo, el negó con la cabeza poco seguro— solo te ayudare un poco y luego me marchare— el dudo, y esa poca seguridad le basto a ella para arrodillarse ante él. Trabajo en el con su boca hasta que el, la mojo con su semen.El abrió los ojos, y la miro, no había sido como lo recordaba, no había sido tan placentero, al contrario le había costado concentrarse.
—Vete a tu habitación— fue lo único que dijo.
—
MARATÓN 3/3 ❤️