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Me concentro en estar lo más tranquila posible, me digo a mi misma que debo ser fuerte, que no debo dejar que los sentimientos me asfixien pero no es fácil. No se si puedo hacerlo, debo terminar de raíz con esto, y la única manera es acabando con ellos, terminando de alejarlos de mi por última vez.
Esto no era como lo planee cuando decidí quitarles todos los beneficios de mi fortuna, lo hice para intentar que apreciaran lo que tenían, para que supieran que no se consigue todo lo que tenían de la nada, que su comodidad me había costado muchas noches sin dormir, muchos días sin comer, quería que me apreciaran, que supieran apreciar todos los sacrificios que hice para que ellos lo tuvieran todo. Pero no funciono, en cambio, buscan tener lo que tuvieron antes a la fuerza, demandándome, obligándome a darles lo que según ellos les pertenece.
Entro a la sala con Harry a mi lado, miro a mi madre que está sentada junto al abogado y junto a ella mi Thomas, que me mira de pies a cabeza con desprecio, siento como si un hueco se abriera en la boca de mi estómago. Ni siquiera nos dirigimos las palabras, me siento junto a García y Harry junto a mí. Lo miro está un poco incómodo con mi actitud, lo sé. Tomo su mano debajo de la mesa porque sé que ni mi madre, ni Thomas nos pueden ver.
Lo necesito, necesito su apoyo, después de ver el desprecio en los ojos del único hombre en que confiaba, el que creí que nunca me traicionaría, ahora es otro quien tiene mi confianza y sostiene mi mano.
—Están todos los citados— dijo un hombre mayor llegando a la sala, una chica de unos veinte y cinco lo seguía.
—Si su señoría— respondieron ambos abogados. Así que este era el juez designado, lo mire muy atentamente, saludo a mi madre con una sonrisa en los labios, entonces recordé lo que me dijo García, el juez es neutral pero muy buen amigo de mi madre, pertenece a su círculo social. El juez estrecho la mano de todos en la sala antes de sentarse en el centro, con cada bando a cada lado. Empozo a leer los papeles que le entregaba su asistente.
—Bien soy el Juez Sander... la señorita Lima está acusada de difamación y apropiación indebida de Lima Enterprise— dijo, mirándome— empezaremos con las declaraciones de los demandantes y entonces la acusada podrá presentar su defensa, según se desarrolle esta audiencia, espero hoy mismo dar la resolución del caso, debido a que lo he estudiado y me parece que con las pruebas que presenten hoy, todo se aclarara— anuncio a los abogados, ambos asintieron. Peter empezó a hablar
—Mis clientes acusan a la señorita _____ Lima de difamarlos, acuso a uno de mis clientes de haber estado robando en la empresa donde el empeñaba el cargo de presidente, sin ninguna prueba. Además de apropiarse de Lima Enterprise donde mi cliente era accionista, ella lo obligo a vender sus acciones, cuando él ha sido el único que ha trabajado para Lima Enterprise sea la empresa multimillonaria que ahora es, tenemos pruebas— dijo entregando una carpeta al Juez, yo mire boquiabierta a mi hermano, de verdad! El hizo todo? Maldito mentiroso! Tenía ganas de abofetearlo, Harry apretó mi mano que aún estaba bajo su agarre.
—Existe alguna prueba más que agregaran al caso— pregunto el juez. Peter negó.
—Creo que estas cifras presentadas en estos archivos, son prueba suficiente de que la acusada, tomo control de la empresa, desestimando el porcentaje de acciones que poseía mi cliente, apropiándose del trabajo de toda su vida— agrego Peter, yo lo mire con furia, el muy maldito había sido el abogado de mi familia, desde que empezó el negocio, el sabia la verdad.
—Algo que quiera agregar señor Thomas Lima?— le pregunto el juez, el asintió, lo mire atentamente quería que quedara grabado en mi mente, todo lo que diría, quería recordar que mi familia, no era exactamente como lo había pensado un día, todo habían sido ilusiones mías.
