Capítulo 7

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Harry
Cuando llego al departamento todo estaba en silencio rotundo. El silencio lo asusto. Camino silenciosamente por la casa en busca de _____, la encontró sentada en el sofá de la terraza con la mirada cristalina perdida en la ciudad, ni siquiera noto cuando él se sentó junto a ella. Tenía las mejillas mojadas señal de que estuvo llorando. La miro detenidamente en busca de algún daño físico, ella llevaba encima un albornoz de seda negro entreabierto, ninguna herida a simple vista.
-_____-susurro, ella se estremeció y lo miro. Rápidamente se limpió las lágrimas de los ojos y sonrió.
-Estas bien?- ella asintió y trato de convencerlo con una sonrisa que no llegaba a sus tristes ojos.
- Has comprado las cosas para la cena?- dijo cambiando de tema, el asintió -bien hare la cena!- anuncio levantándose, él sabía lo que estaba haciendo, estaba evadiéndolo,  él no se lo permitió y la halo hasta que estuvo sentada en su regazo.
-Que ocurre _____?- le acaricio el rostro aun húmedo por las lágrimas, ella se negó a mirarlo a los ojos.
-Nada- él la obligo a mirarlo.
- Siento que me escondes muchas cosas, preciosa- le dijo en tono bajo, ella sonrió, una sonrisa real, eso le gustaba, verla sonreír.
-No te escondo nada, ahora me puedes soltar estoy incomoda- él sonrió, ella estaba tratando de alejarse de él, la sostuvo, impidiendo que se alejara.
-Es que siempre me rechazaras?- le dijo sonando apenado, no le gustaba para nada no poder acercarse a ella sin que ella ponga una barrera de por medio.
-No te rechazo, me ayudaste en el avión podemos ser amigos y...- ella sonaba tan convincente pero "amigos" él no quería ser su amigo.
-Si  te ayude, pero yo no quiero ser tu amigo- ella se movió incomoda en sus brazos, dejo de mirarlo- está bien ve a hacer la cena, tomare un baño- ella asintió, no la presionaría más, por el momento, en cuanto aflojo su agarre ella se liberó y se encamino a la cocina.
- _____!- la llamo antes de que desapareciera de su vista.
-si?- ella lo miro, él la miro de pies a cabeza, "Dios es una belleza" pensó.
- Te queda precioso ese albornoz de seda- ella puso los ojos en blanco y se marchó. Era inevitable pensó él. Más temprano que tarde serían algo más que amigos.

La Amante Secreta |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora