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Se removió, un calor conocido la envolvía, se pegó más hacia el caliente cuerpo que la envolvía, era tan acogedor, mantuvo los ojos cerrados, permitiéndose quedarse en ese pequeño paraíso un poco más, lo necesitaba, lo necesitaba mucho. Quería olvidar, a su familia, todo lo que los separó, olvidar todo por un momento, mantuvo los ojos cerrados con fuerza, no, no quería que nada la perturbara de la cálida sensación que la envolvía, aspiro profundo, su olor invadió su sistema, Dios, como extrañaba esto!. Lo necesitaba, aunque intentara negarlo lo necesitaba.
Sintió la presión de sus labios en su frente.
—Todo va a estar bien— le susurro Harry al oído–No dejare que nadie te haga daño— le prometió, una sensación de bienestar la invadió, en todo el caos que había en su vida, se sorprendió, al poder sentir un poco de paz, el la atrajo más hacia su cuerpo y la envolvió en sus brazos y con una de sus piernas.— sé que estas despierta— la acuso, sonrió.
—No quiero regresar a la realidad, me gusta aquí— susurro aferrándose a la camisa gris que llevaba Harry, escondió la cara en su torso, aspiro profundo, amaba su olor.
—Esconderse no resolverá nada— la animo el, negó con la cabeza contra su pecho, no, no quería regresar a la realidad, donde Harry desaparecería, y no tenía a nadie.
—No quiero despertar— le rogo contra el pecho, él se alejó de ella, con sus manos acuno su rostro, se negó a abrir los ojos.
—Abre los ojos— le pidió, negó con la cabeza – por favor cariño— insistió, ella respiro profundo, deseaba tanto que no fuera un sueño, tenía que regresar a la realidad, abrió lentamente los ojos adaptándose a la luz, él le acaricio el cabello – te sientes mejor?— le pregunto con ternura reflejada en el rostro, ella asintió consternada, Harry parecía tan real, estiro la mano para tocarle la mejilla, el sonrió, y beso la palma de su mano. De repente todo lo que le había pasado vino a su cabeza, la demanda, la reunión con su madre, cuando fue a buscar a Harry...
—Eres real— susurro consternada, quito su mano de la mejilla de él, Dios! Había estado pensando que era un sueño, no lo era, realmente estaba en los brazos de Harry, lo miro, él tenía el rostro tenso, como esperando a que ella reaccionara, tal vez esperaba que lo apartara cómo estuvo haciendo los últimos meses, pero no, no lo iba a hacer, no cuando el estuvo cuando lo necesitaba, él había arreglado su vida, él quería una oportunidad, ella lo necesitaba, no merecían una oportunidad? –te he echado de menos— dijo tan bajito que pensó que él no la escucho, pero lo hizo, porque dejo salir el aire que estuvo conteniendo en un largo suspiro y la atrajo de nuevo hacia él, apretándola contra su pecho.
—Yo también te he echado de menos, mi vida— declaro solemnemente el, ella sonrió y paso un brazo alrededor de su cadera. Pasaron un tiempo, disfrutando la sensación, tenerlo tan cerca, estando en sus brazos se sentía como si hubiera esperanza, como si todo fuera posible. Entonces él se apartó para mirarla – aunque quisiera pasar todo el día en esta cama contigo, debemos levantarnos— aunque lo sabía, torció la boca, el rio bajito, y beso su frente antes de levantarse.
Se recostó con la espalda acomodada en las almohadas de la cama mirándolo caminar hacia lo que debía ser el baño, antes, cuando llego no se fijo en la habitación pero era preciosa, había mucha luz por todos lados, la habitación pintada de blanco combinada con un tapiz mediterráneo daban un aire de modernidad y antigüedad, dos grandes ventanales y un pequeño sofá la complementaban la sencilla habitación.
—Y.. te gusta?— le pregunto Harry, mirándola expectante, estaba envuelto en una toalla, recién salido de la ducha, que demonios, pero si hace un rato había estado junto a ella.