Capítulo 30

3.6K 105 2
                                    

Harry

Aquel tipo tenía las manos sobre su mujer, su mujer! pero quién demonios se creía! Se removió, llevaba observando varios minutos, pero mientras más pasaba el tiempo más crecía su ira.  Vio como Kontras le susurraba algo al oído y fue más de lo que pudo soportar se acercó a ellos, y se las arregló para alejarla de él, pudo ver la cara de confusión de _____ cuando la envolvió con sus brazos, pudo sentir la conexión inmediata que aparecía cuando estaban cerca. Intento deshacerse de Silas, pero el estúpido no pensaba rendirse fácilmente. Miro a _____, ella lo miraba como antes, y esa mirada lo derritió, deseaba besarla.

—Díselo _____— le dijo, ella lo miro, aceptando lo que le pedía, la tenía!, era suya!, apenas se deshiciera del griego la recuperaría,  pero de repente todo se arruinó, _____ se apartó de él, pudo ver el dolor en sus ojos, su sufrimiento, pero antes de que pudiera decir algo ella se deshizo de ambos y se marchó. Todo sucedió demasiado rápido. Silas y el fueron tras ella, pero Keyla lo detuvo, el maldijo cuando vio que el griego alcanzó a su mujer.

—Apártate— le siseo a Keyla, pero ella no se apartó.

—Qué demonios ocurre?— le grito ella histérica , el la miro con furia, estaba cansado de hacerle daño a _____, ella todavía lo amaba, lo pudo ver en sus ojos, por un momento, pero todo siempre se arruinaba necesitaba arreglar su vida, para poder luchar por _____.

—Quieres saber qué ocurre?— le pregunto con la mandíbula apretada, ella palideció al ver la furia en su mirada— Quieres saberlo?— le repitió— te lo diré! Estoy harto de esto! — le dijo señalado a ella y a si mismo — tú no eres mi prometida! Y esta mentira se ha prolongado demasiado— el intento marcharse pero ella se puso en su camino.

— Pero que dices Harold! Claro que lo somos, nos vamos a casar!— chillo tirándose a sus brazos, el miro como si se hubiese vuelto loca.

Se sentía desesperado, si no lograba arreglar pronto toda esa mierda, perdería a _____, aparto a Keyla.

— No! Yo no me voy a casar contigo— le dijo— esta mentira se acabó me entendiste!— la sacudió por los hombros y ella se echó a llorar.

—Harold no me puedes hacer esto— sollozo, lágrimas gordas caían por sus mejillas—  me entregaras a el? Vas a permitir que me hagas daño?— ella lo tomó por las manos, el trago sonoramente, que difícil es ver a una mujer llorar, de repente la imagen de  _____ llorando el día que la ataco vino a su mente.

—No Keyla tranquilizante no permitiré que te haga daño, pero tampoco podemos seguir con esta mentira— le dijo intentando reconfortarla, ella se hecho a sus brazos.

—Promételo! Harold promete que no dejaras que me lastime— le suplico, parecía un gatito desamparado, estaba asustada, sentía pena por ella, le recordó a la Keyla de la que estuvo enamorado, la mujer por la que habría dado la vida. Pero ya no. Ella se había marchado y él había conocido a _____, sin embargo no pensaba dejarla desamparada.

—Lo prometo— le dijo y la aparto para poder mirarla— será mejor que te lleve al departamento, no estás en condiciones de regresar a la fiesta— ella asintió, y se limpió la cara con el pañuelo que él le dio, sin embargo su rostro seguía rojo.

Ambos salieron del lugar, rápidamente, cuando estaba esperando el coche junto a Keyla, miro con desesperación hacia el salón, necesitaba verla, miro con frustración a Keyla que estaba muy ocupada retocándose el maquillaje.

—Se marchan ya?— de repente Debbie  apareció frente a ellos seguida por un Adam iracundo, Debbie miro como bicho raro a Keyla, antes de mirarlo el.

—Sí, Keyla no se siente bien— respondió, su hermano estaba mirando a Debbie con ira contenida, como si quisiera estrangularla, aunque sabía que su hermano no sería capaz— y ustedes?— les pregunto, Adam se retiró para pedirle las llaves de su coche al ballet.

— Nos marchamos, tu hermano esta amargado— soltó encogiéndose de hombros.

— Que ocurrió?— Debbie giro los ojos.

—que te ocurre a ti?— le pregunto ella en cambio, el negó con la cabeza y se acercó a ella.

— te lo contare mañana te invito a desayunar— susurro, ella sonrió—  ahora podrías hacerme un favor?— ella asintió, el movió la cabeza en dirección de Keyla—podrías convencer a mi hermano de llevarla al departamento necesito quedarme— ella frunció el ceño y asintió con molestia.

—Pero mañana me lo cuentas todo!— él sonrió y la beso en la mejilla.

—Harold se puede saber qué haces?— se quejó Keyla, Debbie puso los ojos en blanco.

—Nos vamos!— grito Adam a Debbie su hermano estaba muy extraño.

—Ya escuchaste garrapatita! Nos vamos— anuncio Debbie mirando a Keyla, la mencionada muy ofendida miro a Harry.

  —Tengo que hablar con unos posibles socios me quedare, Adam y Debbie te llevaran—  Debbie beso su mejilla antes de alejarse, escucho como su hermano y ella discutían antes de meterse al auto, mañana no sería el único que hablaría.

— Harold pensé que tú me llevarías— se quejó, el negó la cabeza, al final una Keyla enfurruñada subió al auto de Adam.

En cuanto se marcharon el regreso al salón, vio a _____ que  estaba charlando con algunas personas, se quedó fuera de su vista, solo mirándola, absorbiendo cada movimiento de su cuerpo, la amaba, la deseaba, la necesitaba, estaba decidido a recuperarla.

Pasaron un par de horas antes de que se marcharan los invitados y pudiera acercarse a ella. Cuando por fin estuvo sola, la vio quedarse descalza, estaba cansada, lo podía notar, como le gustaría, que la situación fuera diferente, poder llevarla a casa y masajear sus pies, el familiar sentimiento de deseo se apodero de él, para cuando reacciono ella había desaparecido de su campo de visión, la busco rápidamente, la encontró esperando su coche en el vestíbulo, cuando la llamo pudo ver como ella dudaba antes de mirarlo. Necesitaba decirle que la amaba y asi lo hizo pero ella no le creía, y no podía culparla. Al final le prometió que lo arreglaría todo, ella seguía sin creerle, sin querer escucharlo,  se marchó sin decir nada, huyendo, dejándolo con su corazón roto. Tal vez se había equivocado y ella no lo amaba?

La Amante Secreta |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora