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Con las lágrimas al borde, me abrazaba a mi misma mientras los murmullos desaparecían a medida que me alejaba.
Aquella bofetada me había recordado a los golpes de mi tía Margaret la noche anterior haciendome sentir cada vez peor. Mi mamá decía que no debía permitir que lo que dijera alguien más me afectara ¿Pero cómo no hacerlo? Cuando las personas te dicen algo constantemente, comienzas a creer que tienen razón y es verdad todo lo que dicen de ti. Caminé hasta el patio. Había una lluvia demasiado ligera, no podías si quiera notarla.
Me recargué en la puerta cubriendo mi boca con mi mano para que mis sollozos no se escucharan. Lloraba de la ira, coraje y tristeza que sentía. Debía ser ridículo lo que hacía pero soy de esas personas sumamente sensibles, me lamento por ser así y actuar como una estúpida ahora pero quiero que esto termine y yo deje de sufrir, no lo soporto. Lo odio.
Traté de controlarme y lo hice cuando el timbre sonó por tercera vez en la mañana. Me limpié bruscamente las lágrimas con la manga de mi chaqueta y entré.
Mi próxima clase era matemáticas, había repasado la noche anterior y esperaba no tener problema alguno.
Mientras respondía el examen me preguntaba si Ross tendría el mismo horario que el mío, pues también estába en la misma aula que yo ahora. Sin embargo el tomó lugar en el medio y yo atrás como siempre.
Terminé mi examen, se lo entregué a la profesora y salí de ahí, faltaban unos minutos para el toque, decidí ir al baño.
Cuando salí me miré en el espejo, baje la mirada a mi brazos.
«No, hoy no de nuevo» pensé al darme cuenta de lo que quería hacer. Salí de ahí dispuesta a tomar las clases que faltaban, el timbre había sonado por cuarta vez.
—¡Hey, Laura!—escuché como me llamaban y me detuve a medio pasillo donde los demás pasaban apresurados. Ross llegó al instante al sitio donde estaba parada.
Iba a decir algo hasta que él mismo se interrumpió preguntando:
—¿Has estado llorando?
—No, sólo es una de mis alergias.—mentí restandole importancia. Él pareció creerme.
—Bueno, yo sólo quería preguntarte si estábas bien luego de lo que pasó en la cafeteria.—me tomó la mano y me jaló suavemente, lejos del medio donde algumos alumnos molestos se quejaban de que nosotros les impedíamos el paso.
—Estoy bien.—mentí como si hacerlo fuera mi deporte.
—Iba a seguirte pero creí que te enfadarías o algo. Durante el poco tiempo que te conozco eres una chica muy reservada así que preferí no hacerlo.—soltó mi mano. No me había dado cuenta de que aún la sostenía.
—Gracias por preocuparte. Charlotte es el tipo de persona que sólo busca atención. Atención que nadie nunca va a darle. No es amable con ninguna persona.
—Y su cabello es horrible.—quise reír pero sólo sonreí un poco.
—Debo ir a mi siguiente clase.—hice una mueca de disgusto, detestaba las clases de historia como todo el mundo... Bueno casi.
—Y yo debo ir a historia.—abrí aún más los ojos sorprendida.
—Tenémos la misma clase.
—Entonces vamos.—comenzamos a caminar en dirección al aula nuevamente. Una parte de mi se sentía bien al estar con Ross, y la otra no quería admitirlo, yo era muy indecisa en ocasiones.
—¿Te molesta si me siento contigo? Creo que toda la mañana he esto casi hostigandote. No quiero causar molestias, pero Laura, realmente quiero conocerte y que seamos amigos.
—Creo que yo debería ser la molestia. Normalmente la soledad es mi mejor amiga, no me molestaría un poco de compañia.—tomé asiento y me miró. Le di unas cuantas palmaditas al asiento a mi lado. Él se sentó y sonrió.
Podía recordar las palabras de mi madre: «Deja que las personas se acercen a ti»
Y yo comenzaba a tomar ese consejo con Ross. ¿Por qué alejar a alguien que esta siendo bueno contigo? Podría pensar que es por lastima pero no soy ridícula, puedes notar cuando las personas hacen algo por lastima. Y Ross no se ha comportado así en ninguno de los sentidos.
—Detesto esta clase.—opinó con una cara de fastidio.
—Yo igual.—sonrió el mi dirección.
—Genial. ¿Cuál es tu color favorito?—me sorprendí un poco ante su pregunta.
—Rojo.—hice una pequeña pausa.—Y negro.
—El mio es el amarillo. ¿Por qué el negro?—pensé en responder que era porque así es mi vida. Para mi el negro reflejaba oscuridad y algo malo. Mi vida era así y además el negro es lindo pero tampoco soy una de esas chicas únicas y diferentes.
—Refleja mi alma.—respondí en tomo burlón. Ross alzó las cejas.—O algo así.—era hora de ser honesta.—Bromeo, me parece un buen color, es elgante y no sé.—me encogí de hombros.
Estuvimos hablando durante toda la clase. El profesor estuvo a punto de "descubrirnos" pero él siempre ha notado lo silenciosa que soy y Ross... bueno, él fingía muy bien prestar atención. Admito que todo eso me hacía un poco de gracia.
Finalmente el toque de salida. Tomamos nuestras cosas y salimos del aula mientras Ross no dejaba de reír.
—Espera, espera.—me tomó del hombro, y apoyó ahí con su mano tratando de dejar de reír. Cuando lo hizo me sonrió.
—¿Te sientes mejor ahora?—Ross iba a responderme cuando fue interrumpido.
—Aquí estas maldita perra de quinta.—habló Charlotte enfurecida, maldita sea. ¿Hay una coladera cerca? Quizá es de ahí donde salió.
—Pfff ¿Hablando contigo misma?—preguntó Ross, lo miré tratando de averiguar qué demonios hacía, la pelinegra lo miró sin entender.—Dijiste "Aquí estas maldita perra de quinta" y tú eres la única persona que Laura y yo conocemos con esa descripción. Deja de decir lo obvio. Sí Charlotte, aquí estas.—tomó mi mano y salímos corriendo antes de que contestara.
Cuando llegamos a una calle lejos de la escuela nos detuvimos y río nuevamente a carcajadas.
Vamos quieres reírte.—me acusó. Tenía razón pero no era algo que yo soliera hacer. Me había encantado su broma a Charlotte y él no dejaba de reirse, aquello era compensar el hecho de que yo no me reía, él lo hacía y parecía que era la última vez.
Le dí una media sonrisa sin despegar los labios.
—Tengo que irme.—su risa paró de inmediato.
—¿Por qué? Oh lo siento creo que ya te harté un poco. Estar conmigo casi todo el día... creo que puedo llegar a ser un tanto irritante en...—puse mi mano en su boca.
—No, claro que no. Ross, eres un gran chico, me he dado cuenta en el poco tiempo de conocernos. No eres irritante, todo lo contrario. Pero tengo que irme a mi trabajo.—quité mi mano de su boca. Me parecía tierno todo lo que había dicho y pensado. Él no era así... Y yo tampoco pensaba de ese modo.
—Oh. Entiendo. Pero ¿Te veré más tarde cierto? Tenemos que hacer el trabajo.—asentí.
—Nos vemos.—me despedí con la mano y Ross me sonrió... Otra vez. ¿No se cansaba de hacerlo y de hablar?
Caminé a la cafeteria. El olor a tierra húmeda inundaba el ambiente. Siempre había sido uno de mis olores favoritos además del olor a café y libros. El día nuevamente estába semi soleado y me parecía una burla. Todos siempre dicen que después de la tormenta viene la calma y el sol aparecían, cuando pasabas por tiempos difíciles. En mi caso la tormenta era muy larga. Demasiado larga. Tal vez nunca termine, pero tienes que aprender a vivir con eso. Luego de un tiempo esa "tormenta" ya no puede morjarte, no puede afectarte.
Abrí la puerta de la cafeteria haciendo que la pequeña campana sonara.
—Laura, que bueno llegas.—me saludó mi jefa.
Entré en el lugar de empleados y colgué mi mochila junto a mi chaqueta quedando en una blusa blanca, subí las mangas a la altura de mis codos, me até el cabello en una coleta y tomé el delantal café oscuro junto a mi libreta y bolígrafo.
—¿Crees que puedas quedarte unos minutos al final de tu turno? Necesito hablar contigo, no es nada malo.—me sonrió amble.
—Esta bien.—respondí a mi jefa, la Sra. Millers, era de cabello casi blanco y corto, de tez blanca y muy amable. Aceptó darme el trabajo desde que tenía 15 años y siempre le agradeceré el que lo haya hecho. Realmente lo necesitaba.
Comenzé con mi trabajo de tomar las ordenes y recojer algunas mesas cuando las personas se iban.
El chico de cabello café que estaba sentado junto a Ross en la cafeteria esta mañana, entró y tomó asiento a lado de la ventana cuando mi turno estába por terminar.
—¿Desea tomar algo?—pregunté lo más amable posible. Él apoyaba su barbilla en su mano, rápidamente me miró.
Y asintió.
—Sólo un café por favor.—anoté lo que pedía.
—¿Algo más?
—¿Tienen aquí rosquillas de chocolate?
—Claro.—respondí algo obvia sin dejar de ser amable.
—Bueno, pues entonces quiero dos.—continué apuntando.
—No tenerlas sería como el café sin azúcar.—murmuré recordando al sujeto del otro día.
—¿Café sin azúcar?—preguntó extrañado y lo miré.—¿Qué clase de persona pide algo así?
—No lo sé. Un suejeto el otro día.—pasé un mechón de pelo por mi oreja.
—Eso debió ser horrible.
—Lo fue. Ya vuelvo.
Me dirigí a la cocina, serví la taza de café y pedí las rosquillas.
Regresé ala mesa y entregué el pedido.
—Oye, tú eres la chica que enfrentaba a Charlotte en la cafeteria esta mañana ¿Cierto?
—Emmmm... preferiría que...
—Oh, es sólo que también eres amiga de mi hermano ¿No es así? Su nombre es Ross Lynch, rubio, alto, de tez blanca, no más guapo que yo.—sonreí con los labios pegados.
—Eh si, somos amigos, por así decirlo. Mi turno ha terminado así que si me disculpas.
—Claro. Nos vemos después.—asentí y me dirigí a la "oficina" de la Sra. Millers. Era un pequeño cuarto donde a veces nos llamaba a los empleados y todo ese tipo de cosas. Rogaba que lo que tuviera que decirme no fuera algo malo.
Y ahora que lo pienso, el hermano de Ross es tan amable como él. No recuerdo haberlo visto antes tampoco. Estoy tan distraída en otro tipo de cosas que no noto a las personas a mi alrededor.

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆
HOLA!!! Hoy es Martes de Save Me 7u7 ¿Les gustó el capítulo? Rockoso apareció y Charlotte me cae mal xd
Como verán, Laura no es de las únicas y diferentes. Todo lo contrario, se burla de ellas *-*
Adsfgjsvdje hace días no escribo. Es como... Unas pequeñas vacaciones :3
¿Qué opinan? ¿Les gusta cómo va la novela? Luego se comenzará a poner zukulemtha y descubrirán muchas cosas wooooo
Mmmm, me gusta actualizar esta novela los martes por la noche, no sé, como que le da ese "toque" para leer más a gusto o al menos a mi me parece así ❤
¿Sabían que cada vez que le dan en el botón de votar... Tienen una oportunidad más de que Raura se confirme? 0.0 jeje. Oh y casi lo olvido, también publicaré este viernes. Nuevos capítulos todos los martes y viernes :3
Recomienden la novela a su gato, al vecino, amigos, abuelos, padres, postes, camas, etc. ❤
Ok ya, nos leemos. 💞

Smile☆

Save Me☆~[Raura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora