—Te había visto antes en la escuela.—comenzó Ross. Realmente me sentía intrigada.—Eras muy callada y reservada. Diferente al resto o las chicas del instituto, todas ahí son demasiado extravagantes. Pero en cambio tú, solo estabas ahí... Respirando.—reí y me rodeó con su brazo. Una sensación de calidez se hizo presente.—Me causabas mucha curiosidad los primeros días, intenté acercarme a ti pero tú no hablabas con nadie. Eras muy linda pero siempre estabas triste, no participabas en clase, usabas playeras con manga larga o algo casual, no usabas mucho maquillaje o quizá ni lo hacías, no te esforzabas por ser la mejor o participar en clase. Solo estabas ahí, nadie se te acercaba y te perdía de vista en el almuerzo. Tal vez fue eso lo que llamó mi atención, eras muy misteriosa y yo amo el misterio, he leído muchas novelas de ese género y también he visto películas.—hizo una pausa riendo.—Aquello era las primeras semanas, luego de un mes tuviste que leer tu ensayo en clase de literatura y yo quedé embobado por la manera en que te expresabas y el sonido de tu voz. Creo que ahí fue cuando comenzaste a gustarme y días después, mamá me pidió comprar algunas cosas, era cierto cuando dije que recién nos habíamos mudado, sin embargo, tenía una idea de cuál era el supermercado más cercano pero te ví y sin dudarlo bajé de mi auto para alcanzarte, era un buen pretexto para finalmente acercarme a ti y poder hablarte. El resto ya lo sabes.—explicó. Yo seguía sin creerlo. Nunca lo noté mirándome o algo parecido. Siempre creí que pasaba desapercibida con los demás y ahora... ¿Se supone que debo sentirme feliz?
—Nunca noté que me miraras.—dije mirándolo.
—No notabas nada a tu alrededor y yo siempre fuí discreto.—no me arrepentí de nada en ese momento.
Por un momento había creído que pasé mucho tiempo sin darme cuenta de la existencia de Ross o algo parecido pero... ¿Cómo debía sentirme ante tremenda declaración? ¿Saltar y gritar estaba mal? Aquello era una idea de lo que quería hacer.
Le gusto y él me gusta. ¿Habrá una mejor sensación? En toda mi vida solo he tenido algo así como un novio cuando estaba a punto de cumplir 16, luego él conoció a Margaret y ella se encargó de alejarlo de mí.
No he vuelto a verlo y tampoco es como si quisiera hacerlo, me dolió el hecho de que se fuera sin decir nada y rompiera su promesa de apoyarme en todo.
Él estaba enterado de mi situación pero al final fue más de lo que podía soportar.
Todas las personas que quiero o he querido, se alejan de mi lado. Realmente espero que eso no pase con Ross, perderlo sería de lo peor que podría pasarme además de todo lo que ya vivo.
—Tal vez no lo notaba porque siempre fuí rechazada.—me encogí de hombros.—Luego de unos días de haber entrado a la escuela, me catalogaron como la "rara y solitaria" y luego los demás incluidos Charlotte y su insoportable novio.—rode los ojos al recordar esos días donde tenía que aguantarlos a ellos en la escuela y luego a Margaret en casa. No cabe duda que hay días donde la mala suerte es mi gran amiga y compañera.
—Charlotte ha estado calmada en estos días y si se atreve a querer herirte de nuevo, sabes que estaré ahí para ti.—sonreí y tomé su mano. No había mejor sensación que esta.
—Gracias.—recargue mi cabeza sobre su hombro.
Luego de un corto silencio, él volvió a hablar:
—Dijiste que te gusto. ¿Desde cuándo?—preguntó Ross interesado. Parecía como un niño pequeño curioso por saber la sorpresa que su madre le tiene preparada. Ross no estaba tan ansioso ni mucho menos daba saltitos pero lucía igual de adorable e intrigado.
—No sé. Creo que aclaré lo que realmente sentía por ti ayer.—rió con ganas. Sonaba absurdo pero era real.—Lo cierto es que algo me dice que ya me gustabas desde hace más días pero apenas ayer lo admití.—aclaré.
—Bueno, eso tiene más sentido pero... ¿Y ahora qué?—guardé silencio antes de hacer cualquier broma.
Podríamos ser pareja ahora, aunque tal vez parezca apresurado o tal vez no. Le gusto a Ross desde hace meses y él a mi desde hace uno aproximadamente. Es gracioso y desequilibrado.
Besé su mejilla tiernamente.
—Te lo digo cuando nuestra cita acabe para que sea más cliché. Así cuando me lleves a casa, porque realmente creo que vas a hacerlo.—hay más risas de nuestra parte.—Así podrás regresar a casa llorando o inmensamente feliz.—la risa de Ross cesó y me miró mal.
—Eso duele. Igual no voy a suponer nada antes de la hora.—giré mi cabeza para mirarlo y él aprovecha para robarme un corto pero duelce beso.
Es increíble que luego de tantos malos días, finalmente tenga uno bueno y digno de recordar. Este sin duda es mi mejor día en mucho tiempo. No exigo que todos los días lo sean, pero al menos podrían ser un poco más soportables.
Es entonces cuando un recuerdo se interna en mi mente, mi último día con mis padres:
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Save Me☆~[Raura]
Fanfiction[Trailer disponible en Multimedia] ¿Quién diría que de un día a otro tu vida puede cambiar? La vida de Laura Marano, una chica cegada por el sufrimiento a causa de los maltratos de su tía, una madre que la abandonó y un padre preso, cambia al conoce...