Me separé de Ross bruscamente. ¿Pero qué estoy diciendo? Yo no... lo estaba. No podía negarlo. Nuevamente no hay vuelta atrás y contradecir mis sentimientos, no era una buena forma de arreglarlo.
-Laura.-me llamó haciendome salir de mi trance. Lo miré.-Puedes contarme lo que sea. Lo sabes ¿Cierto?-me sujetó por los hombros.
-Por supuesto que lo sé. Tú lo haz dicho. Es solo que mi mente y todos mis pensamientos son un desastre. Acabo de enterarme de muchas cosas que creo que estoy al borde de un colapso mental. Ayúdame.-pedí.-Ayúdame a ordenar mis ideas ¿Puedes?-su respuesta fue una sonrisa seguido de entrar a la cafetería.
Tomó asiento en la misma mesa frente al mostrador mientras yo iba a colocarme el delantal e iba por mi bolígrafo y libreta para anotar las ordenes.
Estaba dispuesta a contarle lo que había sucedido, todo. No debíamos tener secretos. Ross me había contado una gran parte de su vida aunque claro, él no tiene un tan "oscuro pasado" como el mío. Además, esperaba hacer caso al consejo de mi madre sobre dejar que las personas se acercaran a mi y no lo sé, tal vez Ross pueda ayudarme y salvarme. En todo este tiempo, era mi única esperanza.
Regresé con una taza de café para él. Luego de que me agradeciera fui a atender unas cuantas ordenes. Quería contarle pero descuidaría mi trabajo y ambos estábamos de acuerdo con eso. Me aseguré de que no necesitaran más de mi y me acerqué a Ross.
-Primero. Tienes que saber que no convivo con mis padres hece mucho.-admití. Él sabía el asunto de mi tía pero no por completo. Desconocía las razones.
-Podría decir que es un poco obvio porque vives con tu tía aunque tengo teorías sobre cuestiones de trabajo o no lo sé.-comentó Ross encogiendose de hombros. Dió un sorbo a su café y yo seguí.
-Hoy fuí a visitar a mi padre.-noté como la curiosidad lo atormentaba y una pequeña sonrisa se formó en mis labios. Era la primera vez que le contaba esto a alguien.-Digamos que él... hace un tiempo trabajaba en un gran negocio. Yo era pequeña y nunca supe exactamente lo que era. Desconocía lo que hacía para ganarse la vida y mantenernos a mamá y a mi.-miré hacía abajo jugando con el borde del delantal.-Sabía que no hacía nada malo, pues era su trabajo y nunca escuché quejas por parte de mi mamá sobre si lo que hacía estába mal. Todo lo contrario, hablaban de lo bien que todo iba. En algunas ocasiones mi padre mencionó lo que hacía pero esos recuerdos son borrosos para mi. Aún así, estoy segura de que no era nada malo.-suspiré. Es algo difícil volver al pasado luego tanto tiempo.-Como todo buen negocio y momento, alguna desgracia tenía que ocurrir, y así fue como a los 9 años acusaron a mi padre de fraude y a los 10, ví como oficiales de policía entraban a nuestra casa y se llevaban a mi padre quien protestaba y hacía todo por liberarse. Fue inútil. Terminó en prisión con una condena no muy favorable. Han pasado 7 años desde entonces y hoy fuí a visitarlo.-alzé la mirada esperando por la reacción de Ross quien estaba atento por todo lo que le contaba.
-No debió ser fácil.
-No lo fue.-admití.-Sin embargo, tuve que aprender a vivir así.-traté de restarle importancia pero, seámos sinceros. Mi vida era una mierda. Desde mi hogar, mi "familia", la escuela.
-¿Qué sucedió con esa visita?-preguntó en un tono dulce.
-Me habló sobre mi madre y al final, cuando los guardias se lo llevaban de nuevo a su celda, gritó que yo podría tener una hermana o un hermano.-aquella última imagen de mi padre seguía tan fresca en mi memoria. Dudo algun día olvidarla. Era la segunda vez que lo veía de esa forma. La primera fue a los 10 años.
-Y se supone que ahora tienes que buscarla o buscarlo ¿Cierto?-asentí.-¿Te dijo otra cosa? ¿Algun dato importante?-lo admito, me gustaba la importancia con la que toma el asunto.
-Por desgracia no. Los guardias interrumpieron.-una mujer entró a la cafeteria y tomó asiento en una mesa. Le pedí a Ross que me esperara y fui a atenderla junto a otra pareja.
¿Era una inderecta? El chico era rubio como Ross y la chica castaña, parecían de la misma edad y lucían tiernos juntos.
Les entregué lo que pidieron y regresé con Ross. Aproveché para limpiar y recoger algunas mesas con su ayuda.
-Me gustaría preguntar acerca de tu madre pero supongo que no sería lo adecuado.-Ross se rascó la parte trasera de la cabeza. Junté unas tazas y las llevé a la cocina no sin antes darle una mirada rápida.
-Aún me duele un poco hablar sobre ella.-confesé limpiando una mesa mientras él acomodaba las sillas.
-Descuida. No quiero presionarte.-colocó su mano sobre la mía deteniendo mis movimientos sobre la mesa. Nos miramos.
¿Ese tacto provocaría la misma sensasión en él, tanto como en mi?-Cuando estes lista o quieras desahogarte. Estaré ahí.-no podía apartar la mirada de sus ojos. Asentí. Repetía varias acciones el día de hoy como mirar, negar y asentir. Parecía como si fuera lo único que me sale bien.
-Sí, yo... lo tomaré en cuenta.-volví a mi trabajo. Atendí más mesas y noté que Ross no apartaba su vista de mi en varias ocasiones. ¿Qué nos sucedía? ¿Sentirá lo mismo?
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Save Me☆~[Raura]
Fanfiction[Trailer disponible en Multimedia] ¿Quién diría que de un día a otro tu vida puede cambiar? La vida de Laura Marano, una chica cegada por el sufrimiento a causa de los maltratos de su tía, una madre que la abandonó y un padre preso, cambia al conoce...