Save Me☆~[Raura]

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IMPORTANTE. LEAN:
Si hay 5 COMENTARIOS o más, de 5 personas DIFERENTES. Mañana publicaré el próximo capítulo por San Valentín.
[Los comentarios deben ser racionales tampoco vayan a comentar un punto o dos palabras :'v] Las amo quesos! 💞

Ross y yo caminamos hacía la cafetería tomados de la mano. No había entrado en muchos detalles sobre ningún tema en específico después de nuestro beso, el cual había estado esperando desde el momento en qué llegué. No sabía hasta qué punto, pero presentía que me estaba volviendo una chica cursi. ¿Era una buena o mala señal?
Una vez que todos teníamos nuestro almuerzo, tomamos asiento en una de las mesas de la cafetería.
Rocky y Ryland, no nos acompañaban en esa ocasión, probablemente porque Calum los amenazó con que no lo ridiculizaran frente a Celesta o simplemente quisieron darles su espacio.
Los cuatro conversamos alegremente un buen rato y Ross y yo nos mirábamos cómplices viendo a Calum intentando hacer reír a Celesta, quien cada vez me agradaba aún más. No dejaba de ser una chica amable y muy linda.
En un momento dado cuando hablaba con ella, Calum miró a Ross y él asintió, seguido de esto, noté cómo el pelirrojo inhalaba aire profundamente.
¿Pero qué demo...
—Oye Celesta. ¿Tienes libre ésta tarde?—inquirió curioso, a lo que la chica negó y yo presté atención a la escena.
—No. ¿Por qué?—miré a Calum esperando que dijera algo.
Joder... ¿Va a hacer lo que creo que va a hacer? Miré a Ross quién estaba a mi lado y él también lucía muy interesado. Ninguno de los dos estaba prestando atención a nuestro alrededor.
—Oh bueno. Pensé que... Ah... Ya que los cuatro nos llevamos muy bien y supongo que tal vez quieras conocer mejor a Laura... No sé, ¿qué te parece si salimos hoy?
Miré a Celesta quien estaba a mi derecha, tenía las mejillas ligeramente sonrojadas y una sonrisa que no se iba de su rostro.
¿En serio Calum la había invitado a una cita?
—Claro. ¿A dónde quieren ir?
Casi puedo jurar que por un momento, el único pelirrojo en la mesa, había dejado de respirar. Al ponerme en su lugar, deduje que muy probablemente se sentía en las nubes o algo parecido. Pero Celesta no lo notó puesto que nos miraba a Ross y a mí. Entonces dije lo primero que se me ocurrió:
—¿El cine?
—Oh sí. ¿Por qué no? ¿Qué dices Calum?—preguntó Ross. Por algún motivo, presentí que estaba intentando traer a su mejor amigo de vuelta a la tierra. Lucía realmente embobado y estaba preocupada tratando de descifrar si aún respiraba.
Quizá debí pedirle a Mathew que me ensañara a revivir a las personas o a comprobar su pulso. Habría sido muy útil en éste momento.
—Es una... Buena idea. Ustedes elijan la película, yo no tengo objeción alguna.—habló Calum finalmente y dejé de sentirme preocupada. Al menos seguía vivo.
—Opino lo mismo. Que las chicas elijan.—concordó Ross y miré a Celesta quien habló.
—¿Les gustan las películas de Romance?
—Oh claro, Calum las adora.—comentó Ross.
—Es todo un romántico.—dije. Ambos estábamos haciendo todo lo posible por ayudar a nuestro amigo y hasta cierto punto la situación me resultaba graciosa.
Se sentía bien ayudar a alguien que realmente lo valía.
—¿Y la comedia?—preguntó Celesta nuevamente.
—Calum es muy divertido ¿Sabes?
—Su risa es la más contagiosa que he escuchado.
Nuevamente, Ross y yo hacíamos nuestro mejor intento por apoyar. El orden al hablar había sido el mismo.
—Mis chistes suelen ser los mejores.—habló Calum.
—Ya lo creo. ¿Qué hay del terror?
—No le temo a nada.—respondió el pelirrojo ante la propuesta de Celesta. Todo comenzaba a ser repetitivo.
—Calum es la persona más valiente que conozco.
—No se asusta con nada.
Celesta rió al oírnos. Probablemente por nuestra improvisada rutina o por las cosas que decíamos, quizás estábamos siendo muy obvios.
—Bien. ¿Y la acción?
—Vivo mi vida al límite.
—Calum siempre corre riesgos, de lo contrario no se siente vivo.
—La adrenalina corre por sus venas.
La chica a mi lado nos miró a los tres tratando de descifrar si sufríamos de alguna especie de retraso. Ok no... No nos miraba así, si no de manera sospechosa. ¿Acaso descubriría que queríamos emparejarla con Calum? Porque esperaba que no fuera así. Todo era para una buena causa. Yo era feliz con Ross y de alguna manera, quería que mi único amigo también lo fuera.
—¿Tú qué opinas Laura?
—No he revisado la cartelera últimamente. Pero supongo que algo bueno encontraremos.—sonreí.
Cuando el receso finalizó Ross, Calum y yo caminamos a nuestra siguiente clase puesto que Celesta tenía un horario diferente al nuestro, a pesar de eso, teníamos varias clases en común.
Fue entonces, cuando nos encontrábamos en el pasillo, que Ross y yo aprovechamos para interrogar a Calum. Le preguntamos cosas como si estaba seguro de lo que hacía o si era algo que ya tenía planeado. Ellos también aprovecharon para preguntarme si había avanzado en algo acerca de mi "misión secreta". Fui honesta y les dije a ambos que aún no estaba segura del todo y que no le había preguntado a Celesta directamente, pero que ella nunca ha mostrado alguna especie de desagrado hacía nuestro amigo.
Y en conclusión: Calum no podía esperar hasta el viernes dado que según él tenía planes. Aunque lo que yo realmente pienso, es que trata de hacerse el difícil o simplemente está muy desesperado por Celesta. Tanto que la ha invitado a salir entre semana. No estaba segura de si era algo tierno o estaba apresurando las cosas. Estábamos por llegar al salón cuando a mitad del pasillo comenzaron a escucharse gritos y al rededor se encontraban varios estudiantes apreciando la escena; no lograba comprender la situación, pero las voces eran de un chico y una chica.
Los tres nos acercamos a la escena lentamente puesto que nuestro salón estaba del otro lado del pasillo.
Las voces se hacían cada vez más claras y decidimos detenernos puesto que Charlotte y su novio, cuyo nombre había olvidado, estaban en medio de éste discutiendo. Rodé los ojos y me cruce de brazos fastidiada.
—¡Eres un animal! ¡Un imbécil. No puedo creer que no seas capaz de hacerte responsable de algo que tú mismo provocaste!—reclamaba Charlotte. Lucía histérica y su rostro estaba rojo de la ira. En cambio, su novio, con quien solía atascarse en la entrada de la escuela, parecía no importarle en lo absoluto, más bien estaba fastidiado.
—Oh vamos. Como si tú no hubieras estado de acuerdo con lo que sucedió esa noche. ¿Qué no lo recuerdas Charlotte? Como me suplicadas porque te follara. No me eches a mí la culpa de ser tan fácil. Todo el mundo sabe que le abres las piernas a cualquiera.—la mano de Charlotte se impactó contra el rostro del chico. Algo muy cliché.
Calum hizo una mueca.
—Eso debió doler.—comentó sin que casi nadie lo escuchara.
—¡Ese no es el punto!  ¡¿Cómo te atreves a hablarme así después de tanto?! ¡¿Cómo es que tienes el descaro de reclamarme algo que ambos queríamos cuando todo ese tiempo has estado engañándome?!
El susodicho la miró con desprecio con una mano en el rostro mientras se sobaba la mejilla.
—Oh vamos, sabías que no iba en serio ni mucho menos pienso hacerlo ahora. No es mi problema que no sepas cuidarte.
—¡Eres un idiota Jack! ¡¿Acaso no piensas hacerte cargo?!
—¡Por supuesto que no! ¡Ese es tu problema!
—¡Y también el tuyo!
—¡No lo es! ¡Porque de ser así me desearía de esa cosa en una clínica!  ¡No lo quiero en mi vida! ¡¿Y sabes qué?! ¡Yo mismo te daré el dinero para que vayas y dejes de joderme la vida, porque es lo único que sabes hacer bien!
Jack caminó en dirección contraria en grandes zancadas y todo el mundo murmuraba sorprendido viendo como Charlotte lloraba y se alejaba avergonzada hacía su próxima clase, que para mi desgracia, era junto a nosotros.
¿Jack estaba hablando de un aborto? ¿Era en serio? No entendía como podía tomarse algo así  tan a la ligera. Sin duda él era un imbécil.
—No sabía que Charlotte estaba embarazada.—comentó Ross a mi lado atrayendo mi atención.
—¿No lo sabías?—preguntó una chica de la nada que no había visto hasta ahora.—Era muy obvio, ha estado teniendo náuseas desde hace semanas, se desmayó hace un mes en clase de biología y unas chicas encontraron una prueba de embarazo en el sanitario. Todo el mundo estaba enterado, incluso decidió no asistir ayer a la clase de deportes porque al parecer creyó que eso le haría daño al bebé y de acuerdo con lo que escuché, se sentía terriblemente fatal.—informó aquella chica castaña para luego alejarse con otro grupo de chicas. Yo negué  con la cabeza.
—Vayamos a clase.—sugerí antes de retomar nuestro camino.
No era mi vida y Charlotte jamás había sido de mi agrado, pero no evitaba sentir pena por ella y preguntarme si sería capaz de abortar.
No tenía nada en contra del aborto, quiero decir, no es la mejor solución puesto que antes de eso las mujeres deben de ser mucho más cuidadosas y responsables junto a sus parejas, pero el modo en que Jack lo había sugerido, había sido tan cruel. Como si él no hubiera tenido la culpa de nada y el bebé que estaba en camino tuviera la culpa de todo.
Cuando entramos en el salón, la profesora no había llegado aún y Charlotte estaba en una esquina llorando mientras una de sus amigas intentaba consolarla, aparté la mirada y tomé asiento alejada de ella.
Detrás de nosotros había un grupo de chicos apostando quién era el padre dado a la mala reputación que Charlotte tenía, tal parece que no creían que Jack fuera el padre, entre ellos estaban los chicos que siempre me molestaban, me hacían sentir enferma.
—Pero que imbéciles.—comentó Ross a mi lado quien tenía un brazo recargado en el respaldo de su asiento y miraba la escena con desagrado.
—Lo único que puedes esperar de la mierda, es más mierda.—dijo Calum y no pude haber estado aún más de acuerdo con él.
No entendía cómo es que las personas podían burlarse de una situación tan delicada, se estaban tratando temas difíciles y lo único que hacían era burlarse, como si un embarazo no deseado fuera el mayor chiste de la historia y el aborto una acción cualquiera.
Mi instinto me hacía querer ir y gritarles que lo que hacían estaba mal, pero no lo haría, no cuando en mi lugar, Charlotte estaría burlándose de la situación mientras me insultaba como si fuera una cualquiera.
Lo cierto es que tampoco quería opinar nada al respecto. ¿Qué podía decir sobre la chica que siempre se había empeñado en hacerme la vida imposible? Podía sentirme mal por ella y por la responsabilidad que tenía encima, pero de ahí no pasaría, yo no era nadie para juzgarla ni mucho menos para apoyarla.