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No podía creer lo que estaba por hacer ni mucho menos como Ross y Calum lograron convencerme. Tal vez era mi conciencia gritándome que era lo justo después de toda la compañía y el apoyo que me dan.
Aunque claro, eso no significa que esté completamente de acuerdo con la idea. Quiero decir, yo jamás he estado dispuesta a hacer amigas. La última vez que tuve una, fue hace más de diez años cuando estaba en el Jardín de niños. Y el único motivo fue que no tenía otra opción.
Caminé por los vestidores tras haberme cambiado de ropa pensando en cómo acercarme a Celesta y cómo sobrevivir a la clase de deportes.
Al menos tenía buenos  reflejos, lo que impedía que el balón me diera en la cara de vez en cuando.
Tomé asiento en una banca para atar los cordones de mis zapatos.
De acuerdo al plan de Calum y Ross yo tenía que acercarme a Celesta durante la clase y preguntarle de manera "Casual" si estaba interesada en mi pelirrojo amigo.
Todo parecía ser sencillo... Si tan solo supiera hacer amigas y hablar con otras chicas.
Comencé a atar las agujetas de mi segundo zapato cuando escuché la voz de Charlotte y sus amigas.
Agradecí que los casilleros que se encontraban detrás de mí nos separaran.
—Toma un poco más de agua. Te hará sentir mejor.—aconsejó una de las amigas de Charlotte pero ella pareció negarse.
—Hablaré con el entrenador. Le diré que estás con el periodo, seguro entenderá y no hará preguntas. Los hombres siempre evaden ese tema.—rodé los ojos restándole importancia al asunto.
Terminé de atar mis agujetas y caminé lejos de ahí.
No me interesaba en saber lo que a Charlotte le sucedía y tampoco quería encontrarme con ella.
Sin embargo, ese era el menor de mis problemas.
Atravesé el gimnasio hasta salir de este.
De acuerdo con lo que había dicho el entrenador. Tomaríamos la clase al aire libre.
Tan pronto salí, me encontré con Ross. Quien afortunadamente estaba solo.
—¿Haz averiguado algo?—preguntó al verme.
—No. Y tampoco tengo idea de cómo hacerlo.
—Es fácil. No sé cómo funciona la amistad entre chicas pero...
—Yo tampoco.—Ross sonrió y yo crucé mis brazos sobre mi pecho esperando que no hiciera preguntas al respecto. No me apetecía hablar sobre el por qué no me gustaba ser social con las chicas.
—Mira, no es nada del otro mundo y tampoco tienes que averiguar si a Celesta le interesa a Calum hoy. Sólo comienza acercándote a ella y haz algún comentario.—respiré profundamente y miré a mi alrededor, el entrenador estaba hablando con el equipo de baloncesto por lo que la clase aún no iniciaba.
—Supongo que si logré que te interesaras en mí sin hacer nada. Esto debe ser pan comido.
—Así es.—Ross tomó mi mano y me acercó a él hasta darme un abrazo.
Todo era mejor desde esa perspectiva y él olía demasiado bien.
—¿Mathew vendrá por ti hoy?
—No. Tal vez vaya al hospital a visitarlo y luego ambos iremos a casa.—respondí.
Otra de las cosas que había descubierto de Mathew en este tiempo, era que trabajaba como enfermero en un hospital. No tenía ni idea de cómo lo había logrado puesto que también había estado en prisión años atrás.
Aunque, respecto al conocimiento, Mathew me había contado que era algo que siempre le había interesado y que durante la preparatoria, había estudiado algo referente a enfermería. Después ingresó en la Universidad junto a mi padre y ambos se graduaron en algo referente a las empresas.
Antes de que yo lo conociera aquél día en la cocina, solía trabajar por las noches para tener libre el día, pero ahora que literalmente vive conmigo. Ha preferido trabajar durante el día mientras yo estoy en la escuela, de esa manera puede cuidar de mí si Margaret intenta hacerme algo. Me había costado acostumbrarme, pero al final resultó ser una de las mejores compañías.
Ross depositó un tierno besó en mi cabeza antes de separarse.
—¿Te he dicho lo bien que luces con el cabello así?—reí por su comentario.
Siempre me ataba el pelo para la clase de deportes.
—¿Y lo bien que te sienta el color azul?—miré mi vestimenta.
Una playera sin mangas color azul y pantalón deportivo color rosa que en ocasiones usaba como parte de mi pijama.
Él cambio vestía una sudadera de un azul más claro y pantalones deportivos negros.
—¿Es en serio?
—Muy en serio.
—¿Estás coqueteando conmigo Ross?—bromeé.
—Te estoy conquistando.—aclaró antes de besarme cortamente y que la clase diera inicio.

Save Me☆~[Raura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora