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No tenía ningún recuerdo agradable donde alguien que no hayan sido mis padres, se hubiera tomado la molestia de hacer algo lindo para mi, tomarse el tiempo de hacer este tipo de detalles.
Sin embargo, aquello se sentía realmente bien. Comenzaba a creer que Ross era mi consuelo luego de varios años de soledad. Lo quería demasiado que comenzaba a extrañarme sentir algo así por alguien que no era de mi familia. Supongo que después de todo, el siempre iba a ser la parte feliz de este tramo de mi vida. No había ninguna otra cosa que me hiciera sonreír además de las bromas de Calum y la visita a mi padre esta mañana.
Cuando me separé del beso, Ross tenía una enorme sonrisa en su rostro, Calum se acercó a felicitarnos al igual que Ryland, quien por cierto aclaró que no creía nada de lo que había dicho Charlotte el otro día, y que si era real, no tendría por qué preocuparme por él, me apoyaba al igual que Calum y Ross. Por esa parte podría estar tranquila, ahora no temía porque se alejaran de mi lado o algo parecido.

Finalmente salimos de la escuela unos minutos después, le había pedido a Ross que me acompañara a ver a Mathew y él aceptó sin ningún inconveniente. Antes le había explicado la situación para que pudiera entender al momento de hablar con Mathew. He de admitir que eso me hacía sentir aún más segura, quiero decir. Nunca había socializado con Mathew más que cuando era pequeña, pero debido a mi corta edad no lo recordaba. Además de que estaba casi segura que incluso sin habérselo pedido, Ross hubiera insistido en acompañarme. Dudaba que él acaceptara dejar a su novia con alguien a quien recién conoce ayer. Así que aquí estábamos ahora. Frente a frente con mi ahora novio a mi lado.
De esto podría salir algo bueno: Conseguir la libertad de mi padre y al mismo tiempo justicia respecto a todo lo que ha hecho Margaret o también estaba la parte mala donde todo resultaba ser una falsa y todos salíamos perjudicados. Mi interior rogaba porque ocurriera la primera opción.
—Visité a mi padre hoy.—hablé para finalmente romper con aquel silencio que permanecía desde que habíamos llegado, a excepción de cuando una chica vino a tomar nuestra orden y los tres pedimos café solamente.—Él dijo que le estabas ayudando a conseguir pruebas y que tu fidelidad es real, que lo has vistazo varias veces y que realmente puedo...—me detuve a mirar a Ross. Él también estaba en esto conmigo.—Podemos.—me corregí al instante provocando una pequeña sonrisa del rubio.—... Confiar en ti. Así que dime. ¿Cuál es el plan? ¿Qué tienes en mente?—Mathew bebió de su taza de café antes de hablar.
—Desde lo ocurrido con tu padre. Creo que podrás entender que no pude comenzar a buscar pruebas ya que yo también estuve en prisión. 5 años para ser exactos.—asentí y pude notar por el rabillo del ojo lo sorprendido que Ross estaba al igual que yo. Eso era algo que mi padre no había mencionado.—Decidí que no podía dejar a tu padre en esto. Así que tan pronto salí, comencé a idear maneras de comprobar su inocencia y mi objetivo principal siempre ha sido Margaret a pesar de que la detesto. Y sé que podrás preguntarte por qué estuve ayer en su casa pero como te lo digo. Ella es buena en cierto tema.
—Sin detalles.—pidió Ross amablemente interrumpiendo a Mathew.
—Claro, lo siento. Pero el punto es que obviamente no fue fácil relacionarme con ella. Pues sabía que yo era el mejor amigo de Jonh. Por lo tanto, me costó más de un año encontar la manera de que confiara en mí y al mismo tiempo, hacerle creer que había dejado atrás cualquier tipo de relación con su hermano. Así que poco a poco y muy difícilmente, he conseguido dar con números de cuenta y un contacto realmente mafioso de ella. El nombre de este tipo en Benjamín y vive en Canadá, Margaret lo utilizó para enviarle el dinero que sacó de los fraudes y que así nadie sospechara. Incluso he encontrado un archivo en la computadora de su trabajo pero sigo trabajando en eso para finalmente acceder. Así que, ya que tú Laura, vives con ella. Pasas la mayor parte del tiempo en casa. ¿Cierto?
—Sí.
—Bien. Pues con tu ayuda y la de tu novio, quizá puedan investigar si es que hay alguna otra prueba. ¿Están de acuerdo?—presté atención a cada palabra que Mathew había dicho y había analizado lo mejor posible lo situación aunque todavía lo estaba pensando.
—Yo estoy de acuerdo.—dijo Ross. Lo miré inmediatamente y estaba más que seguro de su respuesta.—Pero solo si prometes que esto es real y que no harás nada para lastimar a Laura, su padre o incluso a mí.—estaba pasmada ante las palabras de Ross. Tomó mi mano por debajo de la mesa y eso me tranquilizó y me hizo sentir segura. Su semblante estaba serio y yo confiaba plenamente en él.
—Entiendo que no es fácil.—habló Mathew con voz tranquila.—Que de un día a otro llegue un tipo y te diga todo esto. Estaría igual que ustedes. Así que hagamos algo.—iba a decir algo hasta que se levantó de la mesa.
Ross y yo nos miramos entre sí.
—Tampoco tienes que hacer esto si no quieres. Tengo suficiente con tu apoyo.—aproveché que estábamos a solas y dejé las cosas en claro con Ross. Tampoco quería que aceptara por sentirse obligado. Lo que menos quería era que resultara herido o algo.
—Lo hago porque te quiero Laura. ¿Qué clase de novio sería si no te apoyo en esto? Quiero asegurarme de que tengas a alguien en quien contar y esa persona soy yo. Sin importar lo que pase.—no hizo más que sonreír para que yo dejara esa preocupación a un lado. Entonces Mathew volvió con un trozo de papel y un bolígrafo. Sacó de su billetera la foto con mi padre y dejó todo en la mesa, haciendo a un lado su taza de café.
No sabía con exactitud lo que tenía en mente pero presentía que de nada malo se trataba.
Mathew tomó el bolígrafo y comenzó a escribir en el trozo de papel en silencio.
La situación era extraña y aún así miré detalladamente sus movimientos. La curiosidad me carcomía por saber qué demonios hacía hasta que finalmente nos tendió a mi y a Ross el trozo de papel. Él inmediatamente comenzó a leer, yo decidí preguntar antes.
—¿Qué es esto?
—Es una especie de contrato donde técnicamente, depositamos toda nuestra confianza. Porque si yo llego a traicionarlos a ustedes o a tu padre, si les causo algún daño. Iré a entregarme a las autoridades confesando que yo fuí el único culpable del fraude, a pesar de que eso no es cierto. Pero es necesario que confíen en mí y supongo que esto es prueba suficiente para que noten que mis intenciones son buenas. Basta con que ambos firmemos Laura y Ross también lo haga como testigo. Así se hará todo esto válido. Incluso estoy dispuesto a darte la foto con tu padre, conservala hasta que logres confiar en mí.—estaba sorprendida ante semejante acción.
Incluso leí el trozo de papel y lo que había dicho Mathew era real, si nos hacía daño, iba a cargar con toda la culpa del fraude a pesar de ser inocente. Incluso ya había firmado, solo hacía falta que Ross y yo lo hiciéramos y sería 100% válido. O al menos entre nosotros.
Estuve pensando por una fracción de minutos luego de analizar una y otra vez lo que se leía en el trozo de papel intentando buscar algún mal indicio, pero no había nada, era algo "limpio".
Miré a Ross y él asintió en señal de que estaba de acuerdo. No lo pensé más y firmé seguido de él.
Mathew sonrió satisfecho.
—Bien. Incluso podemos ir con mi abogado.—negué. Eso sería ir a otros extremos.
—¿Y ahora qué?—intervino Ross. Mathew le pasó el "contrato" y a mi la foto con mi padre.
—Guarden eso y supongo que finalmente podemos de acuerdo para idear algo contra Margaret y hallar las pruebas.—Ross y yo estuvimos de acuerdo. No había más que hacer. Teníamos que comenzar con esto.

Save Me☆~[Raura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora