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Las manos me temblaron y las coloqué en las bolsas de mi gran compañera e inconfundible chaqueta color verde, tras asegurarme de que el gorro estuviera de esta estuviera en su lugar. Era casi verano pero prefería morir de calor a alguien más note mi existencia.
Sabía que no podía seguir evitando el hecho de venir a la escuela y ahí era donde me encontraba, a punto de tener que afrontar los malos ratos del pasado, aquellos momentos y recuerdos de mi vida que por más que intentara olvidar, seguian ahí como un recuerdo permanente de que no puedes huir de la realidad ni mucho menos del pasado, pues mientras vives el presente y te preocupas por el futuro, el pasado seguirá ahí para atormentarte y recriminar casi todos tus actos o los de alguien que sea cercano a ti.
Pues bien, tenía que ser tan fuerte como pudiera y combatir con la sensación de ahogamiento al pasar por los pasillos de la escuela mientras los demás hacían comentarios crueles o inapropiados sobre lo que Charlotte había dicho el otro día.
Sin más y resignada a no poder irme, tomé la mano que Ross me ofrecía al abrir la puerta y bajé de su auto cerrando la puerta.
El rubio se había tomado muy en serio el papel del novio protector y esta mañana había ido a recogerme para ir a la escuela juntos, incluso fuímos por Calum y él realmente me animaba con todas las bromas que hizo durante el camino.
Suspiré y miré a ambos chicos.
-Por mucho que duela tener que venir aquí y enfrentarlos a todos, siempre tendrás a tu novio "El rubio teñido" y a tu mejor amigo pelirrojo para cuidarte y romperle las bolas a cualquier gillipollas que se atreva a molestarte.-sonreír ante el comentario de Calum. También estaba afortunada de tenerlo a pesar de que no éramos tan cercanos como en el caso de Ross.
Respiré profundamente y los tres nos dirigimos al interior de la escuela. Fuí muy consciente de todas las chicas que me miraban mal por todo lo que se decía de mí y el hecho de que fuera tomada de la mano con Ross, así como a varios grupos de chicos susurrando y otros riendo.
Mi mente se esforzó enormemente para no mostrarme imágenes desagradables y en cambio pensé en los proyectos pendientes y los pocos días que faltaban para el verano.
Íbamos recién a medio camino de llegar a nuestros casilleros cuando uno de los integrantes de algún equipo de deportes gritó descaradamente:
-¡Mejor róbame a mí, bombón!-estaba casi segura de que aquello era para mí pues Ross sujetó con más fuerza mi mano a medida que caminábamos y Calum rodó los ojos fastidiado.
Me preguntaba si tendría que alagarme o enfadarme. Daba igual, no iban a dejar de reír ni de molestar por lo que sea que yo fuera a sentir.
Llegué a mi casillero y Ross soltó mi mano para que pudiera sacar algunos de mis libros y cuadernos.
En eso estaba hasta que el tipo que instantes antes me había gritado, se acercó con otros tres chicos. Lo ignoré y seguí con lo mío esperando por la estupidez que iba a decir.
-Oye Laura, el otro día mi hermana perdió unos 10 dólares. ¿Habrá alguna posibilidad de que hayan sido tú o tu padre?-noté como Ross cerraba fuertemente sus manos en puños y el esfuerzo que hacía por controlarse, pues el estaba dispuesto a golpear a cualquier persona que me molestara hasta que yo le pedí que por favor se controlara y lo dejara pasar.
Escuché varias risas pero seguí sin inmutarme.
-Laura. ¿Qué debo hacer para que me des un curso sobre cómo robar carteras o cualquier otro objeto?-preguntó uno de los chicos que estaban ahí, de tez muy morena.
-Mejor aún viejo. Vayamos a visitar a su padre a prisión, es mejor aprender del maestro.-respiré profundamente y cerré el casillero. Tomé a Ross del brazo y lo obligué a caminar al salón donde tendríamos nuestra primera clase. Su rostro reflejaba una seriedad profunda y ningún atisbo de humor. No había rastro de la felicidad que sentía cuando había ido a recogerme, y no es que lo culpara. Yo me sentía igual.
Una vez en el salón tomamos asiento y maldije mil veces cuando el mismo grupo de chicos que me molestaba antes, tomaron asiento "estratégicamente" para quedar a mi lado y atrás de mí. Calum estaba frente a Ross y lo oí maldecir también.
-¿Saben chicos? Es mejor mantener la vista fija en esta chica, así nos aseguramos de no perder nada.-cerré los ojos y segundos después los abrí para escuchar varias risas burlonas. Esperaba lograr soportar esto.
-Cierto, será mejor que
revisemos ahora todo lo que tenemos y también al final de la clase, no quiero llevarme ninguna sorpresa o peor aún, la falta de algo.-ni siquiera me molesté en mirar a otro lugar. Simplemente comenze a jugar con las mangas de mi chaqueta y a encogerme en mi lugar con un pequeño nudo en la garganta. Pero cada vez era más difícil centrarme en eso, pues nuestra profesora se había atrasado y las burlas seguían y seguían. Calum se notaba irritado pero también le había pedido no hacer nada en contra de nadie y justo ahora parecía tener una lucha interna sobre obedecerme o no.
-Sólo espero que nadie pierda algo hoy. Aunque no sería difícil adivinar quien ha sido la culpable.-las risas se hacían cada vez más fuertes y burlonas hasta que cesaron de golpe.
-Lo único que se perderá hoy, serán las bolas de todos ustedes si no dejan de molestarla.-estaba pasmada y me quedé sin palabras al notar que Ross se había levantado de su asiento y sujetaba con fuerza el cuello de la camisa de uno de los chicos que estaba atrás de mí. Lucía bastante molesto y realmente era la primera vez que lo notaba así.
Su mirada se encontró con la mía y soltó bruscamente al chico para regresar a su asiento.
Coloqué mi mano en su rodilla y la acaricié suavemente sobre la tela de su jean negro, tenía que encontar alguna manera de calmarlo y asegurarme de no fuera a golpear a nadie.
-Oh vamos Lynch. No te pongas en ese plan, solo estamos...
-Burlándose de una simple chica que no les ha hecho nada.-interrumpió Calum desde su lugar, los miraba fijamente a todos y el silencio se había apoderado del lugar.-¿Es que no se conocen entre ustedes? ¿No conocen toda la mierda que ya hay en sus vidas? ¿O van a negar que en varias ocasiones los han detenido por conducir ebrios y que han entrado a bares ilegalmente? ¿No es casi lo mismo? ¿Qué hay de la cajetilla de cigarros que medio curso les miró robar hace un año? O todo el alcohol que han llevado a las fiestas del instituto. ¿Acaso eso también fue legal?-Calum regresó la vista al frente y nadie se atrevió a decir ninguna sola palabra hasta que la profesora llegó y dio inicio a la clase. Aproveché que comenzó a escribir en el pizarrón el tema de hoy y me acerqué a Calum para susurrarle un "Gracias". Él se limitó a sonreír. En cambio Ross seguía serio, así que besé su mejilla y apreté su mano ligeramente.
Me miró y sonrió de lado.

Save Me☆~[Raura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora