El tiempo restante de la visita, Mathew y yo le explicamos a mi padre cada detalle de lo que habíamos descubierto sobre Margaret, cada pista y persona con la que Mathew había hablado. Aunque claro, tratamos de ser lo más breves posibles. Dado que mi padre estaba enterado de todo el proceso ahora, podía estar más tranquilo.
No fue hasta poco antes de que el tiempo se agotara que decidí preguntar.
—Papá. ¿Tu recuerdas mi edad exacta y el año en que nací?—pregunté. Quería estar segura de que él también supiera que Margaret estaba enterado.
Papá me miró con una sonrisa antes de contestar.
—Claro que lo hago Laura, fue uno de los días más felices de mi vida. 29 de Noviembre de 1997 y si mis cuentas no fallan. Tienes 18 ahora. ¿Por qué la pregunta?
—Margaret falsificó la acta de nacimiento de Laura y le hizo creer que era un año menor. Se aprovechó de que estuvo en el orfanato y de que Elizabeth jamás tocó el tema.—cerré los ojos al escuchar el nombre de mi madre cuando Mathew explicaba. Hace tanto que nadie cercano a mi lo pronunciaba.
—¿Qué?—mi padre nos miró confundido a ambos, era claro que estaba tratando de entender. Algo parecido había sido mi reacción.
—¡Un minuto!—indicó un oficial de policía cuando el tiempo se agotaba.
—Mierda.—maldije. Papá se levantó de su silla y por ende yo también. Me acerqué a abrazarlo sin decir nada.
—Laura, lamento no estar contigo cuando me necesitas, soy un mal padre, lo sé. Pero créeme que cuando logre salir de aquí, haré todo lo posible por compensar ese tiempo. Eres lo único que me queda.—lo abracé aún más fuerte. No pensaba que él fuera así.
—No eres un mal padre. A pesar de todo te quiero papá.
—Y yo a ti. Por favor dime que aún no estás en tu último año antes de ir a la Universidad.
—No, Margaret me inscribió en un año menor al que debía estar.—dije y el tiempo entonces se agotó.
Con un gran esfuerzo tuve que soltar a mi padre y despedirme de él. El ver como se lo llevaban me hacía sentir enferma. No era justo, si Margaret había hecho la mayor parte del fraude, él no tendría por qué estar aquí o no todo éste tiempo al menos. Él se arrepintió, hizo lo posible por regresar el dinero pero Margaret... Traicionó a su propio hermano.
Sentí la mano de Mathew en mi hombro antes de que los dos saliéramos de la habitación.
A pesar de no ser la primera vez. Era muy duro para mi tener que estar en aquél lugar. Tenía tantos malos recuerdos del día en que mi padre fue arrestado. Supongo que nunca voy a superarlo del todo, es una imágen que por más que intente, no va a borrarse de mi mente.
Mathew y yo llegamos hasta su auto sin decir nada.
—No estaré en casa hoy Laura.—inició atrayendo mi atención.—Por lo que te pido que te mantengas fuera el mayor tiempo posible, quédate con Ross o llámame si es necesario. Llegaré por la noche y espero que no sea muy tarde. Mañana tampoco estaré presente. Aún tengo asuntos que arreglar que tienen que ver contigo y la "agenda de Margaret". Pero no puedo contarte nada hasta que esté todo claro. Espero que me entiendas. ¿Lo haces?—inhalé aire profundamente. A pesar de que comencé a sentir curiosidad, decidí no preguntar nada. Confiaba en él y no quería que algo saliera mal.
—Sí, claro.
—Bien...—Mathew revisó la hora antes de hablar nuevamente.—Tenemos tiempo. Así que ahora tú y yo iremos a tramitar tu identificación.
—¿Mi qué?
—Eres mayor de edad Laura y dada la situación, podría ser de mucha ayuda, no te preocupes por los documentos, ya he conseguido los reales.—asentí y encendió el auto nuevamente.El trayecto ésta vez fue más corto y tan pronto llegamos a aquél lugar, el cual era nuevo para mí y desconocía por completo. Fui al baño más cercano posible, agradecí cuando noté el espejo que había ahí, todo lo que hice fue cubrir mis ojeras con maquillaje lo mejor que pude, el cual siempre llevaba en mi mochila por si acaso, usualmente lo usaba para cubrir los golpes de Margaret, arreglé mi cabello y aproveché para quitarme la sudadera de Ross. A pesar de que nunca me habían gustado las fotos de ese tipo, tampoco quería lucir tan mal.
El proceso fue menos largo de lo que esperaba, datos personales, mi firma, una foto, huellas dactilares, etc. No fue la gran cosa pero a pesar eso, mi mañana estaba siendo más interesante de lo que esperaba, usualmente solo se basaba en dos posibles cosas, clases o quedarme en casa si sufría enfermedad o porque Margaret me golpeaba más de la cuenta y era muy difícil ocultarlo. No podía sacar de mi mente a mi padre, ni mucho menos dejar de pensar si realmente lo conocía, había estado junto a mí solo ocho años, solo era una niña, no entendía nada del mundo y algunas cosas no las recordaba con exactitud. ¿Seguiría teniendo el mismo humor que cuando me hacía reír todas las tardes y noches cuando llegaba del trabajo? No podía saberlo, durante 10 años he estado muy pocas veces con él y cada ocasión no dura más de 20 minutos. Es difícil saber si ha cambiado realmente, nunca lo he notado durante las escasas visitas que he tenido.
Cuando Mathew aparcó en el estacionamiento de la escuela, me pregunté si era realmente importante asistir a clase algún día. ¿Íbamos a ver algún tema nuevo o podía irme a casa sin ninguna preocupación de por medio?
Pero cuando Ross se cruzó por mi mente, todas esas ideas se alejaron como si de la peste se tratara.
Tan pronto Mathew y yo bajamos del auto, él me preguntó dónde se encontraba la dirección y yo lo guíe hasta el lugar.
Los pasillos estaban vacíos, la segunda clase había iniciado hace media hora y aún faltaba para el receso iniciara.
La secretaria le entregó a Mathew una especie de justificante e indicó que lo mostrara para que la profesora me dejara entrar a la clase.
Era extraño caminar por los largos pasillos con Mathew, especialmente porque las únicas personas con las que lo hacía eran con Ross y Calum.
—¿No es aburrido?
—¿El qué?—pregunté cuando rompió el silencio de camino a mi salón.
—Tener que venir a diario aquí. Yo lo odiaba, pero mis padres siempre me presionaron para que fuera un alumno de excelencia hasta que terminara la Universidad.
—A veces tienes que elegir. En mi caso es venir aquí o arriesgarme a que Margaret me asesine mientras estoy sola en casa. Además, creo que me conviene tener un futuro para así lograr alejarme de ella.—expliqué.
—¿Es por eso que trabajas en la cafetería?
—Sí. Yo misma me sorprendo de cómo he logrado mantener la esperanza, lo hago por eso y para pasar el menor tiempo posible en casa.—ambos seguimos caminando hasta que llegamos al pasillo donde mi salón se encontraba. La puerta estaba cerrada, por lo que Mathew tocó suavemente con sus nudillos.
El ruido dentro del aula aún podía escucharse a través de la puerta, pero cuando la profesora la abrió, este se intensificó y yo no evité dar un vistazo dentro. La mayoría de las miradas se posaron en Mathew y en mí. Quien había iniciado alguna especie de conversación con la profesora tras un breve saludo y presentación.
Mis ojos recorrieron presurosos a casi todos los estudiantes del salón, pero una vez que dieron con Ross se detuvieron en él.
Nunca había esperado ser una de esas chicas a las que la respiración se les corta y el corazón les late con intensidad cuando miran a su novio. Pero en ese momento lo estaba siendo, había dejado de escuchar a Mathew y ahora solo lo miraba a él.
Giró su cabeza rubia tras explicarle algo a Calum y se centró en mí.
Una sonrisa se formó en sus labios, una tan dulce y real que me hacía quererlo aún más. Posiblemente amarlo, aquello sonaba como el término adecuado.
—Puedes pasar Laura.—indicó la profesora y volví a a la realidad. Asentí antes de despedirme de Mathew.
Entré junto a la profesora y ella me explicó la actividad que había estado desarrollando antes de pedirme que tomara asiento.
Mi corazón pedía a gritos que lo hiciera a lado de Ross, pero no había ningún asiento disponible, por lo cual terminé del otro lado del salón junto a Celesta.
Ella me saludó con una sonrisa, la cual le devolví antes de abrir mi mochila para tomar mi libro, cuaderno y bolígrafo. Algunos habían estado susurrando a mi alrededor cuando llegué, pero para ser honesta, después de tantos insultos, había aprendido a vivir con ello. Finalmente empezaba a creer más en mí y a valorar lo que verdaderamente era.
Comencé a anotar en mi cuaderno lo que estaba en el pizarrón.
¿Dónde había quedado la Laura triste y solitaria con cortes en el antebrazo? La que que solía lastimarse a si misma con el único propósito de morir cuando tenía un ataque después de una golpiza o insultos. ¿Dónde había quedado todo ese sufrimiento constante? ¿Dónde estaba la esperanza de cambiar todo algún día y despertar cada mañana viviendo en otra vida? ¿Dónde estaba todo eso?
Sonreí para mis adentros y continúe anotando hasta que Celesta me llamó, entonces dejé de escribir.
—Es de Ross.—informó entregándome una hoja de papel doblada en cuatro partes.
Le agradecí antes de leer la nota.
“¿Cómo te fue nena? ¿Me extrañaste? Por cierto, amo ver lo bien que te sienta mi sudadera ♥”
¿Cómo no amar a este chico? Me pregunté antes de responder.
“Me fue bien, tranquilo. Ya te contaré más tarde y no seas cursi Ross, es muy temprano para sufrir diabetes xd”
Ésta vez decidí arrojarle la hoja tras doblarla. No quería molestar a Celesta. Sin embargo, la hoja terminó en el suelo, por lo que Ross tuvo que agacharse.
Regresé a lo que hacía cuando la hoja regresó a mí gracias a la buena puntería de mi novio.
“Yo también te amo. Quiero decir, Estoy... Perdido en ti.”
Ésta vez me demoré aún más releyendo una y otra vez la letra de Ross en tinta azul. Especialmente por esas dos palabras. No sabía si hablaba en serio o era parte de la broma, pero muy dentro de mí esperaba que fuera verdad. Tuve que contenerme para no sonreír como una idiota en ese momento. Tampoco pensaba en que llegaría a ser de la clase de chicas que se emocionan cuando sus novios les dicen cosas lindas, sin embargo, creo que comenzaba a serlo.
“Tal vez estar perdido el uno con el otro, sea nuestra forma de decir Te Amo <3”
Le regresé la hoja de la misma manera que él lo hizo conmigo, esta vez con éxito. Ni siquiera me molesté en continuar escribiendo, de todas formas sería interrumpida por Ross.
Cuando su respuesta llegó, traté de no sorprenderme.
“Lo es.” Citaba aquella frase escrita con su caligrafía, la cual era bastante conocida para mí. Ésta vez no me molesté por evitar que una sonrisa se posara en mi rostro.
El resto de la clase me dediqué a terminar con la actividad que había indicado la profesora. Podía permitirme distracciones de vez en cuando mirando a Ross, pero tampoco debía exagerar. Ya hallaría un momento para estar con él.
Cuando finalmente terminé con el trabajo, regresé a mi asiento tras haber ido con la profesora, faltaban 8 min. Para el receso y decidí hablar con Celesta para matar el tiempo.
Ambas iniciamos comentando sobre la clase, pero después decidí llevar la conversación a algo más personal que involucrara a Calum.
—¿Por qué no te sientas con nosotros en el almuerzo?—propuse. Mi deber era acercarme a Celesta y averiguar si estaba interesada por mi amigo. Así que suponía que la interacción entre ambos fuera de un salón de clases, les vendría bien.
—Me parece una buena idea. Espero que no les moleste.
—Por supuesto que no. A Ross y a mí nos agradas bastante, también a Calum.—Celesta sonrió ante la mención de éste último.
Eso era un buen indicio ¿cierto?
—Bueno. Calum ha estado actuando raro conmigo hoy. Lo saludé ésta mañana pero inmediatamente huyó.
Quise golpear al pelirrojo en ese momento. Entonces mi mente comenzó a analizar su cobarde actitud y el recuerdo de el profesor entregándole preservativos ayer cuando él estaba sentado junto a Celesta, hizo que todo cobrara sentido.
—Tal vez solo se siente avergonzado por ayer. Ya sabes, la clase de biología y tú riendo tras el comentario del profesor, aunque admito que fue gracioso.—Celesta comenzó a reír levemente.
—Oh vamos. Su reacción fue épica, no pude evitarlo y tampoco fue a propósito. Supongo que sólo está incómodo. Hablaré con él, es un chico muy tierno.
—Y distraído.—comenté sin querer.
Celesta y yo continuamos hablando hasta que el sonido del timbre avisando que era hora del receso, hizo que la profesora nos dejara salir. Ambas caminamos fuera del salón sin prisa alguna. Me sorprendía que una chica fuera tan amable conmigo.
Estaba comentando algo sobre la siguiente clase cuando Charlotte caminó hecha una furia en nuestra dirección mientras que pedía a todo el mundo que se apartara de su camino sin que yo lo notara. Estaba realmente concentrada explicando algo cuando ella pasó a mi lado empujándome, había estado tan distraída y ella había usando tanta fuerza que por un momento me tambalee, de no ser por Celesta, quien me tomó de ambos brazo, probablemente habría terminado en el suelo.
—¿Pero qué demonios?—inquirí mirando en la dirección en que Charlotte se había ido.
—Esa chica necesita clases sobre el manejo de la ira.—comentó Celesta tras soltarme.—¿Estás bien por cierto?—regresé mi mirada a ella y acomodé la mochila en mis hombros.
—Lo estoy, gracias.
Estaba por decir algo más cuando alguien me tocó el hombro.
Al girarme me encontré con Ross y escuché como Celesta le decía ˝hola" a Calum.
—Por un momento creí que te habías olvidado de tu novio.—comentó pero yo solo podía mirar como la luz se reflejaba en sus ojos mieles.
Negué con la cabeza antes de apoyarme en las puntas de mis pies y darle un beso en la mejilla.
Entonces decidí que era hora de convertirme en Cupido y ayudar a Calum aún más.
—Por cierto. Invité a Celesta a que almorzara con nosotros.—le informé al pelirrojo inocentemente. Él me sonrió en señal de agradecimiento.
—Qué gran idea ¿Por qué no nos adelantamos?—le preguntó a Celesta y ella accedió antes de caminar junto a él. Entonces aprecié lo bien que veían juntos.
—¿Hay alguna especie de plan para unirlos del cual no me enteré?—inquirió Ross a mi lado.
—En realidad es una doble función. También lo hice porque no podía besarte frente a ellos.—dije y sin dejar que él hablara, mis labios se posaron sobre los suyos.☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆
Hola quesos!
Me siento puntual y genial porque he actualizado semanalmente :D no sé cuánto vaya a durar esto, supongo que hasta que publique los capítulos que ya tengo escritos :v
Aunque espero avanzar en más para que la próxima vez no me tarde tanto en actualizar 😂😂😂😂
Ahora... Nadie me dijo si querían que hicieramos algo por que se cumplió un Año de Save Me y la verdad es que no sé si fue porque me ignoraron o porque no leyeron mi nota gracias a Wattpad. Pudieron haberme pedido un maratón de 3 capítulos y posiblemente lo habría hecho ◑.◑
Qué cosas no? :v
Anyway... Este fue un capítulo tranquilo, pero esperen un poco que se viene el drama en unos cuantos capítulos, no es que ya sea en el siguiente pero... No al spoiler ;)
Espero que hayan tenido un muy lindo día!
Y si pueden, recuerden comprar algo en la tienda oficial de R5 hay cosas que cuestan 1 dólar :'v
Mientras tanto me iré a llorar porque yo no puedo comprar nada 💔 😭😭😭😭 (╥_╥)(ಥ_ಥ)
Voten & Comenten. Es gratis ♡
Nos leemos! 💞Smile☆
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Save Me☆~[Raura]
Fanfiction[Trailer disponible en Multimedia] ¿Quién diría que de un día a otro tu vida puede cambiar? La vida de Laura Marano, una chica cegada por el sufrimiento a causa de los maltratos de su tía, una madre que la abandonó y un padre preso, cambia al conoce...