El compartimiento de El Expreso

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Sophie estaba guardando las últimas cosas en el baúl cuando Hermione y Ginny entraron corriendo a la habitación, cerrando la puerta detrás de ellas. Al quería. O peor...

-¡Harry y tú os habéis besado! - dijeron casi al unísono.

...algo sabían.

-De verdad - masculló Sophie, cerrando el baúl -. ¿Cómo es posible que lo sepáis todo?

-Si esta mañana hubieras ido al desayuno te hubieras enterado - dijo Ginny.

Se había saltado el desayuno. No se había querido levantar alegando que estaba muy cansada y que comería algo más tarde. Aunque la verdad era que quería evitar estar fuera de la sala común el máximo tiempo posible antes de irse. Intentaba no encontrarse con Malfoy después de anoche. Por eso se había quedado todo el rato dentro de territorio Gryffindor, haciendo tiempo hasta la salida del Expreso.

-¿Qué pasó en el desayuno? - preguntó la morena, levantando la ceja.

-Le preguntamos a Harry por la hora a la que volvisteis, que por qué estabas tan cansada si nosotros os habíamos visto iros de la fiesta a las once o así.

-¿Y os lo contó?

-No - explicó Ginny -. Se puso nervioso y nos contestó que "habíais ido a dar un paseo". Y entonces Ron bromeó diciendo: "¿estuvisteis teniendo un momento romántico?". Y Harry se atragantó con el zumo. Y se delató. Y ya ahí sí que nos lo contó - concluyó -. Pensabas contárnoslo, ¿verdad?

-¡Claro que sí!

-Bueno, detalles - pidió Ginny, sonriendo y mirando a Hermione, que también sonreía.

-¿Detalles?

-Detalles - repitió.

-¿Qué detalles queréis? Fuimos a pasear, eso es cierto. Nos sentamos en un banco del pasillo porque los malditos tacones me mataban... Por cierto, deberían inventar una poción o un hechizo para el dolor de pies porque la verdad que se pasa muy mal cuando...

-¡Sigue! - le dijeron las chicas.

-Vale, vale... A ver, ah sí. Bueno, eso. Nos sentamos en un banco y hacía frío, así que me dejó su chaqueta y se puso un poco más cerca de mí. Empezamos a hablar y apareció el muérdago. Nos quedamos mirándonos y empezó a acercarse y...

-¿Y? - dijeron impacientes.

-Es obvio, ¿no? Nos besamos. Ya está.

-¡Eso no son detalles, Sophie Slumber! ¿Quién besó a quién? ¿Cuánto tiempo? ¿Fue romántico, dulce, pasional? Bueno, seguro que fue dulce, es Harry. ¿Cómo se despidieron después?

-¡Frena, Ginny! A ver, poco a poco. Mmm... ¿quién besó a quién? Bueno, él fue el primero en acercarse, después yo continué rompiendo distancia. Pero al final fue él, creo. Estuvimos un rato besándonos y riendo entre besos, Ginevra. Y claro que fue dulce, es Harry. Aunque fue romántico. Como en las películas...

-¿Las qué?

-Cosas muggles. Historias de amor, Ginny. Como en esas novelas que lee tu madre - le explicó Hermione -. Continúa, Sophie. ¿Cómo se despidieron?

-Pues... con un beso... - recordó Sophie.

-¿En la mejilla? - interrogó Ginny, sabiendo ya la respuesta.

-En los labios...

-¿Y cómo te sientes?

-¿Qué?

-Sophie, espabila. ¿Estás feliz? ¿Fue un error? ¿Te alegra? ¿Qué?

-Pues...

-¿Estáis juntos?

-Ginny, por favor - le paró Sophie, suspirando -. No fue un error, pero no puedo responderte al resto. Ahora, coged vuestras cosas y vámonos. No quiero perder el tren.

Sus amigas dejaron de insistir. Era obvio que Sophie no quería seguir hablando de Harry. Aunque Ginny había dado con la pregunta clave: ¿estaban juntos? Sophie supuso que lo descubriría pronto pero ¿quería ella estar con Harry? Le dio vueltas a la pregunta mientras guardaba a Yumi en la jaula y mandaba el equipaje de camino al tren. Adoraba a Harry y se lo pasaba muy bien con él. Era un gran amigo y un fuerte apoyo pero ¿una relación? ¿Los dos? Sophie bajó las escaleras para reunirse con sus amigas. Debería buscar una respuesta a esa pregunta antes de que alguien más la formulara. Hermione y Ginny le esperaban apoyadas en el sillón junto a Ron y... Harry. El chico, al verla, sonrió y ella, sin siquiera ordenarlo, hizo lo mismo. Y en ese momento supo que, aunque no tuviera respuesta a la pregunta de si realmente quería estar con él, sí que sabía que quería intentarlo.

Consiguieron un compartimento vacío que compartieron con Luna, aunque al poco desapareció para ir a repartir El Quisquilloso por el tren. Ron y Lavender habían decidido "darse un tiempo" y por fin podían pasar un rato con el pelirrojo sin que ella estuviera por los alrededores. Hermione, ante eso, parecía estar más simpática con Ron, aunque al rato se escapó con la excusa de su trabajo como prefecta. Harry sacó un paquete de grageas de todos los sabores y él y Ron comenzaron a comerlas, mientras que Ginny y Sophie las miraban con algo de recelo, temerosas del sabor que podía tocarles. Finalmente se atrevieron a coger una. A Ginny le tocó una con sabor a café y a Sophie con sabor a coco. En cambio, Ron no tuvo la misma suerte y probó una con sabor a calcetín sucio, haciendo que casi se atragantara. Después de un rato riéndose de él, comenzaron a hablar de los planes para Navidad.

-Sophie, tu hermano me contó que vais a pasar las navidades solos. Hablé con Ron y decidimos escribirle una carta a mamá. Está encantada de que vengáis a pasar las navidades con nosotros a la madriguera.

-Muchas gracias, chicos - sonrió la amiga -. En cuanto lleguemos a Londres hablaré con mi hermano para contárselo.

-¿Y le vas a contar también lo vuestro? - dijo Ron, riéndose.

-Claro. Y después le hablaremos a la señora Weasley y a los gemelos sobre tu babosa relación con Lavender Brown - contraatacó Harry.

Al llegar a Kig's Cross, su hermano ya estaba allí y, después de saludar cálidamente a Sophie, le dedicó un tímido saludo a Ginny, debido a que los Weasley andaban cerca. También saludó a Hermione, Ron y Harry, que se puso un poco nervioso, aun sabiendo que Nick desconocía que él y Sophie eran más que amigos.

Los Weasley se acercaron también y Molly Weasley le dio un fuerte abrazo a Sophie.

-¡Sophie y Nick Slumber! Es un placer veros, chicos. Oh, mírate, Sophie, eres la viva imagen de tu madre, aunque con los ojazos de tu padre...

-¿Conoce a mis padres? - preguntó.

-¡Por supuesto! Mis hermanos estaban en la Órden del Fénix original. Además, por su trabajo de aurores, alguna vez los he visto por el Ministerio - añadió el señor Weasley.

-Bueno, bueno. Basta de tanta charla. Aún les queda un largo viaje hasta casa y a España, querrán descansar. ¡Nos veremos en la madriguera, queridos! - se despidió la señora Weasley, alejándose con su marido.

Ron se despidió de Sophie y Nick y se alejó. Ginny abrazó a su amiga y le dedicó una tímida sonrisa a Nick. Harry besó a Sophie en la mejilla y se despidió rápidamente de su hermano. Los dos hermanos se quedaron mirando como los Weasley y Harry se perdían entre la gente. Cogieron el equipaje de la chica y se alejaron también.

-Bueno, hermanita, ¿tienes algo que contarme?

La historia de la serpiente y la leonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora