El despacho de Dumbledore

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Sophie, ya en la biblioteca, se sentó en un rincón vacío y comenzó a escribir una carta para sus padres.

"Queridos mamá y papá:
Hace semanas que no sé de vosotros. Espero que estéis bien.
Por Hogwarts las cosas van muy bien. He entrado en el equipo de Quidditch y he empezado una buena amistad con Harry Potter y varios Gryffindor más. El profesor de Pociones es el Profesor Slughorn, ¿os suena? Dio clases en Hogwarts hace mucho tiempo. Snape ha conseguido finalmente su puesto como profesor de D.C.A.O.
Espero que estéis bien y recibir noticias vuestras pronto.
Os quiere
Sophie."

Era breve, pero tampoco había mucho que contar. El motivo principal de esa carta era saber si sus padres estaban bien, no contarle sus aventuras en la escuela.

En el momento en que Sophie guardaba la carta en el sobre y ponía la dirección; Harry, Hermione y Ron llegaron a su encuentro.

-Sophie, ¿por qué estoy un domingo por la mañana en la biblioteca? - preguntó Ron, quejándose.

-Tranquilo, Ron. Solo vine a escribir unas cartas a mi familia. Si queréis, podemos irnos ahora.

-Yo quiero quedarme un rato. Quiero adelantar algunas tareas que tengo de Pociones.

-Hermione... Slughorn no ha mandado tareas.

Todos miraron a Hermione, que bajó la cabeza.

-Ya... ya lo sé. Pero es que, Harry, me estás adelantando en la asignatura y... no quiero.

Era cierto. Harry estaba demostrando ser muy brillante en Pociones, siendo el primero de la clase. Conseguía realizar las pociones que ninguno conseguían.

-Y tú también, Sophie. Solo me faltaba que Ron también me adelantara.

-Eso es imposible - bufó el propio Ron.

Todos se rieron con el comentario y Sophie terminó de escribir una carta a su hermano, preguntándole por sus padres. Después, salieron de la biblioteca, dejando a una Hermione muy concentrada en sus libros.

Se dirigía a los jardínes cuando Lavender apareció y se llevó a Ron con ella, sin siquiera preguntar nada. Menos mal que Hermione no se encontraba con ellos.

Algo molestos con la novia de su amigo, Harry y ella siguieron caminando y se sentaron a la sombra de un árbol.

-¿Cómo es posible que hayas adelantado a Hermione?-le preguntó directamente al chico.

-Soy bueno.

-Harry...llevo contigo en clase años. Te he visto en Pociones. Llegabas a ser un peligro parecido a Finnigan. Dime la verdad.

Harry mantuvo silencio un momento, dudando. Después agarró a Sophie de la manó y tiró de ella.

-Ven, te voy a enseñar algo.

Cuando llegaron a su sala común, Harry y ella subieron a su dormitorio. Abrió el baúl y sacó su libro de Pociones. Era muy viejo, no como el resto de la clase, que parecían recién fabricados. Este parecía tener décadas. Harry le tendió el libro a la chica y ésta lo abrió.

-"Este libro es propiedad de El príncipe mestizo" - leyó Sophie -. ¿Quién es el príncipe mestizo?

-No tengo ni idea, lo encontré en la estantería de Pociones el primer día y lo cogí. Sigue pasando las páginas.

Sophie le hizo caso. Todas las recetas estaban llenas de anotaciones y correcciones.

-Las correcciones tienen razón. Gracias a ellas soy el primero de la clase.

La historia de la serpiente y la leonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora