KendallEche un último vistazo a la fachada del edificio donde se ubicaba la clínica de mi abuelo materno, quien me mando a llamar cuando supo que me había peleado con mi padre -otra vez- así que ahora voy directo a su oficina que es la principal. Saludo a la recepcionista y esta me anuncia para que pueda pasar, cuando me autoriza paso inmediatamente a la ya conocida oficina de mi abuelo Saul, abro la puerta y me adentro a esta, esta tal cual recuerdo, las paredes de color blanco, su escritorio de color caoba, su estante lleno de libros que se encuentra al fondo, sillones y justo detrás de el esta un gran ventanal.
— Abuelo — me senté en una de las sillas frente a su escritorio — ¿para qué mandaste a llamarme?.
Me miro sobre sus lentes, recargo su espalda en su gran silla y suspiro. El más que nadie sabe que mi actitud es solo una fachada del dolor que llevo conmigo. Con él no tiene caso actuar ¿pero qué se le puede hacer? si esa ya es mi rutina.
— Sabes que conmigo puedes dejar de actuar — se acomodo sus lentes — ¿por qué te has peleado con tu padre, esta vez?.
Suspiro al recordar lo que ha pasado el día de ayer: — La misma historia de siempre — no tenia que decir más para que mi abuelo entendiera.
— ¿Hasta cuando acabara esto? — murmuro — sabes que él no lo dice enserio ¿verdad?, debes darle tiempo sabes que aun le duele....
— ¿Más tiempo? — me reí con cinismo — han pasado 17 años ya casi 18 y me pides que le de más tiempo — un nudo se formo en mi interior — a él no es el único que le duele que mamá nos allá abandonado...
Y el lo sabia perfectamente, desde que mamá nos abandono papá se había transformado en un robot andante que solo vivía para su trabajo y pareciera que se le había olvidado que tenia tres hijos a los cuales amar.
— Te propongo algo — rompió el silencio que se había formado entre ambos — ¿por qué no me ayudas con la clínica?, ya que no tendrás más nada que hacer en la empresa de tu padre.
— Pero yo no se nada relacionado con el campo de medicina — dije — yo se más sobre finanzas y transacciones.
— Con lo que vas hacer no necesitas tener un titulo universitario — sonrió — lo que aras sera lo siguiente......
(...)
No sabia cual era el propósito de lo que me había dicho mi abuelo que hiciera, pero era más sencillo de lo que pensaba que me pondría hacer.
Visitar a los pacientes para saber si estaban bien con su estadía en la clínica, conocí a una niña llamada Majo quien tenía 9 años y estaba delicada de salud debido a su corazón, nos llevamos de maravillas y respondía todas las preguntas que ella me hacia pero un momento donde tuve que ir al baño y aproveche para traer unos de eso dulces de maquinas.
Al querer abrir de nuevo la puerta de su habitación me detuvieron un par de voces.—......¿y los niños de la biblioteca se ponen feliz igual que yo cuando les cuentas un cuento? — oí preguntar a Majo.
— Si mi querida Majo, los niños se alegran al oír un lindo cuento — esa voz podría reconocerla donde sea, era ella.
— Que bueno — la oí suspirar — yo quisiera ya mejorar para acompañarte un día a la biblioteca.
— Claro que lo aras ya lo veras.
Seguí oyendo su conversación y el cuento que le leyó, las personas que pasaban se me quedaban mirando raro pero no le tome importancia.
Estaba descubriendo otra cosa de mi compañera de trabajo, Amber no solo iba a leerles a niños a la biblioteca sino que también iba a la clínica a alegrar corazones. Vaya que era una caja de sorpresas.
Cuando ya no oí voces me escabullí asta el pasillo contrario de la salida para que no me viera, la vi salir de la habitación dirigiéndose al pasillo que da directo a la puerta principal de la clínica para poder marcharse pero la vi detenerse frente a la gran ventana que da vista al patio trasero de la clínica. Camino hasta el gran árbol que adornaba el jardín y se sentó a lado de este así que sin más me fui a sentar a lado de ella.— Me pregunto que más descubriré de ti Amber — dije cuando ya me encontraba sentado junto a ella, Amber abrió los ojos de prisa y cuando vio que era yo fruncio su entrecejo.
— ¿Me has seguido? — pregunto ¿molesta?.
— ¿No?
— Mira Kendall tal vez seamos compañeros de trabajo pero eso no significa que me sigas o algo así, existe el espacio personal ¿lo sabes, no?
— Wooh wooh — dije — yo no te he seguido ¿si?, fue una coincidencia encontrarte aquí.
— Entonces ¿no me has seguido? — negué — ¿qué haces aquí entonces?.
— No es de tu incumbencia — se cruzo los brazos — ¿qué?.
— No es justo ¿sabes? — refunfuño — tu sabes más de mi y yo no se de ti más que no tienes tiempos libres.
Pensé un momento su argumento, si tal vez tenia razón yo sabia más de ella que ella de mi. Pero no sabia si confiar en ella, ya que era una desconocida para mi. ¿Quién le contaría a un desconocido su oscura vida?, donde los demonios son los únicos que deambulan en las calles vacías, rotas y oscuras de tu vida.
— ¿Qué quieres saber de mi? — la vi sorprenderse por mi pregunta pero enseguida su rostro volvió a uno pensativo, buscando la pregunta adecuada.
— ¿Quién eres?
— Kendall Schmidt. — respondí burlón.
— Ese es sólo tu nombre — me miro sería — yo quiero saber ¿qué hay detrás del nombre? ¿quién es Kendall Schmidt?
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—Liz❤
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Misión || Kendall Schmidt
Fanfic"Después de la tormenta viene el arco iris" Mi abuelito siempre me decía que todos tenemos una MISIÓN en esta vida y por ende se traza nuestro destino. Cuando el murió me prometí encontrar mi misión para poder seguir mi destino, esperó que la mía se...