Epílogo

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El blanco era el color que predominaba el lugar, se sentía perdida. Todo a su alrededor era simplemente blanco y eso quizás le aterraba.

Empezó a dar vueltas en su lugar, no sabia para donde mirar o ir. De la nada empezó a escuchar un pequeño sonido agudo, que poco a poco empezó a ser más fuerte hasta el punto de ser insoportable.

Tomo su cabeza entre sus manos, las lágrimas empezaron a ser su camino cuando estas fueron derramadas.

Dolor.

Eso era un insoportable dolor. Hasta que ya no lo sintió más, simplemente se dejo ir.

Sus ojos se abrieron de golpe pero estos cerraron de golpe al sentir tanta luz. Una palabrota salio de sus labios cuando fue consciente del dolor que empezaba sentir por todo su cuerpo.

Otro sonido similar al que había soportado empezó a taladrar sus oídos, se quejó al no poder tirar ese aparato por la ventana, puesto que el sonido empezaba a ser insoportable.

Se escuchó una puerta ser abierta violentamente, de pronto fue rodeada por un grupo de personas, pero no de personas cualquieras si no de enfermeras y un doctor.

Se sentía perdida.

— ¿Cómo se siente? — pregunto el hombre frente a ella.

— Adolorida... — se quejó — ¿qué fue lo que me paso?.

— ¿No recuerda nada? — negó confundida — usted tuvo un accidente... — le hablo con delicadeza — ahora le haremos más exámenes para saber que no tiene daños secundarios.

— Pero ...— se iba a quejar pero la puerta fue nuevamente abierta y por ella entró otra persona, pero esta la reconocía — mamá.

— Hija — sintió los brazos de su madre rodearla — que bueno que ya despertaste — escucho el llanto de su madre.

— Mamá... — la miró — ¿qué paso exactamente? — vio como la mirada de su madre se dirigió al doctor como preguntándole silenciosamente si podía o no decirle, este asintió.

— Tuviste un accidente en la carretera — empezó su madre — hasta donde sabemos tu venias manejando bien hasta que se estrello contra ti un auto del sentido contrario, el conductor venía ebrio...

Amber no podía creer lo que su madre le decía. Era completamente absurdo.

— Hizo que tu auto diera vueltas y te estrellaras a otro auto... — tu y el otro chico entraron en coma por los golpes pero el conductor ebrio perdió la vida al instante.

Su estómago se revolvió al pensar aquello, no solo su vida si no también el de alguien más.

— ¿Cuanto tiempo estuve en coma?.

Seis meses — la amargura en la voz de Cathy no paso desapercibida para Amber.

— ¿Y el otro chico despertó?.

— Hace unos días — sintió alivio al saber aquello — pero aun esta aquí por alguno que otros exámenes, los mismos que te arán a ti para saber que estés bien.

— Es suficiente para la paciente — dijo el doctor — debes descansar.

— Pero ya descanse lo suficiente — se quejo Amber.

— Amber... — la llamo su madre — hazle caso al doctor Schmidt por favor, además debes descansar que mañana van a venir tu padre, James y todos los que se preocuparon por ti.

Sus amigos.

Vaya, si que había dormido un buen tiempo. Al poco rato su madre se fue pero prometió regresar en la mañana. No sabia porque pero el doctor se le hacia vagamente familiar.

Misión || Kendall Schmidt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora