#7 Caos

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AMBER

La música estaba al máximo volumen, la mayoría -si no era que ya todos- estaban demasiados ebrios. En total ya habían roto dos ventanas y esta vez no le ayudaría a James para pagarlas, abrí paso entre tantos adolescentes que estaban bailando hasta que encontrar a mi querido hermanito <<notase de el sarcasmo>> ebrio.

- James - llame su atención.

- ¿Qué pasa Amber?

- ¿Te das cuenta en el estado que estas? - lo recrimine - pero bueno eso no es el problema ahora.

- ¿Ehh...?

- Todo esto es un caos James, han roto dos ventanas, todos están cada vez más ebrios tienes que parar con esto.

- No seas aguafiestas hermanita, esto apenas comienza - tomo un trago -de lo que sea que este tomando- y volvió a mirarme - tu no te preocupes que esta todo bajo control.

Bufé ante la faceta de ebrio de James, ya que esta no escuchaba razones. Sin más me di la vuelta y me dirige donde antes habían estado con Selena platicando, todavía no podía creer que Mily allá salido de improvisto por un problema y James allá aprovechado para hacer la dichosa fiesta.

- ¿Lograste algo?

- No - bufé - esta ebrio y no creo que quiera parar esto.

- Cualquier adolescente habría ayudado a su hermano para hacer una fiesta - dijo - pero veo que eres la excepción.

Rodé los ojos: - Tu lo harías.

- Si tuviera un hermano claro esta.

El tiempo pasaba y todo iba empeorando, ebrio por aquí por allá, todo era un verdadero caos. Cansada de todo me subí a mi habitación, al abrir la puerta me lleve una grata y gran sorpresa. Mi habitación estaba siendo ocupada por dos adolescentes hormonales que ni se dieron cuenta de que abrí la puerta. Cerré la puerta rápidamente y suspire cansada de todo.












(...)





El viento de otoño sacudía mi cabello mientras caminaba hacia el gran edificio donde me dirigía. Al fin era inicio de semana, tal vez algunos odien los lunes -si no es que todos- pero yo no, quizá si estuvieran en mi lugar entenderían.
La fiesta fue como lo supuse: un caos. Pero lo bueno de todo es que nana había vuelto antes de tiempo y el único que será castigado sera James -si no es que convence a nana que le diga a mis papas-.

Entre al gran edificio al cual he estado viniendo desde hace dos años aproximadamente, tal vez este año cumpla tres. Todo estaba como recordaba, paredes color blanco, habitaciones por doquier, padres de familia con sus hijos de quien para allá y solo una realidad.

- Amber querida ¿cómo estas?

- Muy bien Sara, gracias por preguntar. Y usted ¿cómo esta?

- Igual que siempre querida - sonrió - ¿el área de siempre? - asenti a lo que ella me dio la tarjeta de siempre - aquí esta, gracias por hacer esto Amber ellos son muy felices al verte.

- No hay nada de agradecer - dije - nos vemos luego.

Dicho esto me dirigí a la área donde suelo venir, camine por los mismos pasillos que me son familiares desde hace tiempo. Toque la puerta antes de entrar, hoy iría a una habitación y no a la sala de quimioterapias. En la camilla estaba ella con cables por su cuerpo, con el aparato que le ayudaba a respgirar mejor, con su hermoso cabello y poco tiempo de vida. Sonrió al verme.

- ¡Amber! - dijo - pensé que no vendrias.

- Majo ¿por qué dices eso? - llegue asta el pequeño banco que encontraba a lado de su camilla, bese su frente y con cuidado le di un abrazo.

- Porque hoy ha venido un niño muy bonito a visitarme y pensé que ya no vendrías tú.

- ¿niño bonito? - asintió - pues aunque venga ese niño bonito y no dejare de venir.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo.

Majo era una niña encantadora que te robaba el corazón apenas y te dabas cuenta. Lo irónico es que de verdad necesitaba un corazón, a la edad de cinco años le diagnosticaron una pequeña falla en su corazón que provocaba debilitarla muy fácil. Hoy en día tiene 9 años y aun esta en la lista en la espera de un donante. Sus padres trabajaban mucho para poder pagar la estancia aquí por lo que por lo general venían a verla los fines de semana.
Le leí su cuento favorito, me pidió que le hablara de los niños de la biblioteca y estuvimos hablando de cualquier cosa que se le venia a la mente a la pequeña Majo. Para algunos el tiempo es solo eso, un tiempo mientras que para otros el tempo es de lo que menos tiene y el cual quisieran tener.

- Creo que ya no vino el niño bonito - bostezo cansada - dijo que solo iría al baño.

- Quizá tuvo alguna emergencia - la apacigüe, aunque no sabía de quien me hablaba.

- Ojala siga viniendo - sonrió cerrando sus párpados de cansancio - es muy divertido......

La vi cerrar sus ojos y la contemple un rato para asegurarme que este todo bien. Acaricie su cabellos y con cuidado deposite un beso en su frente, se me encogía el corazón al saber que niños como Majo tenían la misma batalla de siempre: luchar por un poco más de vida. Salí sin hacer ruido cerrando la puerta de tras de mi, camine de nuevo por los pasillos y cuando pase por el hermoso jardín que tenia la clínica me dirigí a este, sentándome debajo de un árbol que ya tenia pocas hojas.
Me recargue en el tronco cerrando un poco los ojos, siempre que terminaba la visita algún niño me sentía triste. Quizá era el miedo al saber que tal vez al otro día su vida se allá agotado, sentí el viento mover mis eras de cabello castaño, se me hacia injusto que personas que tenían ganas de vivir hubieran el tiempo contado mientras que otras no saben aprovechar su vida.

- Me pregunto que más descubriré de ti Amber - un voz a lado mio hizo que abriera los ojos, encontrándome con ojos color verde y cabello rubio quien estaba recostados al igual que yo en el tronco.

¿Qué hacia el aquí? Si solo mi familia y Selena saben que vengo aquí, ¿me habrá seguido?.



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Holaaaa gracias por leer mi historia 🙈 por ahí hubo un pequeño problema y no se publico el capitulo 5 y apenas me di cuenta djksdjks

Comenta y vota si la historia esta siendo de tu agrado y si te gusto ¿podrías compartirla?

Podrían pasar a la cuenta de karlaGschmidt y checar su historia ¿si?

Saludos

-Liz❤

Misión || Kendall Schmidt Donde viven las historias. Descúbrelo ahora