KENDALLLa rubia había llegado de sorpresa, verdaderamente que no me esperaba su visita en la universidad.
— No me mires así – entre cerro sus ojos en mi dirección — que no he hecho nada malo, solo he venido a ver un viejo amigo — se encogió de hombros.
— No te creo.
— Eres detestable — intento que se sonara indignada, alce una ceja esperando su respuesta — esta bien, me descubriste — pisoteo el piso molesta.
— ¿Entonces?.
— Quería ver quien es la chica — sonrió con inocencia.
— No — dije rápido — es mejor que ya nos vayamos, anda te dejo en tu casa.
— No lo creo Schmidt — me apunto con su dedo — no me voy de aquí sin verla.
— Te conozco y no creo... — entonces la vi, venia junto con Selena, era raro no verla junto la garrapata llamada "mejor amigo".
— Kendall, hey kendall, ¿me estas ignorando?... — sus ojos siguieron la misma dirección, entonces entendió — ¿es ella? — pregunto a lo que yo solo asenti.
La mire antes de que chillará.
— No grites — le advertí, a lo que ella me miro mal.
— Me ofendes — se toco el pecho ofendida — ella es muy bonita, ya se porque te trae como idiota.
— Ni que lo digas — dije — pero ella no quiere saber nada de mi — suspire frustrado.
— Oh ... — hizo una mueca — la vas a recuperar — dijo segura.
— No lo entiendes — rodé los ojos — vamos — le pase un casco y se lo puso, era mejor sacarla de ahí antes de que hiciera una locura.
Una vez que ambos estábamos en la moto, partí rumbo hacia mi casa.
(...)
Mi mirada viajo del techo hacia la chica que se encontraba a mi lado, en la misma posición.
— ¿Debo preocuparme? — la rubia me miro — digo, es raro que llevas más de 15 minutos sin pronunciar nada, eso es raro en ti.
— Pienso... — dijo en un suspiro — ¿no te preocupa?, ya sabes, falta menos de un mes y ya no la veras.
— Lo se — concorde con ella — realmente me siento un total inútil, no se como demostrarle que en verdad la amo....
— ¡Oh por dio! — chillo — vuelve a repetirlo — la mire confundido.
— ¿Que la amo?.
— Jamas te había oído decir esa palabra — sonrió — me siento como una madre al ver crecer a su hijo — hizo como si se limpiara las lágrimas dramáticamente — estas creciendo.
— Tengo la misma estatura — rodé los ojos.
— No hablo de eso bobo — me repropocho — haz crecido como persona, sin duda Amber hizo un buen trabajo, logro ver lo que los demás ignoran.
— Sam....
— Shh shh — me callo — arruinas mi momento.
— Estas loca Samantha — reí.
— Lo se — río — pero bueno, nos desviamos del tema, necesitamos demostrar que eres inocente.
— Sabes que ella jamas aceptara que me drogo, según tu teoría.
— Eso dejamelo a mi — sonrió malisiosa.
(...)
Sam
Estábamos hablando de cosas sin sentido junto al rubio, que ironía, ambos éramos rubios, reí ante mi estúpido pensamiento.
Se escuchó el sonido del timbre para después escuchar pasos por el pasillo. La puerta no tardó en ser abierta.
Cabello castaño, ojos gris, tes blanca, cuerpo de infarto, chaqueta de cuero negra, pantalones un poco ajustado, polera blanca y unos vans.
Su vista se posó en mi, la sorpresa no se podía disimular. Intentó decir algo, esa era mi señal de retirada.
— Nos vemos teñido — tome mis cosas y salí a pasos apresurado de ahí.
Iba a mitad de escaleras cuando escuché que gritaron mi nombre.
— ¡Sam, espera! — grito.
Sigue adelante, no regreses a ver...
Me repetí mentalmente, aún no estaba preparaba para verlo. Corrí como cobarde, saliendo de la casa-mansión de Kendall, fui hasta la parada para tomar un taxi.
Le hice la parada al taxi que venía, me subí en la parte de atrás.
— Buenas tardes.
— Buenas tardes señorita, ¿donde la llevo?.
Estuve a punto de darle la dirección de mi casa, pero una idea atravesó por mi cabeza.
Le di la dirección al chofer, menos de veinte minutos ya se encontraba el taxi estacionado frente a la casa. Le pague y me baje.Camine hasta la entrada, toque el timbre y me prepare mentalmente para lo que iba hacer.
— Buenas tardes ¿en que puedo ayudarla?.
— Buenas tardes... — salude — ¿se encuentra Kimberly?.
— Si, ahora le aviso, por favor sigame.
Seguí a la señora, me llevo hasta la sala. Estuvo a punto de decir algo cuando se escucharon unas voces.
Y no, no eran fantasmas.

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Misión || Kendall Schmidt
Fanfiction"Después de la tormenta viene el arco iris" Mi abuelito siempre me decía que todos tenemos una MISIÓN en esta vida y por ende se traza nuestro destino. Cuando el murió me prometí encontrar mi misión para poder seguir mi destino, esperó que la mía se...