---Shinobu---
Siendo sincero amo la vida que tengo, a pesar que la mayoría de mis compañeros de la Universidad son ricos y presumen de sus cosas yo no lo siento así, yo estoy bien con mi hermano, me ha dado tanto y yo estoy estudiando una carrera para regresarle todo lo que me ha dado.
Adoro a mi hermano, me ha sacado adelante, en verdad tengo todo lo que necesito, y no pido más, solo que conviva más conmigo porque su trabajo lo absorbe por completo, solo nos vemos los fines de semana por la tarde, porque en la noche debe volver a su trabajo.
Nuestro cuidador o como Hiroki dice nuestro "padre" fue a un viaje de negocios, dijo que duraría año y medio y no ha de tardar en volver.
Yo estoy enamorado de Shinoda...
Sé que es algo prohibido pero, no puedo contra estos sentimientos que tengo hacía él, es lo mejor que me ha pasado, enamorarme, dicen que el primer amor nunca funciona, pero sé que si me esfuerzo podré llegar a su corazón.
Shinoda se ha portado bien con nosotros, y yo trate de contener mis sentimientos pero no pude, lo amo, o eso es lo que yo creo, espero poder confesarme adecuadamente cuando vuelva.
Si le cuento a Hiroki mis sentimientos es capaz de regañarme y decirme que lo olvide pero no puedo, mi corazón no quiere.
Intente olvidarlo, no pensar en mis sentimientos pero era casi imposible, se ha instalado en mi corazón y jamás saldrá de ahí.
Mi hermano me llevo a la exhibición de arte y joyería que se haría en la ciudad, le dije que era una tarea, pero más que eso, quería salir con mi hermano, como la familia que somos.
En cuanto llegamos hablamos un poco y me dijo que buscará lo de mi tarea, supongo que debo entender a mi hermano, no siempre podremos estar juntos, pero quiero aprovechar cada que podamos estar juntos.
Me la pase mirando cada pintura y objeto que estaba en exhibición.
Quería ver la colección especial de Francesco pero no podía interpretar el mapa. Así que me acerque a una señorita que atendía, pero la vi coqueteando con un hombre pelinegro.
Suspire para mis adentros y me acerque a ellos.
-S-Señorita.
-¿Qué no vez que estoy ocupada? –gruñó.
Aquel pelinegro me miro divertido y siguió con la chica.
-Necesito...
-Acaso no escuchaste niño estu...
-Dalia, -gruñó un hombre castaño- más te vale que hagas tu trabajo que para eso te pago.
-L-Lo siento jefe. –hizo una reverencia.
-No te preocupes chico, -me revolvió mi cabello- yo te llevare a donde me digas.
-Gracias. –sonreí.
-Los acompañare. –comento el pelinegro un poco molesto.
Caminamos hasta el segundo piso y nos dirigió a una habitación donde estaban los objetos que había descubierto el creador de toda esta exhibición, el gerente se disculpó y dijo que podía ver todas las colecciones privadas como disculpa por su empleada.
-Vaya que te sabes ganar a las personas chico. –comento el pelinegro.
-Pensé por un momento que estaba solo. –suspire y observe el lugar.
-Eres cruel.
-No sé quién es usted.
-Me presento, -hizo una reverencia- mi nombre es Miyagi You, soy administrador.
-Mucho gusto, -lo mire- soy Kamijou Shinobu, próximamente abogado.
-Vaya, -sonrió- pensé que estudiabas literatura o pintura, es que das esa pinta.
-Ok.
Camine hacía las escaleras pero me resbale, pero pensé que caería pero sentí unos brazos rodear mi cadera.
-Ten más cuidado.
Sentí como mi corazón latía con fuerza, lentamente voltee y mire a Miyagi, su semblante era de preocupación y su rostro estaba cerca del mío.
-G-Gracias.
-Shinobu-chin, hiciste que me preocupara. –me abrazo.
-L-Lo siento.
Él me soltó y se apartó.
-Fíjate por donde caminas, a la otra te puedes caer.
"¿Acaso es bipolar?"
-Supongo, hasta luego.
Baje las escaleras y encontré a mi hermano recargado en el marco de la puerta.
-Te estaba esperando. –comento al verme.
-Lo siento, terminaba de ver la colección privada.
-Entiendo, -suspiro- vamos a comer y luego te llevaré a la casa.
-¿Trabajo?
-Así es.
-Entiendo.
-Lo siento Shinobu, yo...
-Te entiendo, -lo abrace- sé que lo haces por mí, gracias.
-Prometo tener el fin de semana solo para ti, podemos ir a las aguas termales.
-¿Enserio?
-Sí.
-Genial.
-Además tenemos que organizar todo.
-¿Todo?
-La próxima semana regresa Shinoda.
-¿Enserio?
-Sí.
-QUÉ EMOCIÓN. –grite y lo abrace.
-Parece que si lo extrañabas.
-Sí, demasiado.
-Vamos.
Salimos del lugar y caminamos a un puesto de comida rápida.
"Me alegro que Shinoda vuelva, aunque..."---Nowaki---
Nadie me había rechazado en toda mi vida, es decir, siempre saltan a mis brazos cuando les digo lindos o los invito a salir.
Pero este castaño simplemente me rechazo sin pensarlo, ¿acaso se cree la gran cosa? No me gusta que me rechacen así como así, supongo que lo haré caer.
Camine de nuevo a mi auto donde me esperaba Ryu.
-¿Dónde está Miyagi? –pregunte.
-Se quedó adentro, está creando las estrategias para nuestra misión.
Me acerque a él y lo acorrale en el auto.
-¿Qué haces? –gruñó.
-Ryu, ¿Por qué no me aceptas?
-¿Ah?
-Juro que seré muy tierno contigo puesto sería tu primera vez.
Sentí un golpe en la cabeza.
-¿QUIÉN DICE QUE SOY VINGEN? –gruño.
-¿No lo eres?
-No, yo tengo a mi amante.
-Sí claro. –pellizque su trasero.
-IMBECIL. –me dio un golpe.
-Sí necesitas una ayudita prometo mostrarte la pasión que tengo por dentro.
-Idiota.
Miyagi salió después de un rato mostrando una sonrisa tan amplia, jamás lo había visto así, es tan raro.
Nos explicó como estaban las cosas y lo que haríamos a la media noche, así que los pase a dejar a sus departamentos y yo me fui al mío para dormir un rato.
En verdad ese castaño me impresionó, es tan lindo y al mover sus caderas me hipnotizo, me dieron ganas de traerlo a mi departamento y fundirme con él.
Me coloque unos audífonos y me recosté en la cama imaginando en como poder seducir a ese hermoso castaño.
Ninguna presa se me escaba, tendré a ese castaño gimiendo para mí, supongo que tendré que implementar algunas tácticas.
Al mirar la hora me aliste y me coloque mi traje negro, el antifaz y la gorra azul.
Me subí al auto rojo sin placas, y me dirigí a la exhibición, lo estacione un poco lejos y mire a mis compañeros.
-Estamos listos. –comento Ryu colocándose el antifaz.
-Me encargaré de los guardias. –dijo Miyagi colocándose su sombrero y el cubrebocas- Ustedes entren por la ventana.
-Claro. –comente.
-Yo vigilare desde arriba, te voy a desactivar la luz en cuanto Miyagi me dé la señal.
-Gracias.
Ryu me ayudo a subir por la ventana y entre, me pareció extraño no encontrar algún guardia, eso no es posible, incluso las luces estaban apagadas.
¿Las apago antes?
Seguí caminando hacía el pasillo principal y encontré a un guardia tirado y amarrado.
"¿Habrá sido Ryu?"
Me agache para ver al guardia de cerca y me di cuenta que esas no son las ataduras que acostumbra Ryu a poner cuando eliminamos a un mafioso.
Saque mi magnum y camine hasta ver a una persona con la joya en las manos, esa persona tenía el cabello negro, lentes obscuros y un cubrebocas, utilizaba una gabardina café.
Carraspee un poco la garganta y le apunte.
-Eso es mío...---Hiroki---
Después de ir a comer fui a dejar a Shinobu al departamento y tome las cosas que iba a utilizar, me despedí de mi hermanito y me dirigí a la casa de Kaoru.
-Llegaste antes. –comento.
-Kaoru, hola.
-Pasa.
Entre y aventé mi maleta a su sofá.
-¿Enojado?
-Odio a Bakahiko, ya quiero acabar con esto.
-Tranquilo Hiroki, nos faltan menos que antes.
-Eso espero.
-Bueno ve a arreglarte, yo ya tengo todo listo.
-Aún falta.
-Es verdad.
Nos quedamos platicando de la estrategia.
Sinceramente me gusta hacer el trabajo en sigilo, así nada se entera de lo que hicimos y no tenemos problemas con las autoridades.
Cuando el reloj marcó las 11 de la noche, me metí a una habitación, me coloque un pantalón negro, mi camisa blanca, mi gabardina café y me coloque la peluca negra, y los lentes oscuros.
-Listo. –comente.
-te falto esto. –me coloco un cubrebocas.
-Gracias.
Nos dirigimos a la exhibición y entramos por la puerta trasera, gracias a mis habilidades con la ganzúa pude abrir fácilmente.
-Desactivaré la luz, tienes 5 minutos.
-Así será. –sonreí.
Comencé a correr por el lugar hasta encontrarme con un guardia, con todo el dolor golpee su estómago y luego su cabeza.
Amarre sus manos en la espalda y seguí hasta llegar a la joya, en cuanto la luz se apago tome un trapo y un cincel y pique el cristal rompiéndose un poco. Saque la joya con cuidado y la observe.
-Hermosa.
Escuché un carraspeo y luego voltee encontrándome con otra persona que me apuntaba.
-Eso es mío...
Saque mi pistola y también le apunte.
-Quisieras. –comente cambiando un poco mi voz.
-Dámela, no quiero lastimarte.
-Inténtalo.
-Tú lo quisiste.
Corrió hacía mí aventando un golpe y por suerte logre esquivarlo, cuando estaba a punto de patearlo tomo mi pie y me tiro al piso.
-Te lo dije.
Mire mi reloj y como pude lo aparte.
-No tengo tiempo.
Corrí hasta la puerta pero ese estúpido me aventó un jarrón haciéndome caer.
-Tsss, -chasque la lengua- que molesto.
-Ahora, -le quito el seguro a su arma- dame eso.
-No lo creo. –comento Kaoru y golpeo su nuca.
Mi amigo se acercó a mí y me tomo del brazo.
-Vámonos.
-MALDICIÓN. –escuche otra voz y luego un disparo.
Kaoru me llevo corriendo a su moto y nos subimos.
Aquellas personas trataron de alcanzarnos pero Kaoru encendió su moto y nos alejamos del lugar.
"Esos no son ladrones cualquiera... son más que eso..."
![](https://img.wattpad.com/cover/83874988-288-k188414.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Trampas de la Vida
FanfictionAlgunas veces se deben hacer cosas inimaginables para poder protegerse y ser feliz... Kamijou Hiroki un experto ladrón de joyas, que va de museo en museo recuperando el tesoro de su jefe Usami Akihiko, quien en un descuido obligo a Hiroki a trabajar...