CAPITULO 42 Encuentros casuales.

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---Hiroki---

Las palabras de Reiga me sorprendieron.

¿Sabía lo que pasaría?

Él solo sonríe y me abraza fuertemente.

-Supongo que, -suspiro- es muy tarde para mí.
-¿Huh?
-Me enamore de ti.

Me sorprendí de su confesión y beso mis manos.

-N-No es justo, -inflo sus mejillas Nao y pateo la pierna de Reiga- yo le iba a decir eso.
-Auch, Nao.
-Hiroki es mío. –sollozo Nao.
-Nao, -lo abrace- mi niño.
-No te vayas, quédate conmigo.
-Aun seguiré siendo como tu mamá.
-P-Pero ya no estarás como antes con nosotros.
-Puedo organizar mi tiempo para estar contigo.
-¿Y yo qué? –se quejó Reiga.
-Soy tu editor, debo estar a tu lado para ayudarte.
-Es una lástima que solo sea para eso.
-Reiga.
-Espero que ese tipo si te haga feliz, porque si no juro que lo exterminare.
-Eres un exagerado. –reí.
-No lo soy.
-Sí lo eres.

Me abrazo fuertemente por mi espalda y Nao lo intentaba apartar.

-Mío.
-No lo es. –refuto Reiga.
-Que sí, es más mío que tuyo.
-Yo lo vi primero.
-Que no.
-Que sí.
-En verdad tengo dos niños, -reí- les preparare un almuerzo.
-Wiiii, quiero comer la comida de mi mamá-novio.
-¿Eh? –me sorprendí.
-Los niños de hoy en día son tan precoces. –suspiro Reiga.
-¿Qué es precoz?
-Iré a cocinar. –murmure.

Camine a la cocina y les prepare un poco de curry.

Supongo que las cosas cambiaran a partir de hoy.

Al terminar los tres nos sentamos a comer y Nao me conto como le va con los nuevos amigos que hice en la escúchela.

También Reiga me contaba de la firma de libros que haría dentro de dos meses, para que fuera programando con la editorial.

Pero más que nada como su editor solo lo ayudo en cuanto a sus libros.

Ya las firmas y eventos se encargar su manager principal.

Pero Reiga es un poco caprichoso y le gusta que lo acompañe en esos eventos.

Me pregunto cómo lo voy animar ahora.

Hummm

¿Prepararle algún postre? ¿Conseguirle algo que le guste?

Será difícil.

Después de unas horas me despedí ya que tenía que volver a lado de Nowaki.

Me siento feliz estando con él.

Es mi primer y único amor.

Y así será siempre.

Decidí pasar a comprar algunos alimentos para prepararle la cena, cuando estaba por entrar a la tienda choque con una persona.

-Lo siento. –se disculpó.
-No pasa nada, -lo mire- J-Jack.
-¿Nos conocemos?

"Mierda... tengo que inventar algo, maldición Hiroki eres un idiota, ¿Cómo se te ocurre llamarlo por su nombre?"

-Etto... -suspire.

"No seas idiota Hiroki, no te comportes como Naoto, se tú mismo..."

-No precisamente, -comente- es que muchos comentan sobre su fiesta de cumpleaños y hay varios artículos en revistas que hablan de... usted.
-Solo háblame de tú, -sonrió coquetamente- eres muy lindo.

"Y tú muy idiota"

-Supongo, con permiso.
-Espera, -me tomo del brazo- me recuerdas a alguien.
-...
-¿Quieres tomar un poco de té?
-Gracias por su invitación pero tengo cosas importantes que hacer.
-No sé tu nombre.
-No le digo mi nombre a cualquiera.
-Pero no soy un desconocido, tú me reconociste ¿o no?
-Aun así no.

Me zafe de su agarre y empecé a caminar.

-Siempre obtengo lo que quiero. –rio.



---Ryu---

Seiya seguía besándome y acariciándome cuando su celular comenzó a sonar.

-S-Seiya, -susurre- t-tú celular.
-No importa, déjalo.

Abrió mi camisa y comenzó a repartir varios besos por mi pecho.

-Ahh. –gemí al sentir sus dientes en mis pezones.
-Tus gemidos son música para mis oídos.
-Ahhh e-espera.
-No siempre eres así de sumiso.
-S-Seiya.

El celular siguió sonando hasta que Seiya se detuvo y contesto.

-¿QUÉ QUIEREN?

Se quedó callado y me miro.

-¿AHORA?

Como pude guarde las llaves bajo la almohada.

-MALDICIÓN, VOY ENSEGUIDA.

Seiya colgó y me miró fijamente.

-Quiero hacerte mío.

Yo quitándome el orgullo lo abrace del cuello.

-Te esperare.
-¡Ryu!
-Así que no te preocupes. –lo bese.
-Mi amor, por fin aceptas mis sentimientos.
-Sí –mentí.
-Te amo.

Me beso de nuevo con pasión y su celular volvió a sonar.

-Bueno no tardaré, prometo que te traeré algo delicioso de cenar.
-Y un bote de helado, quiero ver películas contigo.
-Sí. –me beso.

Salió de la habitación y escuche que cerraba con seguro, me quede pegado a la puerta para escuchar como cerraba y tratar de oír el carro encenderse.

Necesito irme.

No tengo otra oportunidad.

Deje que pasaran unos minutos y corrí hasta la cama, tome las llaves y abrí la puerta.

Me di cuenta que era una casa muy linda, pero no perdí más tiempo y corrí hasta llegar a la puerta principal y abrir.

Sentí como la brisa fresca me daba de golpe en mi cara.

Sin pensar mucho empecé a correr por todo el lugar.

Tenía que escapar.

Si sigo aquí cerca...

A pesar de todo.

Seiya no es malo, solo está loco y está obsesionado, parece como si perdiera la cordura.

Y, aunque se comportó mejor que otras veces, eso no le quita que me violo.

Necesito irme lejos, tengo que llegar con Kaoru.

En verdad lo necesito.

A lo lejos puedo ver su figura, siento como si estuviera soñando.

¿Destino? ¿Coincidencia?

-¡¡KAORU!! –grite.

Me acerque más a él y salto a sus brazos.

-¿Ryu?
-Kaoru, -solloce- me alegro tanto que seas tú.
-Mi amor, -se aferró a mí- estás en mis brazos.



---Miyagi---

Shinobu me mira con ese hermoso brillo en sus ojos.

No es porque quiere llorar.

Siento que mis palabras se incrustaron en su corazón.

Tal vez aun tenga esperanzas.

Quiero intentar recuperarlo.

Pero si no se puede...

Supongo que, me haré a un lado.

Aunque voy a luchar por él.

Lo amo.

Me equivoque al mencionar el nombre de esa mujer.

Pero...

Soy más consciente de todo.

Tal vez ahora tenga un romance con Shinoda.

Pero yo soy su verdadero amor.

Me lo dice el corazón.

Él aun siente algo por mí.

Y mientras haya esa mínima chispa yo...

Lo enamorare.

No soy tan cruel.

Aunque el decida quedarse con Shinoda y ese bebé que espera sea mío no pienso quitárselo, no soy una persona desalmada.

-Miyagi.
-¿Me aceptarías un café?
-...
-Prometo no decir nada que te haga sentir mal.
-Está bien. –suspiro.
-Vamos.

Caminamos a una cafetería cerca de su universidad.

Nos sentamos cerca de una mesa a lado de la ventana.

Se ve tan hermoso.

Tal parece que el embarazo lo hace ver tan tierno.

-¿Cuántos meses tienes Shinobu-chin?
-Mañana cumpliré dos meses. –se sonrojo.
-Quisiera verlo.
-...
-¿Cómo has estado? –pregunte.
-Pues bien, aunque... -se quedó callado.
-Por favor Shinobu, confía en mí, si puedo aconsejarte en algo lo haré, más que ser tu eterno enamorado y el posible padre del hermoso bebé que esperas, quiero que me veas como un amigo con el cual puedes confiar.
-D-Discutí con Hiroki sobre mi relación con Shinoda.
-Y por la carita que tienes, no lo tomo bien ¿verdad?

Negó con la cabeza mordiendo su labio inferior.

Sus lágrimas comenzaron a caer y las limpié.

-No llores Shinobu, sé que tu hermano lo entenderá.
-Pero yo le dije palabras hirientes, no pude disculparme porque salió de viaje, y... no sé cómo arreglar todo.
-Deja que las cosas fluyan como debe pasar, no te presiones, recuerda que ahora sientes por dos.
-...
-No te atormentes mi niño, descansa y cuando venga Hiroki habla con él y dile lo que sientes.
-G-Gracias Miyagi.
-Estoy para servirte. –bese su mano.



---Zen---

Al amanecer me levante temprano y cuando baje las escaleras vi a mi niña sirviendo el desayuno.

-¿Hiyo?
-Buenos días papá.

Esa palabra me hace sentir tan bien.

Es hermoso ser llamado así.

-¿Papá?
-Lo siento, -sonreí- buenos días Hiyo.

Camine a su lado y un aroma delicioso invadía la cocina.

-Espero no te moleste que haya hecho el desayuno.
-¿No te quemaste?
-jeje, no, -rio- mi mamá y papá Takano me han enseñado muy bien.
-Oh.
-Pero yo te enseñaré a ti papá.
-Gracias.
-Y sobre lo que propusiste ayer.
-...
-Te ayudaré a conseguir una cita con mamá.
-¿Enserio?
-Sí, espero lo puedas conquistar.
-Hija, ¿por qué? pensé que querías que Takano...

Comió un poco de fruta y sonrió.

-Por qué papá Takano ya no ve a mi mamá como antes, desde que conoció a... ¿Oda? ¿Onodera? Un chico castaño su humor ha cambiado y cada que lo mencionan se pone como feliz, aunque no lo quiera admitir.
-Entonces ¿por qué él...?
-No quiere darse cuenta de sus sentimientos, -rio- además, mi mami es tan sexy, ¿Quién no quisiera con él?

Enarque la ceja y ella siguió comiendo.

-Es la verdad.
-Tienes razón, solo quiero recuperarlo.
-Tienes oportunidades, solo esfuérzate.
-Lo haré.

Al terminar de desayunar la lleve al departamento de Takafumi.

-Gracias por dejar que se quedara conmigo. –comente.
-Yo soy el que tiene que agradecerte Takafumi.
-Iré a mi habitación, -comento Hiyo y beso mi mejilla- entonces el viernes.
-¿Eh? –me sorprendí.
-Sí papá acuérdate. –me miro.
-E-Es verdad, -comente- Takafumi me gustaría que tanto Hiyo como tú fueran conmigo a dar un paseo.
-Eso... -comento mi osito.
-Por favor, quisiera tener una salida como la familia que somos.
-E-Está bien.
-¿Sí?
-Sí sigues preguntando será un no.
-Gracias, eso es...

No pude detenerme y lo abrace fuertemente.

-Te demostrare que te amo de verdad.



---Akihiko---

Maldita sea.

Siempre pasa lo mismo.

Ese idiota.

No sabe con quién se está metiendo.

Ni crea que le dejaré a Hiroki.

Él es mío.

Hiroki siempre me ha pertenecido.

Lo voy a mostrar que solo él es un pasatiempo.

Hiroki merece un hombre.

Alguien que lo ame y lo proteja.

Y soy el único que puede hacerlo.

No le permitiré a Nowaki que siga así.

Pero primero...

Creo que a Hiroki le gustaría saber que Nowaki no es lo que pensaba...

Que es una farsa.

Un asesino a sueldo.

Conocido como Raito entre sus misiones.

¿Cómo lo sé?

La información que me trajo un loco enamorado es muy buena.

-Seiya, es hora de actuar...

Trampas de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora