CAPITULO 5 Acercándose a la presa. Parte III.

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---Kaoru---

Negocios, responsabilidades, orden, es lo que más me gusta...

Tengo una agencia de viajes que me dejaron mis padres antes de irse a vivir al extranjero, trato de mantenerla estable, cosa que me ha resultado muy bien.

Me hice amigo de Hiroki cuando lo conocí en la secundaria, lo considero con un hermano menor, siempre estaba al pendiente de él y de su hermano, son grandes personas, se merecen lo mejor, lástima que perdieron a sus padres a temprana edad.

Y luego el bastardo de Usami...

Ese infeliz lo hizo volverse un ladrón para que recuperará las joyas de su madre.

No le importa que Hiroki lo rechazara, simplemente lo obligo...

Solo porque Hiroki es muy hábil en muchas cosas, en verdad ese hombre es un bastardo sin corazón, en verdad deseo que todo lo que le hizo a Hiroki se le devuelva.

Y soy el único que sabe porque lo obligo.

Usami estaba enamorado de Hiroki cuando estábamos en la secundaría pero como Hiroki amaba a otro chico el cual lo correspondía siento que de ahí partió el coraje de Akihiko.

Aún sigo pensando que Akihiko está interesado en Hiroki y las malditas joyas es un estúpido pretexto para mantenerlo a su lado.

No sé qué este pasando, pero lo voy a averiguar.

Acepte ayudar a Hiroki por esa amistad y hermandad que tengo hacía él, en las buenas y en las malas lo voy a apoyar, por eso yo he decidido ayudarlo en todo, y me he unido a robar esas joyas para recuperarlas.

Juro que en cuanto recuperemos todas las joyas me llevaré a Hiroki y a Shinobu lejos, donde nadie los encuentre.

Sinceramente no tengo una vida extraordinaria, solo mi trabajo y ayudar a Hiroki.

Sobre parejas no he tenido formales, no hay nadie que tenga las características que me agradan...

No hasta ahora...

O incluso hasta ese día del robo.

Ese chico enmascarado, por alguna razón, me dio ganas de besarlo, y su reacción fue tan linda que quería saber más de él pero, no tenía tiempo.

Aunque ahora...

Ryu...

En cuanto mi mirada se cruzó con la suya sentí como mi corazón comenzaba a acelerarse, y esa adrenalina y sensación de querer besarlo apareció de nuevo.

Pero si lo beso solo lo asustaré y eso no es lo que quiero.

-Hemos llegado. –comente mientras estacionaba mi auto.
-Está bien.

Estaba a punto de abrir la puerta pero tome su mano.

-Permíteme. –comente.

Salí del auto y abrí su puerta estirando mi mano para ayudarlo a bajar.

-Gracias.

Caminamos hasta la cafetería que siempre frecuento y lo dirigí a una mesa acomodando su silla.

-Es un lugar muy cómodo.
-Me alegra que te guste. –sonreí.

Ordenamos algunos bocadillos y bebidas heladas puesto que el clima era cálido.

Me quede observando a Ryu, en verdad es alguien muy lindo, quiero conocer más de él.

Nuestras miradas se volvieron a encontrar y sonrió de una forma más ¿coqueta? Tal vez sean mis suposiciones.

El mesero trajo nuestros pedidos y me molesto tanto que ese tipo le sonriera tan abiertamente a mí... a Ryu.

-Aquí tienes tu pedido. –guiñó el ojo.
-Gracias. –suspiro Ryu.
-No hay de qué.
-Cof, cof.
-Lo siento, aquí está el suyo. –bufo.
-Gracias.

El tipo se fue y Ryu me miro.

-¿Qué ocurre? –pregunto.
-¿Cómo?
-Parecías un poco molesto.
-No es nada, -suspire- son cosas sin importancia.

Comenzamos a platicar de nuestros gustos, de lo que nos gusta hacer, las comidas, me comento acerca del noviazgo que tuvo, que ahora es soltero, cosa que me alegro más de lo normal.

Mirarlo a los ojos me hace sentir tan tranquilo y llena ese hueco que he querido llenar por tantos años.

¿Será amor?

¿En verdad una persona puede enamorarse a primera vista?

Él se ausento un momento y aproveche para comprar un ramo de rosas, en cuanto camino hacía la mesa me levante y se lo di.

Él se sorprendió mucho y yo acaricie su mejilla.

  -Espero te gusten.
-G-Gracias, -murmuro- e-es la primera vez que me regalan rosas.

Sonreí ante la sola idea que yo soy su primero, tal vez no en su corazón, pero en entregarle pequeños detalles, tal vez en una cita, o siendo cariñoso.

No sé cómo habrá sido la relación que tuvo con su ex, pero quiero ser yo quien le demuestre cuanto lo amo.

Lentamente me acerque a sus labios pero el coloco su mano en mi pecho.

-Lo siento debo irme. –murmuro.
-Ryu yo...
-Nos veremos otro día, -sonrió- nos vemos.

Salió corriendo del lugar dejándome sorprendido, tal vez debí actuar un poco más prudente...

Nunca he conocido que es el amor, pero este sentimiento que me ha dejado Ryu es algo hermoso que no quiero dejar ir...



---Hiroki---

Me sorprendió tanto el beso que Nowaki me dio, no pude reaccionar y apartarlo, al contrario yo deje que me besará, incluso lo abrace de su cuello para tener más contacto con él, por alguna razón siento que lo necesitaba.

Su beso me trae nostalgia, es algo que me agrada y de cierta forma lo necesitaba, porque siento que es algo que debo recordar, algo que quiero tener siempre.

Pero tengo mi orgullo...

Y también decencia.

Lo empuje con fuerza.

-¿Por qué rayos lo hiciste?
-No te soy tan indiferente o ¿sí?
-PERO QUE RAYOS.
-Lo siento Hiroki, solo bromeaba. –rio- Y lo del beso fue por tu bien.
-¿Mi bien?
-Los Universitarios son como lobos hambrientos que van en busca de su presa.
-¿Me estás diciendo cordero?
-Algo así. –sonrió.
-Que pesado. –suspire profundamente.
-Bueno discúlpame Hiro-san, solo quería ayudar.
-¿Hiro-san? –lo mire.
-Digamos que es más fácil decirte así.

Cruce los brazos y fruncí en ceño.

En verdad este hombre se toma muchas libertades conmigo.

-Bueno volviendo a lo de antes, aquí tienes. –me mostro un reloj.
-¿Lo conseguiste?
-No, -rio- es un holograma.

Respire profundo unas cuantas veces para no golpear a ese tipo.

-Perdón Hiro-san, no te molestes, a veces soy un poco pesado. –murmuro.
-Supongo que está bien, -tome el reloj- gracias.
-Ahora ¿Cuándo será nuestra cita?
-¿Eh?
-Recuerda que fue una promesa. –sonrió.

Suspire y antes de que le pudiera contestar mi celular comenzó a sonar.

-Permíteme un momento Nowaki.
-Sí. –sonrió.

"A pesar de ser muy directo y confianzudo, me agrada su carácter..."

-¿Diga? –conteste.
-Hiroki.
-¿Qué ocurre Reiga?
-Necesito de tu cuerpo.
-¡R-E-I-G-A! –gruñí.
-Waa, lo siento, solo bromeaba.
-Más te vale que sea importante.
-¿Puedes venir? No tengo idea de que escribir.
-Pero...
-Por favor.
-Ah, -suspire- está bien.
-¿Puedes traer pollo frito?
-¿Algo más su majestad?
-Eso es todo.
-Mmmm...
-Sabes que te quiero.
-Cuídate.

Suspire y colgué, me volví a dirigir a lado de Nowaki.

-¿Tú novio?
-Eh, no.
-Ya veo, entonces, ¿empezamos nuestra cita?
-Nowaki te propongo un trato, -suspire- te prometo que tendremos una cita pero no hoy.
-¿Entonces?
-Nos el domingo a las 12 aquí.
-¿Lo juras?
-Qué sí, juro que lo voy a cumplir.
-Entonces, -sonrió- intercambiemos números.
-¿Eh?
-Así podemos ver si tenemos inconvenientes o no.
-Supongo.

Al terminar de intercambiar números me despedí de él y me tomo de la mano.

-¿Puedo besarte?
-¿Qué?
-Hiroki, me gustas.
-Nos acabamos de conocer.
-Es amor a primera vista.

Solté una carcajada.

-Eres muy divertido Nowaki.

Acaricio mi mejilla.

-Me alegra que eso te guste.
-Baka. –me sonroje.
-Entonces nos vemos el domingo. –sonrió.
-Así es.

Me dijo que si quería me llevaba a mi casa pero rechace su oferta y tome un taxi al departamento de Reiga.

"Espero no se vuelva a deprimir por no saber que escribir, no quiero tener que animarlo como esa vez..."



---Shinobu---

En cuanto le dije a Shinoda que quería irme él sonrió y me dijo que sí, tomamos nuestras cosas, él pago y nos dirigimos a su auto.

No entiendo a mi corazón, en verdad no lo entiendo.

¿Por qué está latiendo por dos personas diferentes?

Seguramente me siento confundido...

Sí eso debe de ser.

Al llegar a la casa Shinoda me tomo del brazo.

-Shinobu.
-¿Sí?
-Tengo que hablar contigo. Caminamos al sofá y él me sentó en sus piernas haciéndome sonrojar.
-¿Q-Qué pasa? –lo mire.
-¿Tienes algo que ver con ese hombre?
-¿Eh?
-¿Fue tu pareja o...?
-NO, -exclame- para nada lo juro, apenas lo conozco.
-¿Seguro?
-Sí.
-Qué alivio. –me abrazo.
-¿Shinoda?
-Lo siento es que soy muy celoso y posesivo, y yo te amo tanto.
-Y-Yo...
-¿Sí?
-C-Creo que...

Él me acaricio la mejilla y acerco sus labios a los míos.

-Creo que debo irme a dormir.

Me aparte de su lado y subí corriendo las escaleras cerrando mi puerta.

¿Por qué no puedo decirle que me gusta?

¿Por qué no puedo confesarme?

¿Qué está pasando?

Trampas de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora