---Shinobu---
Me levante a media noche.
Me dio un poco de hambre.
Sé que cene bien y todo pero...
El bebé tiene hambre.
Shinoda seguía dormido.
Mañana iremos con el doctor.
Ya que nos dirá si esperamos un niño o una niña.
Me siento tan ansioso.
Sea lo que sea.
Lo estamos esperando con los brazos abiertos.
Sé que si él no es hijo de Miyagi me encantaría que fuera su padrino.
O como uno de sus tíos.
Realmente me agrada la idea.
Tome un poco de leche tibia y comí unas galletas de chocolate.
Supongo que esperaremos hasta que tengamos a nuestro bebé en los brazos para irnos a otro lugar a vivir.
No me gustaría irme sin saber quién es el padre de este hermoso ser.
Sea quien sea.
Va a hacer muy amado.
Acaricie mi abultado vientre.
Me pregunto cómo se encontrará mi hermano.
Hace mucho que no lo veo.
Espero sea feliz.
Porque realmente se lo merece.
Me quede sentado en el sofá y mire un video dónde salía con Hiroki que tenía 9 años y yo 6.
Shinoda nos había llevado a Canadá, yo tomaba la mano de Hiroki mientras él me ayudaba a caminar por la nieve.
Shinoda nos decía que tuviéramos cuidado.
Ambos caminamos pero me quejaba que no podía.
Así que él me cargo en su espalda.
Shinoda se acercó y me sostuvo entre sus brazos mientras tomaba la mano de Hiroki.
Qué tiempos aquellos.
Quién lo diría.
Estoy de nuevo en los brazos de Shinoda.
Pero no como su protegido o hijo.
Sino como su pareja.
-¿Shinobu?
Voltee lentamente hacía la puerta y sonreí.
-Shinoda.
Él se acercó y se sentó a mi lado, coloque mi cabeza en su hombro.
-Recuerdo que eras un niño muy travieso.
-Y lo sigo siendo. –bese su cuello.
-No me provoques Shinobu. –me miro con lujuria.
-Son las hormonas del embarazo, acaso, ¿no me vas a consentir?
Él tomo mi mentón y me beso apasionadamente.
-Tomaré las responsabilidades.
Me cargo entre sus brazos y me llevo a la habitación.
-Lo haré con calma, quiero que ambos estén bien.
-Te amo Shinoda, -lo bese- quiero ser solo tuyo y que tú seas solo mío.
---Yokozawa---
Hiyori se quedó con la hermana de Yukina, mi hija se hizo amiga de las hijas de Margaret, así que Yukina me llevo al hospital.
Entre Hiyo y él me convencieron de ir.
Quieren que me haga una prueba.
Solo espero que salga negativo.
No puedo tener otro hijo de él.
No puedo.
Apenas he recordado todo lo que ocurrió ese día.
Yo hablaba con Yasuda, y de un momento a otro todo se puso oscuro.
Fui drogado.
Pero no hice nada.
No recuerdo dolores ni nada, solo estaba desnudo.
Solo eso.
Pero aún así.
Zen solo me tacho de zorra.
Le llame ayer.
Fui un idiota por hacerlo, pero quería decirle lo que recordaba.
Pero...
Una mujer me contesto y no cualquier mujer, fue Sakura, que intento contarme la noche de pasión que paso con él.
Realmente que idiota fui.
Yukina me abrazo con fuerza toda la noche.
Sin notarlo me quede dormido en sus brazos.
Aun me siento avergonzado de solo pensarlo.
Al llegar al hospital me realizaron todas las pruebas.
En todo momento Yukina no se alejó de mi lado.
-Tranquilo Yokozawa todo estará bien.
-No lo sé.
-Confía en mí. –beso mi mano.
-Gracias.
-Yo prometo cuidarlos.
-No es tu responsabilidad.
-Pues yo quiero tenerla.
-Yukina.
-Sé que es pronto para decirlo pero si no lo digo, siento que traiciono una parte de mí.
-¿Huh?
-Te quiero Takafumi, estoy enamorado de ti.
-Y-Yukina.
-No tienes que darme una respuesta ahora, toma tu tiempo.
Lo abracé y él acaricio mi espalda.
El doctor nos habló y entramos al consultorio.
Tome la mano de Yukina para sentirme más seguro.
-Señor Yokozawa no sé cómo decirle esto.
-¿Qué pasa doctor? –pregunto Yukina preocupado.
-Esto es...
-Ya dígalo sin rodeos. –pedí.
-Usted presenta un embarazo de 6 semanas de gestación, es decir un mes y medio.
Supongo que...
En lo más profundo de mí ser lo sabía.
Baje la mirada y sentí los brazos de Yukina rodearme.
-¿Ustedes quieren tenerlo? –pregunto el doctor.
-S-Sí murmure.
-Por favor, díganos las indicaciones que debemos seguir para cuidar de nuestro bebé. –comento Yukina.
---Kaname---
Me quede esperando fuera de la casa de mi amado Zero.
Me estoy muriendo de celos.
No quiero compartirlo.
Quiero monopolizarlo por completo.
Sé que me porte como un idiota.
Que pensé egoístamente pero...
Estoy dispuesto a todo con tal de su perdón.
Lo amo tanto.
Es lo que siempre espera así que.
Lucharé para estar a su lado.
Me quede recargado en la pared.
Más le vale a ese sensei no tocarlo.
Zero es solo mío.
Maldición.
-¿Kaname?
Mi hermoso Zero estaba frente a mí.
Tan lindo y sexy como siempre.
Sonreí de solo verlo.
Pero mi sonrisa se esfumo cuando vi un ramo de rosas en sus brazos.
Ese idiota.
Qué se cree.
-¿Cómo estás mi amor? –pregunte tratando de calmarme.
-Bien, ¿tienes mucho esperándome?
-No, acabo de llegar. –mentí.
-Ya veo.
Se acercó y abrió la puerta.
-Pasa.
Entre a su departamento.
-¿Quieres un poco de café o té?
-Café por favor.
-Sí.
Él dejo las rosas en un mueble y camino a la cocina.
-¿Y esas rosas? –pregunte.
-Las compre para mamá.
-¿Huh?
-Mañana se cumple otro año de su muerte.
Me sentí tan estúpido.
Y yo pensando en otras cosas.
-Lo siento. –susurre.
-¿Por?
-Pensé que ese tipo...
-Ya veo.
-Lo siento amor.
-Kaede, tengo algo que decirte.
-¿De qué trata?
-Yo, -suspiro- me propusieron por parte de la universidad ir al extranjero mejor dicho a Londres como intercambio.
-EN ese caso iré contigo.
-¿Eh?
-No te dejaré, eres mío y debo protegerte.
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Trampas de la Vida
FanfictionAlgunas veces se deben hacer cosas inimaginables para poder protegerse y ser feliz... Kamijou Hiroki un experto ladrón de joyas, que va de museo en museo recuperando el tesoro de su jefe Usami Akihiko, quien en un descuido obligo a Hiroki a trabajar...