Trampas de la Vida

CAPITULO 52 Malos entendidos.

---Nowaki---

En cuanto me sibí al auto maneje lo más rápido que pude.

Me duele dejar a mi amado Hiro-san.

Tuve que cancelarle.

Se supone que iba a acompañarlo a la firma de libros de su amigo.

Pero Ryu...

Él me necesita.


Es como un hermano para mí.

A pesar de las bromas que le hacía.


Para mi fortuna Hiro-san entendió lo que paso.

Al llegar al lugar lo vi sentado en una banca abrazando su vientre.

Me estacione como pude y corrí a su lado.

-¡¡¡RYU!!!
-N-Nowaki. –susurro.

Sin más lo abrace y él se aferró a mí.

-N-Nowaki.
-Ya estoy aquí. –murmure.
-No sé qué hacer, tengo tanto miedo.
-Tranquilo, -comente- aquí estoy.
-Y-Y si Seiya...
-Juro que lo atraparé, y pagará todo lo que hizo.
-M-Me siento solo. –sollozo.

Lo abrace más fuerte.

-No estás solo.
-P-Pero Kaoru....
-NO ME DIGAS QUE ESE IDIOTA.

Él negó con la cabeza.

-Y-Yo, -sollozo- estoy esperando un hijo de Seiya.
-¿Qué?
-Pero no quiero perderlo.
-Ryu.
-El bebé no tiene la culpa de nada.

Revolví su cabello.

-Así es Ryu.
-Pero Kaoru...
-¿Te rechazo?

Negó con la cabeza y comenzó a contarme sobre lo que le dijo el doctor.

Mi amigo puede morir.

MALDITO SEIYA.

No quiero perder a mi amigo.

QUIERO ELIMINARLO, SEIYA.


LASTIMASTE A LA PERSONA QUE MÁS ME IMPORTA.

-Vamos a mi casa.
-Espero no ser inoportuno.
-No lo serás, además Hiroki te aprecia.
-Lo siento, es que no tengo a donde ir, si voy a mi casa tal vez...
-Te ayudaré.
-Gracias.
-Y en cuanto a Kaoru.
-No le digas nada, no es su culpa.

---Kaname---

Maldito profesor.


Y maldito director que lo apoya.

Esto no es justo.

Zero es mío.

Solo mío.

No permitiré que el intento de rokero me lo quite.

Vi a mi Zero caminar por los pasillos un poco sonrojado.

YO MATO A ESE PROFESOR.

Cuando estaba a punto de ir lo vi meterse a su salón

JODER.

Ese profesor.

Me molesta que miren de esa forma a mi amado.

Es mío.

Me costó trabajo enamorarlo.

Y no quiero que me lo quiten.

No puedo permitirlo.

No me gusta que mi amado se sonroje por otro.

Solo conmigo.

Joder.


Necesito.

-Kaname.
-Yagami-sensei. –gruñí.
-¿Qué ocurre?

Gruñí y él soltó una carcajada.

-¿Qué pasa?
-¿QUÉ LE HIZO A MI NOVIO?
-Tú que crees. –dijo sarcásticamente mientras cruzaba sus brazos.
-Maldito.
-Más respeto que soy tu profesor.
-Usted es...
-Zero es muy hermoso.
-Maldito pervertido.
-Tiene un lindo lunar en su hombro izquierdo, -sonrió- es muy sexy.
-HIJO DE...
-¿Pasa algo? –pregunto una profesora.
-Nada, aquí aconsejando a mi mejor alumno.
-Sensei usted es tan genial.

IMBECIL DIRÍA YO.

-Kaname es mejor que vayas a tus clases. –comento la mujer.
-Lo sé.
-Luego hablaremos, -sonrió Toga- ah y dale esto a Zero se le cayó cuando acomodaba sus ropas.

Me entrego el dije que siempre trae colgado.

¿QUÉ HICIERON?

Siento tanto coraje.

Tanta impunidad.

Más le vale no haber tocado a mi Zero.

Joder.

No quiero pensar mal.

Pero eso...

Joder...

Y SÍ... ¿SE ESTÁ VENGANDO DE MÍ?

---Shinoda---

No puede ser.

Shinobu no aparece.

Tampoco puedo contactarme con él.

¿Qué está pasando?

Solo ruego porque este bien.

Que nada malo le esté ocurriendo.

Es mi amado niño.

Se supone que está con Miyagi.

No debo preocuparme tanto o ¿sí?

Mi amado Shinobu.

¿Por qué no contestas?

De nuevo tome el teléfono y volví a marcar.

Pero solo me mandaba el mensaje que posiblemente el número que trato de comunicarme está ocupado o fuera de servicio.

Maldita sea.

Tome mi abrigo y salí de la casa.

Debo buscarlo.

Esto me trae un mal presentimiento.

Camine por las calles principales, mi objetivo es llegar a la cafetería.

Esperando encontrarlo sonriendo.

Diciendo que su celular se apagó.

Que nada malo pasaba.

Pero cada paso que daba, mi corazón se aceleraba.

Shinobu...

-Shinoda.
-¿Huh?
-Parece que estás ansioso.
-Vete de aquí bruja. –gruñí.
-Antes yo era lo que amabas.
-James sentí amor por ti Risako.
-Eso es mentira.
-Déjame en paz.

Comencé a caminar más rápido y ella me siguió.

-Sí buscas al rubio se fue con Miyagi.
-¿Ah?
-Te está engañando.
-...
-Yo te apreció mucho y...
-DEJA DE MENTIR.
-NO MIENTO.
-Miyagi se llevó a Shinobu.
-¿Huh?
-Te lo ha quitado y el chico se fue por las buenas.
-No te creo nada.
-Pues que mal.
-...

Me aleje de ella y al llegar a una cafetería vi el abrigo de Shinobu, corrí hasta la mesa y no había nadie.

-¿Usted es Shinoda? –pregunto un hombre.
-Sí. –murmure.

Soy el dueño del lugar, un chico de nombre Shinobu me dijo que le diera esto.

El encargado me entrego el anillo que le había dado a mi Shinobu.

-Dijo que se iría con su acompañante, que lamentaba todo lo ocurrido, -hizo una reverencia- ambos se veían tan enamorados, una linda pareja sin duda.

---Hiroki---

Llegue al lugar y me encontré con Nao.

-¡¡¡Hiroki!!!

Corrió hasta mis brazos y lo cargue.

-Hola pequeño.
-Te he extrañado.
-Y yo a ti. –bese su mejilla.
-¿Y Nowaki-san?
-No pudo venir.
-Q-Que mal, ahora que me caía bien.
-Prometo irlos a visitar.
-¿Enserio?
-Sí.
-Wiiii.

Me encanta la ternura de Nao.

-Sabes Hiroki, -sonrió- ya encontré a mi esposa.
-¿Enserio? –me sorprendí.
-Hai.
-¿Y quién es?
-Mira ahí viene.

Un chico de cabello azul claro de ojos de igual color caminaba hacía nosotros, se ve tan joven como de 17.

-Nao, aquí estás, me preocupe cuando salías corriendo.

Baje a Nao y se acercó al chico.

-Lo siento Yuri, tenía que saludar a Hiroki.

Él me miro y sonrió.

-Mucho gusto, -sonrió- mi nombre es Takeba Yuri, -estiro su mano- un placer.
-Kamijou Hiroki, lo mismo digo. –estreche su mano.
-Me casaré con Yuri cuando crezca. –comento Nao abrazando al chico.
-N-Nao.
-¿Podemos ir por un bocadillo? –pregunto Nao.
-Sí cielo, -sonrió- un placer conocerlo Hiroki, por favor disfrute del evento.
-Gracias.

Se marcharon y me quede dando una vuelta por el lugar.

Me alegro verlo sonreír.

Así que ese es el chico de Reiga.

Sí que es un pedófilo.

Vi entrar a la sala a Reiga seguido de una chica, ambos se arreglaban su ropa.

Es un...

-¿Hiroki?
-No tienes vergüenza. –comente cuando llego a mi lado.
-¿De?
-Dices que Yuri es tu novio y te fuiste a coger con esa mujer.
-Solo nos toqueteamos un poco.
-En verdad eres lo peor, maldito...
-Yuri no es mi novio, se lo he dicho pero no me toma enserio, además soy un hombre yo...
-Ese no es pretexto.
-No le digas a Yuri, lo siento, fue un maldito desliz, es que se parecían un poco y deje que mi mente imaginara algo que no era.
-No lo diré nada, pero eso fue bajo, -me aleje- incluso para ti.
-Hiroki...
-Anda ve a firmar libros.

Me aleje y me quede mirando unas pinturas que adornaban el lugar.

Todo sería diferente si Nowaki estuviera aquí.

Soy un tonto enamorado.

Ya lo extraño.

-Hiroki.

Oh no....

No, no, no...

Voltee lentamente y lo mire.

-Jack. –gruñí.
-Hola hermoso.
-...
-No pareces feliz de verme.

Se acercó a mí hasta sujetarme de la cintura.

-¿Q-Qué diablos haces?

Me sujeto del mentón y me beso.

Una luz parpadeante me saco de mi confusión.

Trate de apartarlo hasta que de un momento a otro lo empuje.

-Pero que diablos.
-Solo quería probar tus deliciosos labios.
-¿Ah?
-Gracias por tu ayuda, -sonrió- mañana sabrás porque lo hice.

---Yokozawa---

Mi cabeza duele mucho.

Siento mi cuerpo muy pesado.

Trate de moverme pero unos brazos fuertes me tienen sujetado.

Abrí lentamente los ojos.

Me di cuenta que alguien me abrazaba y subí mi mirada.

No...

Esto no...

Siento un dolor en mi pecho y mis lágrimas comienzan a caer.

Esto no es posible.

No lo es...

Yasuda me tiene abrazado.

Y eso no es lo peor.

Ambos estamos desnudos.

No...

Siento mis lágrimas caer.

Yo...

No...

Engañe a Zen.

Me acosté con otro hombre.

Me aparte de sus brazos cayendo al piso un poco mareado.

-¿Huh? –abrió los ojos- ¿YOKOZAWA ESTÁS BIEN?
-Y-Yasuda.

Tome una cobija y cubrí mi desnudez.

-T-Tú.

Él se acercó a mí y negué con la cabeza.

-Lo siento, -comento- no pude detenerme.
-¿C-Cómo fue que...?
-Cuando te traje me empezaste a besar y no pude detenerme.

No recuerdo nada.

Me siento tan frustrado.

Zen...

Mi amor, perdóname.

Me coloque mi ropa y camine a la salida.

-L-Lo siento, -murmure- esto no debió pasar.

Salí del departamento y corrí hasta la calle para tomar un taxi.

---Yuri----

Lleve a Nao a la oficina porque se había quedado dormido, acaricie su cabello y sonreí.

-Se ve como un angelito. –comento.
-R-Reiga. –murmure.
-Te vez muy hermoso, tan lindo. –me tomo del mentón.

Se acercó con intención de besarme pero al oler un perfume de mujer y ver la marca de labial en su camisa avente su mano.

-¿Yuri?
-No me toques de esa forma, soy tu empleado.
-Ya te dije que me gustas.
-Idiota. –me aleje.

Camine hacía el jardín y mis lágrimas comenzaron a caer. Maldito Reiga, solo quiere alguien para desfogar su lujuria.

Siento como unos brazos me rodean con fuerza.

-Si necesitas desahogarte hazlo, yo estoy aquí.

Me voltee lentamente y me aferre a él.

-Jack. –solloce.